El Real madrid paso una semana FURIBUNDA perdio con el milan despues de ir arriba, luego perdio x la copa del REy con el Alcorcon de tercera div., y encima Gutti lo manda a tomar x el culo al Chileno Pellegrini cuando estaba animando a la plantilla en calidad de capitan.
Barcelona pierde en su partido x Champions contra el Rubi Kazan, se recupera y de ahi el ultimo fin de semana empata por autogoal, y ya se habla del fin de un ciclo!!!!
Lo del Real Madrid yo lo dije hace tiempo, no podemos comparar a los primeros galacticos debido a que ellos fueron incorporandose poco a poco despues de obtener la champions 98, con Raul Redondo Suker y Mijatovic, los cuales eran el equipo que se habia formado despues de la quinta del Buitre y un fallido intermedio con Zamorano, Rincon, Snaeider, Savio, etc.
Bueno, el equipo ya estaba hecho y solo se acoplaron 1ero en el 2000 Figo, luego Zidane, Ronaldo y por ultimo Beckham, luego vienieron otros pero despues que cesaron a del Bosque y despues que no retuvieron a Makelele ese equipo se vino abajo.
Esta nueva version galactica esta padeciendo esos estragos, compraron a medio equipo y aun nadie se afianza, el mas mediatico y lucidor ROnaldo encima esta lesionado, pero no vaya a pensarse que el va a solucionar todo. Aun Bemzema no prende, Raul es insustituible e Higuain est aatras con los dientes arriba, lo que paso frente al Alcornos habla mas que nada de un relajamiento en un partido que deberian haber metido por lo m enos 12. Respecto a lo de Gutti, al chileno le falta mano, y encima aun no logra dominar ese vestuario, la tiene dificil.
Pero el futbol es asi, y por ello Messi tampoco sera el crack todos los dias qu ejuege ,SOLO TIENE 21 años, no l e pidan como si tuviese 30.
Igual, el mundo mediatico del futbol como siempre hablo y mal, ya comienzan a cuestionar a Messi, y a l Barza, ya quieren hechar a Pellegrini, ... No hay paciencia ni plazos ni nada, no saben de procesos, no saben de nada... pero lo peor aun es que hablan!!!
Aun falta mucho pan por rebanar y a MEssi y a Ronaldo no les conviene llegar habiendo demostrado todo antes del mundial, GUARDEN DINAMITA y usenla en Sudafrica!
Chau.
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COPA DEL REY Alcorcón 4 - Real Madrid 0
Un Madrid de vergüenza hace el ridículo
El Alcorcón se exhibió y goleó por 4-0 a un Real Madrid que fue humillado y puesto en evidencia. Una de las actuaciones más infames e indignas en la historia del club deja en muy mal lugar al entrenador, Manuel Pellegrini, y a los futbolistas, todos componentes de la primera plantilla. Esta vez no hubo experimentos con el filial y no hay lugar para las excusas. Sólo queda espacio para felicitar a un grandísimo Alcorcón, un equipo con sentimiento. Enhorabuena para ellos
ÓSCAR GARCÍA 27/10/2009
Da gusto ver jugar al Alcorcón, un conjunto modesto en presupuesto pero grandísimo en fútbol, actitud, carácter, corazón y sentimiento. Con unos jugadores orgullosos de serlo y de vestir con una dignidad admirable esa camiseta amarilla, solidarios con el compañero. Con esos argumentos, con un juego maravilloso y sin dar una mala patada goleó con toda justicia a un indigno Real Madrid.
De entrada, era de justicia elogiar como se merece al Alcorcón. Equipos y jugadores como estos dignifican el fútbol. Todo lo contrario que el Real Madrid, que fue una ruina, una auténtica vergüenza, una caricatura de equipo, ridiculizado por el sexto clasificado del grupo II de Segunda B. Un desastre total, que exige medidas que deben ir más allá del banquillo, porque aun siendo el entrenador, Manuel Pellegrini, el máximo responsable de lo ocurrido, él no es el único culpable. La imagen que dio el Madrid fue indigna para este club. Dudek, Arbeloa, Albiol, Metzelder, Drenthe, Diarra, Guti, Granero, Van der Vaart, Raúl, Benzema, Gago, Marcelo y Van Nistelrooy protagonizaron una de las páginas más infames en la historia del mejor club del Siglo XX. Y entre ellos el mejor fue el portero polaco Dudek, que evitó una goleada mayor. Todos, absolutamente, todos son miembros de la primera plantilla. Esta vez no hubo experimentos con el filial. Y lo peor es que no se adivinó ninguna capacidad de reacción para detener la hemorragia abierta.
Es inadmisible que unos futbolistas que deberían estar orgullosos y agradecidos de haber sido elegidos para vestir la camiseta del Real Madrid la ensucien de esta manera. El Alcorcón le dio un baile al Madrid, hizo un rondo con el multimillonario equipo blanco, le humilló y pasó por encima de él sin piedad. Y lo logró a base de fútbol, actitud y aptitud. Ni más ni menos.
El Alcorcón salió enchufadísimo, con una presión que ahogó al Madrid, al que le costó una barbaridad sacar el balón jugado desde atrás. Cuando Guti recibía la pelota era rodeado inmediatamente por varios rivales. Si Guti no era capaz de dar una salida coherente al balón, nadie más estaba capacitado para hacerlo. No lo hizo Guti y no lo hizo nadie. Todo el Madrid se fue por un sumidero de humillación.
En el minuto 2 Mora ya había obligado a intervenir a Dudek, que sin tiempo para respirar tuvo que desviar a córner una vaselina de Rubén Sanz, que se inventó la ocasión después de quitarle el balón a Guti como quien se lo arrebata a un niño. Guti mostró su imagen más apática, su peor versión, y se calentó con quien no tenía que hacerlo, con los rivales y el público.
En diez minutos el Alcorcón tiró cinco veces a portería. Mora, magnífico en la creación, organización y llegada, R. Sanz, Ernesto, Béjar, Borja y Cascón tuvieron más facilidades para lucirse de las que encuentran en Segunda B. No desaprovecharon la autopista abierta hasta Dudek y masacraron al portero hasta el final de la primera parte, con un torrente de ocasiones que apenas pudo ser correspondido por el Madrid con un remate de Benzema y un tiro de Raúl, que en el minuto 37 malgastó un mano a mano.
Lo que hubo antes y después de esa ocasión del capitán fue un festival amarillo. A los 18 minutos marcó Borja a pase de Mora. Era el séptimo tiro del Alcorcón, que cinco minutos después celebró el segundo, logrado por Arbeloa en propia puerta. Mora entró por la banda izquierda del Madrid sin problemas, una constante que se repitió hasta el final del choque.
Mora falló después la décima ocasión, Béjar cabeceó al poste y más tarde llegó la duodécima oportunidad local. Así hasta que en el minuto 40 Ernesto firmó el tercero a pase de Cascón. Éste entró solo por la derecha, tranquilamente, levantó la cabeza, vio a su compañero Ernesto en la izquierda, también solo, y le dio el balón para que batiera a Dudek. El polaco salvó después el cuarto, en un mano a mano y por fin pudo respirar cuando el árbitro señaló el descanso.
El paso por los vestuarios no relajó al Alcorcón, que salió con las mismas ganas y actitud, y tampoco despertó al Madrid, que continuó sufriendo en defensa y sin aparecer en ataque, salvo escarceos aislados, como un remate de Van der Vaart que neutralizó el portero Juanma.
La entrada de de Gago por Guti no mejoró nada. Parece increíble que contra el Alcorcón el Madrid termine utilizando una pareja de mediocentros formada por dos futbolistas, Diarra y Gago, que no crean y últimamente tampoco destruyen. La culpa, ahí, sí es totalmente de Pellegrini, quien no mostró más variantes después que dar entrada a Marcelo por Granero y Van Nistelrooy por Raúl.
El festival del Alcorcón lo completó a los siete minutos de la reanudación Borja, al que llegó el balón cuando estaba solo dentro del área. Tanta generosidad no la desaprovechó. Era el sexto gol que conseguía contra el Madrid, después de los dos que le hizo con el Leganés y los otros dos que le marcó con el Alicante. Todos en Copa del Rey.
Sin apenas tiempo para asimilar el 4-0 estuvo a punto de llegar el quinto. Daba igual, la exhibición del Alcorcón y la humillación y el ridículo del Real Madrid ya estaban hechas. Ahora ya sólo queda comprobar si el Madrid tiene capacidad de reacción y es capaz de mostrar en la vuelta la dignidad que no tuvo esta noche.
Real Madrid Repercusión de lo que pasó en Alcorcón
El chileno castiga a Guti y no le convoca
El jugador afirma que "está para jugar", pero el técnico no le lleva porque "sale de una lesión"
. L. Guerrero 31/10/2009
Pellegrini castigó ayer a Guti después de la discusión en el partido copero contra el Alcorcón. El catorce se cayó de la convocatoria ante el Getafe y no estará hoy en el Bernabéu el día que cumple 33 años. El chileno se carga a Guti, pero asegura que "no es un castigo".
Guti abandonó los vestuarios del estadio Santo Domingo antes de que saltaran sus compañeros al césped tras el descanso. Salió con cara de muy pocos amigos, sin ducharse y cabizbajo. Acababa de discutir con Pellegrini. El catorce respondió con un "vete a tomar por c..." cuando el chileno le dijo que era sustituido.
Guti apareció ayer a las 12:20 horas en la sala de prensa de Valdebebas: "Salgo para reiterar que todo lo que se ha publicado en algunos medios es totalmente falso". ¿Es cierto que insultó a Pellegrini? "Hubo una charla tensa, pero no hubo falta de respeto hacia el entrenador. Sería inaccesible (empleó este término en vez de inadmisible)", se justificó el canterano. "Me llevo increíble con Pellegrini y tiene el 80% de culpa de que siga en el Madrid".
Contradicciones.
Guti era duda hasta ayer por una sobrecarga en los isquiosurales. ¿Está para jugar? "Estoy perfecto para jugar y me sorprendería no estar ante el Getafe", respondió Guti después de acabar el entrenamiento. El catorce afirmó que la prensa saca estas informaciones, a su juicio falsas, porque "da un morbo especial".
El chileno dio explicaciones sobre la ausencia del canterano para el partido del Getafe media hora después: "No está citado por castigo ni porque haya sido insolente. Es decisión técnica porque sale de una lesión. No es la primera vez que se dan informaciones falsas".
Veinte minutos después, el club dio a conocer el parte médico de la plantilla. Cristiano y Garay son los únicos que aparecen lesionados. "Tengo muy buena relación y va a seguir siendo así. Volverá a aparecer pronto en el equipo", finalizó el técnico.
El Barça está perdiendo la continuidad
Alfredo Relaño 02/11/2009
La verdad es que el Barça debió ganar en Pamplona, y casi gana, y eso que Osasuna jugó ciertamente bien. Pero no es del todo cierto que el gol final fuera un accidente: fue una buena jugada que desnudó a Márquez y que acabó en un balón venenoso en el borde del área chica. Y esos balones pueden transformarse en gol. Y para entonces el Barça no tenía más goles en la espalda que el solitario de Keita. Habría podido lograr alguno más, sí, pero no lo logró, quizá porque su juego fue bueno sólo a ratos. Cuando enchufa la máquina, el Barça vuelve a ser excelente. Pero ha perdido la continuidad.
Y se me hace extraño. Ha hecho algunos partidos excelentes, algunos más flojos, otros en los que ha combinado acelerones y frenazos, como el de Pamplona. No es la persistente excelencia de la temporada anterior, y de ahí que sólo se haya despegado un punto de este Madrid que empezó vacilante, y que en la Champions tenga que viajar al frío con una peligrosa derrota atada al pie, como la bola de un preso. Sigue mereciendo mucho la pena ver cualquier partido del Barça, pero la seguridad de que va a jugar bien todo el tiempo, por todo el campo y en todos los campos está empezando a desaparecer.
Me extraña. Y me extraña aún más ver ahí a Chygrynskiy, que me hace el mismo efecto que me hizo ver a Samuel en el Madrid galáctico, el que me haría un navajero en el ballet Bolshoi. Es inquietante su presencia ahí, su visible torpeza. Igual que es inquietante la presencia de Henry, carne de banquillo aun sin haber conseguido el club ninguno de los muchos 'onces' que pretendió: Robinho, Robben, Mata, Silva y Riera. Como es inquietante también pensar que en enero Touré y Keita (felicísimo goleador estos días) tendrán que irse a la Copa de África. No, ya no todo le sonríe al Barça como antes.
EDITORIAL
Prolongar la agonía de Pellegrini es un riesgo innecesario
Pellegrini está sentenciado. Su crédito saltó por los aires la noche del pasado martes en Alcorcón. Es la lógica consecuencia de estar en el banquillo el día que el Real Madrid encajó la derrota más humillante de sus 107 años de historia. Después de 250 millones de euros invertidos en fichajes, la ilusión del madridismo en el inicio de temporada se ha tornado en desilusión. Florentino Pérez y sus directivos tienen claro que Pellegrini no es el entrenador adecuado para conseguir la excelencia y los títulos en este Real Madrid que pretende recuperar la hegemonía perdida.
En vez de dar un paso al frente, el club ha preferido darlo al costado. Habida cuenta que se ha perdido la confianza en Pellegrini, la mejor de las decisiones habría sido destituirle hoy mismo. El director general, Jorge Valdano, ha preferido esperar a que escampe la tormenta y dar dos partidos de margen al entrenador —Getafe y Milán— antes que echarle. Es cierto que el fútbol no tiene memoria y que un par de buenos resultados puede borrar hasta la mayor de las humillaciones, pero mantener a Pellegrini cuando su crédito está agotado es sólo un parche.
El Real Madrid ya se ha puesto a buscar entrenador. El técnico chileno se ve con fuerzas y no está dispuesto a dimitir, pero el club blanco tampoco quiere hipotecar su futuro más inmediato con Pellegrini en el banquillo. Por si faltaba alguna señal de la falta de confianza en el entrenador, el Madrid ya está peinando el mercado de técnicos con el fin de encontrarle sustituto. Lo mejor que podrían hacer Florentino Pérez y Jorge Valdano es pasar página. Para ello, deberían elegir al mejor entrenador y firmar el finiquito a Manuel Pellegrini. Lo demás es prolongar una agonía que en nada beneficia al futuro del Real Madrid. A grandes males, grandes remedios.
Monday, October 26, 2009 11:46 AM Johan Cruyff
¿Final de ciclo? Es un chiste, ¿no?
Tras dos partidos sin ganar, el Barça no había pasado de la excelencia al caos, como se vio ayer. Está en la normalidad. Si no te esfuerzas al máximo, el rival te puede complicar la vida. Todo cuesta mucho. No hay más.
Ni crisis (me río) ni fin de ciclo (es un chiste, ¿no?). Todo es más sencillo, más humano. Vuelta a la normalidad. No hay más. Tras dos partidos sin ganar (empate en Valencia, derrota ante el Rubin), el Barça no ha pasado de la excelencia al caos, sino a la pura y simple normalidad. Si no te esfuerzas al máximo, el rival te puede complicar la vida. No hay más. Yo no sé si será o no una Liga de dos, pero sí que sé que los rivales juegan y que tratarán de dar con la tecla, la que sea, para plantar cara. Y que nadie gana la Champions de septiembre a diciembre, pero sí que la puede perder en ese tramo.
Todo cuesta. Te llames Madrid o Barça. Y si todo lo que rodea al club –el suyo, el nuestro, el que sea– da por hecho que el rival no es nadie o muy poca cosa, el mensaje, por pura insistencia, puede acabar filtrándose por el vestuario como quien no quiere la cosa. Aunque Pep Guardiola, insista e insista en avisar de las virtudes del oponente, esto afecta al equipo.
En el caso del Barça, dos partidos sin ganar. ¿Y? Dos partidos, dos rivales, un montón de acciones, que poco o nada tienen que ver. Dos encuentros sin ganar, pues para mí perfecto. Puede sonar raro, pero si la no victoria llega con margen de maniobra por delante, esto nunca es el fin, sino el contrapeso a ese mensaje, sibilino, de que, por guapo, arrasarás con todo sin más.
Lo difícil es mantenerse
A partir de aquí, a trabajar. Si llegar es difícil, mantenerse aún lo es más. Por magnífico e histórico que sea el ayer más inmediato, solo vale el hoy. Y el hoy únicamente toma forma por el esfuerzo y el rendimiento de todos y cada uno de los integrantes del equipo. Un poco menos de este, un poco menos de ese y de aquel, y el resultado es otro, aún con la misma gente. Y una vez más, no hablo de pasar de la excelencia al caos, sino de volver a la normalidad: ganar cuesta y requiere de mucha atención por parte de todos.
Numéricamente no hay grupo más abierto que el del Barça en la Champions. En tres partidos puedes acabar primero... o último. ¿Miedo por ello? No, porque aún reconociendo las calidades de los oponentes, sé de la calidad de los de Guardiola. Los únicos que pueden quedar fuera son los jugadores mismos, en función de su rendimiento en cada uno de los tres partidos que les quedan. Y visto lo visto, mejor así: para pasar ronda hay que ir a ganar. Por una vez –cosa inédita esta temporada– no habrá exigencias de excelencia, sino de rendimiento. Antes de jugar en Kazan, dudo que nadie hable de pasearse ni de nada por el estilo. Se hablará de rendimiento, de ganar. Y en función del esfuerzo y de la concentración sí que puede salir un buen partido.
Y de sumar los tres puntos en Rusia, margen cero para creer que ya lo tienes hecho, porque luego te tocará repetir rendimiento frente al Inter. Predecir qué habrá que hacer en Kiev en la sexta y última jornada de la liguilla de la Champions ya es aventurarse mucho. Dos partidos sin ganar, muy bien, pero que nadie abra la caja de los truenos. No es por nada, pero el Barça del triplete, el de las Cinco Copas, tampoco lo ganó todo el año pasado. Por más histórico que fuera, que lo fue, por más que nos queramos quedar con los momentos mágicos que hubo, que fueron muchos, ese Barça también encadenó un par de rachas malas.
El esfuerzo colectivo
Una, al arrancar la temporada. La otra, a finales de febrero. La segunda duró más. Entre Liga, Copa y Champions, cinco partidos, combinando empates y derrotas. Y el equipo se sobrepuso porque todos sus elementos apretaron los dientes. Todos dieron un poco más, lo justo para estar más finos, y, lo más importante, lo hicieron sabiendo a qué jugaban. Un estilo que les define y en el que se sienten cómodos.
Justo lo que no tiene –y no apunta a que lo consiga en breve– el Real Madrid. En función de lo que tarde el equipo blanco a conjuntar sus piezas y a definir cómo y a qué quiere jugar, valoraremos lo hecho por Guardiola y los suyos en, como ahora Pellegrini, su primera temporada.
Un estilo propio
En función de lo que tarde el Madrid en ponerse al día, valoremos la importancia de la apuesta del Barça por la gente de la casa. Y no solo la del banquillo, sino la que pisa el terreno de juego. Individualmente, los nuevos del Madrid son grandes jugadores. Pero como en todo oficio es necesario un periodo de adaptación. Saber cómo y dónde quiere el balón el que está a tu lado; dónde eres tú más fuerte o más débil.
No es fácil si los nuevos son muchos. Pero si esos muchos son de la cantera, y en ella el estilo es parecido al del primer equipo, entonces te saltas muchas fases de esta adaptación. Ahí le sacó y le saca ventaja el Barça al Madrid, a parte del ahorro económico en fichajes. Lo demás, en el caso del Barça, es simplemente estar más o menos fino.
lunes, 02 de noviembre de 2009 12:25 Johan Cruyff
Yo no mataré a Márquez
El Barça empató el sábado porque creyó que lo tenía todo controlado. Una errónea interpretación colectiva del juego como la que hizo el Madrid ante el Milan en la Champions al darlo por desahuciado de antemano.
Puestos a fallar en el último suspiro, mejor en Pamplona que en Kazan. Con la trayectoria que llevas en la Liga, un fallo en la novena jornada es asumible; con la que llevas en la Champions -por corta, competición puñetera-, ese mismo empate sería mucho más grave. Quien quiera matar a Márquez, que lo haga, yo no lo mataré.
La mejor forma de no pasar frío es abrigándote, no abriendo la puerta para que pase el aire. Justo lo que hizo el Barça, el equipo, todos, en el último minuto. No hay problema si antes lo evitas. Y el equipo, no Márquez, no supo verlo o no supo aplicarlo. La fórmula es sencilla: atacar bien para defender mejor. Con 0-1 y el partido por cerrarse, el pitido final lo has de oír con el balón en tus pies y tan cerca de la portería rival como sea posible. ¿Especular con el 0-1? Sí, pero ofensivamente. Atacando. Messi tuvo dos ocasiones antes del empate, Más allá de si entraban o no, de lo que se trataba era de tener siempre cerca a Ricardo y siempre lejos a Valdés. Y a Piqué. Y a Márquez. Facilita la vida a tus centrales, conviérteles en centrocampistas juntando el equipo de mediocampo para adelante y reducirás al máximo la posibilidad de que estos pasen apuros atrás.
Control del partido
Por estilo, el Barça siempre intentará controlar el partido. Pero no es lo mismo hacerlo en horizontal que en vertical. El pase en profundidad, en vertical, te amplia el campo de visión y, si es bueno, preciso, es incluso más fácil de controlar. El pase en horizontal implica un riesgo. Si te lo cortan, los de atrás quedan más expuestos. Y más aún si se produce en campo propio. Un balón dividido cerca de la portería rival da una opción de contrataque muy largo; uno dividido en campo propio puede ser fatal con un único pase mínimamente correcto. Como el que recibió en diagonal Camuñas en la acción del empate. Falló Márquez, sí, pero lo fácil es apuntar a uno y no reconocer el fallo colectivo. Por reiteración en el pase horizontal, fue el propio Barça el que se acomodó en la falsa sensación de tenerlo todo controlado. Y menos en una breve fase tras el 0-1, esa fue una constante en el partido. Osasuna apretaba, pero no pegaba. Eso es lo mínimo que puedes esperar de un rival de sus características. O del Rubin el miércoles. Mueve el balón más rápido, alterna algún pase en vertical a los muchos que das en horizontal y por más que corran acabarán por no llegar.
Si en el Barça le veo más una cuestión de ajustar lo que ya domina, el Madrid es otra historia. Más allá de quien mande en ese vestuario -no estoy dentro, pero por mediáticamente repetitivo parece que allí ha calado que mandan más los dos de arriba que no el entrenador- lo suyo es una cuestión de creer en un estilo y de respetar siempre al rival. El a qué y cómo quiero jugar, es lógico que cueste con tanta cara nueva. Lo segundo es más peliagudo.
Para los jóvenes del Barça, jugar la Copa es una gran oportunidad. Para los consagrados del Madrid, jugar la Copa es un castigo. Y la Copa no es la final. La Copa, de entrada, es Alcorcones y Culturales Leonesas. Un torneo distinto en el que sabes que tu rival, cuanto más modesto, intentará hacer el partido de su vida.
El viejo no es malo
A otro nivel, por calidad y por competición, al Madrid le ocurrió lo mismo con el Milan en el Bernabéu. El Milan puede ser un equipo veterano, que lo es. Y a más veteranos, mayores posibilidades de rendir menos que los jóvenes a lo largo de una temporada. Pero la veteranía es experiencia. Y la experiencia, a un partido, vale mucho. Y más si sabes que viejo es lo más bonito que te han dicho. Y el viejo será viejo, pero no malo. ¿Un Milan en la Champions y otro muy distinto en su Liga? Sí, y no puede ser de otra manera. El veterano prioriza. Y si se siente desprestigiado, puntualmente saca un plus.
Una cosa llama la atención del nuevo contrato de Puyol con el Barça. Si no juega el 60% de los partidos, queda liberado. En su caso, por trayectoria excepcional, no pondría ni cifra de partidos. Tú decides. Si te quieres ir, por lo que sea, te vas. Cuando tú has dado mucho, el club te tiene que corresponder. Y más con el último contrato. En mi época del dream team, los jugadores pusieron al Barça en el panorama mundial. A cambio sabían una cosa: podían irse cuando quisieran.
El caso de Tamudo
Lo que me alegra en el caso de Puyol, me entristece en el de Tamudo. No sé los años que lleva en el Espanyol, pero muchos. No se trata de quién tiene razón, ni de quién es el bueno o el malo. Por trayectoria, si el jugador se quiere ir, libérale. Y en el caso del futbolista, renuncia a los ceros de tu último año. Ni te harás rico con ellos, ni serás pobre sin ellos si has actuado con cabeza. El fútbol en activo pasa. El recuerdo queda. Con Tamudo sería una pena estropearlo entre todos.
LIGA DE CAMPEONES Real Madrid 2 - Milan 3
Benzema: "Nos estorbamos en ataque"
"Nos hemos estorbado en ataque, hemos jugado mucho por el centro. En los entrenamientos solemos abrir el balón a las bandas, pero en los partidos no nos sale", ha declarado el delantero francés
AS.COM 21/10/2009
El delantero francés del Real Madrid Karim Benzema se siente dececpcionado por la derrota contra el Milan y cree que una de las causas es la poca fluidez que tiene el equipo cuando ataca: "Nos hemos estorbado en ataque".
"Nos sentimos muy decepcionados por esta derrota, porque hemos jugado bien durante la primera parte, creamos muchos movimientos ofensivos, pero el Milan ha estado bien colocado y nos ha sorprendido tres veces", ha declarado al término del encuentro.
"Nos hemos estorbado en ataque, hemos jugado mucho por el centro. En los entrenamientos solemos abrir el balón a las bandas, pero en los partidos no nos sale", sentenció.
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LIGA DE CAMPEONES Real Madrid 2 - Milan 3
El Madrid resucita viejos fantasmas
El viejo y decadente Milan se presentó en el Bernabéu para sonrojar a un pésimo Real Madrid, que quiso ganar jugando al trote, casi andando, y terminó derrotado y sin argumentos que inviten al optimismo, más allá de la calidad de sus jugadores. Se salvó, una vez más, Raúl y Drenthe fue la apuesta desesperada de Pellegrini. Pirlo y Pato, que hizo doblete, firmaron los tantos del Milan. Pésima actuación del árbitro De Bleckeere, que no señaló un clarísimo penalti a Benzema y anuló, sólo él sabe por qué, un gol al Milan.
ÓSCAR GARCÍA 21/10/2009
A las cualidades que ya le conocíamos al Real Madrid hay que añadirle una más, su capacidad para resucitar a los muertos. Porque eso es el Milan, un fantasma que vino del pasado para sonrojar a un pésimo Madrid, que mostró su imagen más desagradable. Fue un equipo sin continuidad en el juego, al que le faltó concentración, ritmo, intensidad en sus acciones y que acabó derrotado y sonrojado por un conjunto inferior, que en condiciones normales tendría que haber pactado una derrota digna. La ausencia de Cristiano no debería servir de excusa. Mal haría el Madrid en agarrarse a la baja del portugués para justificar sus errores.
Tuvo que salir desde el banquillo Drenthe, otro resucitado, para intentar rescatar al Madrid de una muerte segura, para meter una velocidad más al juego y transmitir a sus compañeros una tensión que nunca tuvieron. Salvo a Raúl, el único que pareció interesado en ganar el partido desde el primer minuto. Porque el Madrid fue Raúl y después la nada, un páramo. Hasta falló Casillas en los dos primeros goles y no queda como excusa el penalti cometido sobre Benzema, error compensado por el gol mal anulado a Thiago Silva.
El Real Madrid disimulaba con victorias sus problemas con el juego, problemas cada vez más graves, pero esta vez el equipo deberá afrontar las críticas sin ese escudo. El Milan no es más que un viejo dinosaurio que necesita mirar al pasado para reconocerse. Pues ese viejo fantasma ha derrotado al Madrid, que apoyado en su pegada iba derribando rivales. Esta vez no tuvo ni juego ni pegada. Nada que rescatar. El Milan es el pasado, glorioso, pero pasado. Mientras, el Madrid también es capaz de presumir, más que nadie, de historia, pero a ello añade un futuro esperanzador. El Madrid es un equipo que mira al futuro y que no debería haber tenido problemas para controlar, dominar, mandar y ganar un encuentro que se disputó a un ritmo bajísimo. El Milan parece un equipo de veteranos. Presenta una figura tan decadente como la de Ronaldinho, que hace casi cuatro años puso el Bernabéu a sus pies y ahora parece un veterano con problemas para atarse los cordones de las botas. Hasta ese Ronaldinho fue capaz de sacar los colores al Madrid.
El Milan, un equipo italiano que defiende como si no lo fuera, trajo a Madrid su versión más ofensiva y salió de inicio con la misma alineación que remontó el pasado domingo en San Siro el partido contra la Roma. Cuatro defensas, con Nesta como líder; Pirlo, Ambrosini y Seedorf en el centro del campo; Pato abierto en la banda derecha, Ronaldinho en la izquierda e Inzaghi como única referencia en ataque. Leonardo decidió conceder espacios a un equipo, como el Madrid, que tiene dificultades para creárselos, pero que cuando los tiene debería saber disfrutarlos. Con el balón en los pies el Milan disimula sus carencias, pero cuando lo tiene el rival, sus vergüenzas quedan a la vista de todos. Lo que parecía una táctica suicida del Milan no lo fue por la incapacidad del Madrid para aprovecharse de ella. Las bandas no existieron hasta la salida de Drenthe, así está el panorama, y Kaká se perdió en un centro del campo que no creó nada. Aportación mediocre del brasileño.
Manuel Pellegrini volvió a confiar en Benzema como pareja de Raúl en ataque, no sabemos si por convicción o por necesidad, ya que un problema físico dejó a Higuaín fuera de la convocatoria. Alimentó el técnico la confianza del francés y éste quiso involucrarse de inicio más en el juego. Se ofreció, quiso ser una alternativa para sus compañeros y buscó entre sus rivales a quién podía elegir como víctima para intentar lucirse. Eligió a Zambrotta, que al cuarto de hora cometió sobre Benzema uno de los penaltis más claros que se recuerdan. El italiano hizo una tijera por detrás al francés, un penalti que el árbitro De Bleeckere transformó en saque de puerta. La jugada retrató a Zambrotta, cuya incapacidad para el fútbol de élite ya se sabía desde hace tiempo, y al árbitro, que necesita o un libro con el reglamento, si quiere continuar arbitrando, o un bastón para manejarse por la vida sin golpearse con las esquinas y con los muebles de casa. Otra opción es que dirija los partidos con un bastón y unas gafas oscuras. No lo haría peor de lo que lo hace. También parece difícil que Benzema siga aportando tan poco.
El Bernabéu sólo salió de su estupor cinco minutos después, en una acción que el portero Dida elevó a la categoría de esperpento. Granero intentó asustar con un tiro flojo y centrado. Pareció que Dida detuvo el balón, pero éste, de manera incomprensible, acabó rodando por sus rodillas hasta que llegó a los pies de Raúl, que siempre está donde debe, esperando el fallo del contrario. Donde los demás no ven un posible error del rival, él siempre se imagina una ocasión de gol. Otra vez apareció Raúl.
Lo que hubo de ahí hasta el empate de Pirlo en el minuto 62 fueron momentos de sopor, de tedio, un partido sin intensidad, sin ritmo, que el Madrid no se atrevió o no supo sentenciar. Es en estos encuentros, con todo el foco mediático europeo puesto en el Bernabéu, en los que el Madrid debería dar un golpe en la mesa, lucir todo su poderío ofensivo y pasar por encima de un rival tan inferior en la teoría y que si no lo fue en la práctica fue porque el Madrid nunca logró dar continuidad a su juego y regaló a su afición otros 90 minutos de futbol insoportable.
Este encuentro disputado a otra velocidad hubiera servido para marcar una mayor distancia entre los dos equipos, en definitiva, la distancia que de verdad hay entre ellos. Pero cuando uno se duerme puede tener pesadillas, las viejas pesadillas que vuelven. Golpeó primero Pirlo con un gran disparo desde 30 metros que sorprendió a un despistado Casillas. Golazo en el primer tiro a puerta del Milan.
Apenas tres minutos después se vio un pase perfecto de Ambrosini a Pato, que se metió entre Albiol y Marcelo y eludió con facilidad la pésima salida de Casillas. Qué gran talento es Pato y qué mal rodeado está.
Fue entonces cuando Pellegrini retiró a un desacertado Granero y se encomendó a Drenthe y sus alocadas carreras por la banda, por lo menos alguien corrió por la banda. El holandés levantó el ánimo del Bernabéu con un tiro desde fuera del área a falta de 15 minutos. Hubo quien todavía creyó en la remontada y mucho más cuando Casillas salvó un mano a mano a Pato en el 85. En el córner provocado por el despeje de Iker llegó el gol mal anulado al Milan, por presunta falta de Thiago Silva a Raúl o Casillas. Sólo el pésimo árbitro lo sabe.
Las esperanzas de victoria desaparecieron definitivamente cuando Pato, ya sin tiempo para reaccionar, aprovechó un fallo defensivo del Madrid, otro más, para sentenciar un encuentro que él sí quiso ganar.
Liga de Campeones Barcelona 1 - Rubin Kazán 2
Este Barça no es el campeón
El equipo de Guardiola siguió con su cara gris; el Rubin Kazán ganó con dos zarpazos letales
Moisés Llorens 21/10/2009
Somos el equipo a batir y eso puede motivar a los rivales". Lo dijo Joan Laporta horas antes de comenzar el partido. Se podría haber callado. Un Rubin Kazán muy serio en retaguardia y vivo en ataque desquició al Barcelona, que sigue tristón, sin el empuje de antaño, lejos de su mejor forma y sin la fortuna necesaria. Hay quien se atreve a hablar de crisis, o mini crisis, algo que no quieren escuchar en el vestuario. Pero la realidad viene a decir que al equipo de Guardiola le pesan las piernas, la fluidez de ideas no anda como meses atrás y que los rivales saben cómo frenar el preciso engranaje de la maquinaria.
Las cosas se torcieron nada más comenzar. Por entonces, Kurban Berdyev ya se había cansado de agitar su tasbith (rosario musulmán) y de mirar al cielo, buscando el consuelo de Alá. El tiro de Ryazantsev entró como una bala en el marco de Valdés, que se tiró para la foto. El medio se aprovechó de un mal control de Márquez en la zona ancha e hizo que la violencia del golpeo se convirtiera en alegría en su casa. Lógico. Era impensable, pero a los dos minutos ya estaban con ventaja. Muchos creían entonces que el Barça remontaría, que no tendría problemas. Pero no. Cuando se cae el equipo, le cuesta levantarse. Con los ponis frenados, con Leo Messi agotado (física y mentalmente), sin un Pedro atrevido y con Ibrahimovic de espaldas a la portería, el colectivo se veía siempre negado.
El Chori.
Apareció Domínguez en el momento oportuno. El Barça había empatado (golazo de Ibra), cuando el argentino rompió el partido. Se aprovechó de un error de Bojan en la zona ancha para armarla buena. Vio la llegada Karadeniz a la contra, que la rompió ante la salida de Valdés. Entonces la mala suerte se cebó con los culés: Ibra y Touré, al palo. Siguen líderes del grupo, pero este Barça no es el campeón.
El crack
Ryazantsev
Hizo un partido muy serio en la zona ancha y anotó uno de los goles más bonitos de la competición.
¡Vaya día!
Márquez
Un error suyo en la zona defensiva tras un mal control sirvió para que los rusos se adelantaran.
El dandy
Ibrahimovic
Hizo un golazo tras recibir un buen servicio de Xavi. La cruzó de manera sensacional por abajo.
El duro
Noboa
No fue un partido complicado, pero el ecuatoriano, en su afán de frenar a Xavi, se cebó en una ocasión.
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