Grande Giacossa, es verdad es el oligopolio de poder quien la malogra internacionalmente, una vez caido el comunismo es el verdadero mal, el rostro tras el poder, el que domina frente a estados, el que fabrica guerras y males, es la teoria del mal menor, una falacia que le permite vivir, no se cuantos años tenga, no se si viene desde el hundimiento de la armada invencible, no lo se, solo se que debemos combatirlos, No con revolucion, no funcionan, pues no todo el sistema es malo, sino desde la esquina del intelecto y de las ideas.
El simple hecho de estar hablando de esto es un punto menos para ellos una mente menos indiferente ante su poder
Chau.
===================================
Mié. 11 nov '09Craig y “La república de idiotas” (I)
Lea con mucha atención lo que ha escrito Paul Craig Roberts. Merece atención pues el autor no solo es estadounidense, sino que, además, fue secretario adjunto del Tesoro durante el gobierno de Reagan. Sabe lo que dice pues ha habitado en las misteriosas entrañas del poder imperial.
Como usted apreciará, el hombre no solo no es complaciente con las políticas de su país, sino que se muestra realmente horrorizado por los dislates de la época Bush, que aún no han sido corregidos, y por muchos otros errores que se han acumulado en las últimas décadas. El artículo que comentaré se llama República de idiotas y se refiere a EE.UU., su patria. Afirma Craig que el gobierno de su país está tan supeditado a grupos de intereses organizados que ya no responde a los intereses del pueblo que lo eligió. Anuncia que la rabia de los votantes descargará su frustración sobre la figura del presidente, y augura que estos tendrán un solo periodo pues nadie querrá reelegirlos. “Pronto, nuestros presidentes –dice Craig– serán tan inefectivos como los emperadores romanos en los últimos días de ese imperio”. Revela que tanto republicanos como demócratas “vieron oportunidades de crear nuevas fuentes de donaciones electorales privatizando la mayor cantidad de funciones militares. Ahora existen muchas compañías privadas que nunca ganaron un dólar en el mercado y que, sin embargo, se alimentan en el abrevadero público que quita dólares a los contribuyentes mientras carga a los estadounidenses con obligaciones de servicio de la deuda.
Obama heredó una excelente oportunidad para devolver a casa a los soldados de EE.UU. de las guerras ilegales de agresión de Bush. En sus últimos días, el régimen de Bush se dio cuenta de que podía 'ganar’ en Irak colocando a los insurgentes suníes en la nómina militar de EE.UU. Una vez que Bush tuvo a 80,000 insurgentes cobrando la paga militar de EE.UU., la violencia, aunque seguía siendo elevada, disminuyó a la mitad.
Todo lo que Obama tenía que hacer era cantar victoria y traer a casa a nuestros muchachos”. No lo hizo, y no lo hizo, siempre según Craig, porque de ese modo debilitaría el gigantesco negocio del aparato militar-industrial que es, como nadie lo ignora, una inmensa fuente de recursos que van a parar a los bolsillos de quienes ya no tienen espacio para albergar más dinero.
De todos modos, es bueno subrayar que, en Irak, hoy se movilizan 80,000 ex insurgentes cobrando un salario mensual que proviene del Erario estadounidense. Maravillosa estrategia la de Bush: se compró a los adversarios. No a todos, pero sí a una cantidad suficiente como para crear la apariencia de un triunfo militar.
Craig cree que habrá más guerra y que “los votantes ya empiezan a ver lo que vendrá y se están apartando de Obama y de los demócratas. Los independientes que dieron a Obama su confortable victoria se han vuelto en su contra y acaban de elegir gobernadores republicanos en New Jersey y en Virginia para reemplazar a los demócratas. Es un voto de protesta, y no un voto de confianza en los republicanos”.
Paul Craig Roberts, que fue secretario adjunto del Tesoro en el gobierno de Reagan, menciona en su artículo República de idiotas que la Cámara de Representantes de EE.UU. emitió 344 votos condenando el Informe Goldstone. Este documento corresponde a la misión investigadora de la ONU sobre el conflicto de Gaza, y Goldstone es un distinguido jurista judío que ha dedicado su vida a hacer rendir cuentas a cierta gente por sus crímenes contra la humanidad. “Sin embargo, los israelíes lo han satanizado como «judío que se odia a sí mismo» porque escribió la verdad en lugar de propaganda israelí”. El representante J. Kucinich preguntó a sus pares si se daban cuenta de la vergüenza que la votación de condena de Goldstone significaría para la Cámara y el Gobierno de Estados Unidos ante el mundo de aceptar dicho informe. “Este hecho ocurrió la misma semana en la que un tribunal italiano condenó a 23 agentes de la CIA por secuestrar a una persona en Italia. Esta fue entregada a Egipto –socio de EE.UU.–, donde fue retenida y torturada durante años. El caso era tan absurdo que un juez egipcio ordenó, finalmente, su liberación. Una de las agentes condenadas de la CIA, Sabrina de Sousa, dice que Estados Unidos violó la ley al secuestrar a una persona y enviarla a otro país para ser torturada y fabricar, así, a otro 'terrorista’ para mantener activa la patraña terrorista en casa. Sin ella, las guerras norteamericanas por motivos de intereses especiales serían transparentes hasta para los fanáticos de Fox News. La señora de Sousa afirma que “todo lo que hice fue aprobado en Washington” y, sin embargo, el Gobierno no la protegió cuando ejecutó las órdenes del régimen Bush. El dictamen del tribunal italiano –considerando que Italia es un Estado títere comprado y pagado por EE.UU.– indica que incluso nuestros títeres descubren que vamos más allá de lo tolerable.
El ex embajador inglés en Uzbekistán, Craig Murray, describe a este país como un Estado totalitario estalinista apoyado por Norteamérica. Murray vio los informes de inteligencia de la CIA y del MI5 que describían las torturas. “La gente era violada con botellas quebradas, torturaban a los niños delante de sus padres, hasta que estos firmaban una confesión, y hervían vivas a las personas”. Murray informa que a los entregados –por vuelos de la CIA– a las prisiones de tortura de Uzbekistán les decían “que confesaran que eran miembros de Al Qaeda, que habían estado en campos de entrenamiento en Afganistán y que habían visto a Osama bin Laden en persona”.
“Quedé completamente conmocionado”, dijo el embajador británico. “Creía servir a un país ético que, junto a su aliado, tenía integridad moral. El gran bastión angloestadounidense de la democracia y los derechos humanos, que derrotó al nazismo y enfrentó a Stalin, estaba dispuesto a cualquier crimen con tal de maximizar los beneficios”. El embajador supo demasiado y fue despedido cuando lo contó. Recuerdo que el autor de esta nota es un ex funcionario de Reagan. De ahí su inmenso valor testimonial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario