domingo, 18 de julio de 2010

Barraza a Tostao







Extraordinaria entrevista al crack de Mexico 70.
Chau.

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RECUERDOS DEL MUNDIAL

"El ejemplo es España"
Por: Jorge Barraza
Domingo 18 de Julio del 2010

Habilísimo, imprevisible, creativo, fue el gran artista del célebre Brasil del 70 junto con Pelé. De escasa estatura para delantero centro, nadie entendió tal circunstancia como una limitación: el auténtico crack se manifiesta siempre. Zagalo lo ubicó como punta en el Mundial de México y Tostao hizo maravillas inolvidables entre Jairzinho, Gerson, Rivelino, Clodoaldo.

Cualquier fenómeno palidecía ante su inteligencia magistral y esa zurda que tejía, cosía y bordaba filigranas con olor a gol. Tostao no hacía cascaritas, además de deslumbrar, su fútbol tenía una gran objetividad: terminaba en la red. Para trazar un paralelo: tenía grandes similitudes con Messi.

—No tenía la técnica insuperable de los grandes jugadores de la historia —dice, con modestia auténtica—. Tampoco fuerza física, mas imaginaba jugadas y sabía qué debía hacer con la bola antes de recibirla, jugarla al toque, hacer paredes.

Aunque hizo 300 goles, en su evocación la clase, el genio, se imponen a la estadística. Y a los 26 años debió decirle adiós a la pelota por una lesión tan grave como inusual: desprendimiento de retina del ojo izquierdo.

—¿Cómo sucedió?

—Fue en 1969, en un partido Cruzeiro-Corinthians. Llovía mucho, la bola estaba pesada, en una jugada caí al suelo, la bola quedó cerca, de frente a mí, un zaguero rechazó y el balón me dio en el ojo izquierdo. Me operaron, estuve seis meses totalmente inmóvil. Llegó el Mundial del 70, pese a estar 8 meses sin jugar, Zagalo me citó igual. No pude hacer la preparación con el equipo, pero jugué. Seguí así un año y medio más, pero el problema en el ojo volvió y ya tuve que abandonar.

—¿Fue un golpe muy duro anímicamente?

—No lo sentí tanto porque ya había jugado bastante. Debuté en Cruzeiro a los 16 años, en 1963.

Para pesar de los hinchas, la medicina se lo arrebató al fútbol. Durante 25 años ejerció su profesión de médico y profesor de medicina en la universidad, en Belo Horizonte. En 1998 colgó el guardapolvo blanco para siempre y se transformó en el analista más respetado de Brasil.

—Es mi única actividad: escribir sobre fútbol. Me gusta mucho, mucho Aprendí ese hábito, que no tenía. Fue una posibilidad para mi reencuentro con el fútbol. Trabajo para varios diarios, especialmente para “Folha de Sao Paulo”. Me sugieren siempre que incursione en televisión, y lo hice, pero no me seduce. Soy tímido y no me da tiempo para pensar. Si es por la fama que da la TV, no me interesa.

—No solo habla de fútbol.

—No, en los artículos mezclo otros aspectos, sobre todo las relaciones humanas, algo que siempre me atrajo, desde cuando jugaba y también en la medicina.

De perfil bajísimo, no obstante es objeto de continuas entrevistas de parte de los medios por su aguda capacidad de observación. En el 2002, antes de comenzar el Mundial de Corea y Japón, nos dijo: “Brasil no es favorito, pero puede ganar la copa”. Premonitorio.

Su documento lo señala como Eduardo Gonçalves Andrade, aunque nadie lo llama así. ¿Por qué Tostao? El tostao era una antigua moneda brasileña, la de más baja denominación. Por su físico menudo, cuando comenzó a jugar lo apodaron así: la monedita más chica.

Fue a Sudáfrica como enviado de “Folha de Sao Paulo”.

—¿Le gustó el fútbol que vio?

—No esperaba mucho más, está dentro de lo que pensaba que podía ser. Muy táctico ¿no? El torneo fue mejorando de a poco. A pesar de su poco poder ofensivo, España fue el mejor y mereció el título. Aun con los cambios para peor que hizo Vicente del Bosque en relación al equipo que ganó la Eurocopa, España mantuvo su estilo de muchos pases, gambetas, paredes y ganó el título. Espero que el fútbol mundial siga el ejemplo de España, demostró que es posible jugar bonito y ganar.

—¿Y los sudamericanos?

—Muy bien. Argentina y Brasil ya se sabe que pueden ganar, pero Chile, Paraguay y Uruguay no fueron sorpresa para mí. Sacando las potencias tradicionales como Alemania, Italia, Francia, España, Inglaterra, aquellos son mejores que todos los europeos. La gente ve sus torneos tan bien presentados, y piensa que el fútbol de ellos es tan bueno como el espectáculo que muestra la televisión y no es así. Inglaterra es una muestra.

Tampoco le sorprendió el fútbol africano.

—Esperaba más de ellos, pero solo porque eran locales, no por calidad. Vi la Copa Africana y me parecieron equipos muy pobres. Mire, si Colombia, que no clasificó al Mundial, jugara la Copa de África, sería campeón.

Siempre analítico, su última frase también obliga a pensar:

—Casillas dijo que España intenta jugar como el fútbol brasileño de antes. Y a eso debemos volver nosotros. Formando jugadores como Xavi, con habilidad y creatividad para conducir el equipo. Para mí fue el gran crack del Mundial”.

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