Extraordinario el esfuerzo Catalan, ante un tactico Estudiantes, conciente de su inferioridad futbolistica, pero muy valiente, me gusto xq a mi no me gustaba este equipo de estudiantes, soy un fan de este Barza que ya entro a la historia a la Par de Peñarol de los 60as, Santos de Pelé, Real Madrid de DiStefano, Ayax de Cruyff, Bayern de Beckenbauer, Sao Paulo de Tele Santana, Milan de Arrigo Sacchi, Boca de Bianchi,...despues de 20 años, arriba un equipo que marca epoca., y hubiese sido bien injusto que un equipo SIN ALTO NIVEL futbolistico le baje la llanta a este supercampeon., y sobre todo con algunos records, gano todos los trofeos que disputó, tiene a unos extraordinarios Cracks, En elaboracion iniesta y Xavi, en delantera Henry, el 9 Ibraimovic y de extremo derecho el extraordinario Messi, el unico jugador con tanto talento individual como Maradona, el mejor del mundo, el émulo del ultimo rey del mundo futbolistico...
Estudiantes, era un equipo aguerrido, tacticamente correcto, y como lo demostro a lo largo de la competencia previa: la libertadores, tenia una fortaleza animica increible., y cuenta con un lider que debe de conducir a la seleccion Che, VERON, que gran jugador, es mas lider que Riquelme, pues lo de él sin tener esa sutileza de Roman de cara al goal o de dejar a un jugador con opcion de goal, trasciende el campo de juego, y no es tan facilmente marcable... El apellido Verón debe de tener estudiantes en la piel, y eso me gusta, da un buen mensaje como identificacion que en la actualidad practicamente se ha dejado de lado.
Lo dijo Bilardo, a modo de bajar la llanta al Barza, Los catalanes son los mejores de Europa NO DEL MUNDO, y algo de cierto hay, el sistema de juego que le planteo estudiantes Lo incomodo, PERO el Barza a diferencia de los liricos de antãño tambien esta preparado para guerrita fuerte, sobre todo despues de haberse enfrentao al super Chelsea, su antonimo futbolistico, en semis de champion. Mentalmente, fisicamente y tacticamente su buen sistema de elaboracion, tambien puede anteponerse a la fuerza y el pressing asfixiante, y por momentos le recordaban a Messi que en la seleccion no puede brillar del todo por algo, no? sin equipo que lo alimente o que se mueva, es dificil... Y el primer tiempo Estudiantes adelanto y maniató.
Para el segundo la piernas no podian mas en el campeon sudamericano, y el Barza estrellaba su bien futbol ante una muralla comandada por Veron, hasta que aparece el crack que hoy ratifica que es magico: Messi, aparece cuando MAS SE LE NECESITA o habilita o la mete. (Al final ganaria la bota de oro y la llave al goleador, ademas ese goal de pecho, es una muestra de lo concentrado que esta, Cosa clave en un crack!!!)
El resto es historia, Estudiantes, que ya festejaba termina encajando a dos del final, por intermedio del increible Pedro, y Messi la mete en el segundo suplementario. Chau y a celebrar.
Aplaudamos a este campeon y como reflexion, Bilardo ya debe de haber chequeado como hacerle el pare a equipos como España, no? Emulo o replica a nivel de seleccion del Barza...
Chau.
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Mundialito de clubes Estudiantes 1 - Barcelona 2
Campeones de todo
Sexto título en 2009. Pedro empató en el 88' y Messi, con el pecho, decidió en la prórroga
Moisés Llorens 20/12/2009
Campeones del mundo. Sí. El Barça ya tiene el Mundial de Clubes en sus vitrinas, la única competición que le faltaba para cerrar un 2009 histórico. Copa, Liga, Champions League, las Supercopas de España y Europa y la que ayer cayó. Felicidades. Se lo merecieron, claro. Sufrieron como hacía tiempo que no padecía un equipo en un terreno de juego, con seis canteranos desde el inicio y siete al final, tras 120 minutos de juego.
Con una práctica más bien trabada por el rival y posiblemente tensionados por el momento histórico que estaban cerca de vivir, los jugadores de Guardiola nunca se sintieron cómodos, pero tampoco se vinieron abajo. Hubo ratitos, eso sí, que Estudiantes de La Plata tuvo al rival arrinconado y los cachetes no hacían más que impactar en el rostro y cuerpo de los catalanes. Pero Pedro, siempre Pedro, ya el eterno Pedro, y Leo Messi, esta vez con el pecho, voltearon el marcador, cuando parecía que el trofeo viajaría a La Plata.
Verón comenzó destacando, pero la Brujita fue perdiendo fuerza hasta convertirse en la muñeca de los horrores. Xavi se sintió agobiado, Busquets solo y Keita, que andaba tocado, sólo jugó media parte (entró Pedro). Para entonces, los argentinos ya iban por delante. Boselli, en fuera de juego, cabeceó un servicio de Díaz, que por la izquierda complicaba la vida a Dani Alves. Con espacios, los Pincha se sentían cómodos.
Otra cosa.
Fue la segunda parte. Al Barça no le quedaba más que levantarse. Parecían tener una mala tarde. Se estampaban queriendo entrar por el centro. Los suramericanos que se creyeron sobrados, fueron aculando hasta que se vieron sorprendidos: Pedro y Messi pusieron la firma; el Barça, la fiesta
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El duro
Pérez
El enganche de Estudiantes enloqueció en la segunda parte y le hizo daño a Abidal.
El dandy
Jeffren
Sensacional en los minutos que estuvo en el terreno de juego. Desbordó a Clemente.
¡Vaya día!
Verón
No pudo con las botas al final. Juega muy bien, pero no está para estos altos vuelos.
El crack
Pedro
Desbordó, jugó bien y está en un momento dulce. Henry ya puede hacer las maletas.
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Messi. Elegido como el mejor jugador
20/12/2009
A pesar de no realizar un buen encuentro, Messi anotó el tanto que dio el Mundialito de Clubes al Barcelona y que le valió además para se elegido como el mejor jugador del torneo. Su gol llegó en los últimos minutos de la prórroga tras un gran pase de Alves y un remate del argentino con el pecho. Además tuvo otras tres ocasiones para marcar, pero todos sus disparos se marcharon fuera. No estuvo fino con la pelota en los pies. Es cierto que consiguió completar siete regates, pero perdió el balón en varios de sus intentos. Conectó bien con Xavi y con Ibrahimovic. Con el español completó 38 acciones, y con el sueco 19. Durante algunos momentos del partido, cuando su equipo iba por debajo en el marcador, se le vio algo desesperado por lo que cometió cuatro faltas. Todo su juego lo desplegó fuera del área, y sólo completó tres jugadas dentro del área además del gol
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Laporta: "Nadie nos superará"
20/12/2009
"Es histórico, lo dedicamos a los barcelonistas de todo el mundo. Somos el mejor club del mundo. Nos podrán igualar, pero no superar. Tenemos un modelo de club que funciona. Es un buen momento para entrar en precampaña electoral. Guardiola debe seguir aquí".
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El secreto del éxito es Guardiola
J. J. Santos 20/12/2009
Media hora después de recibir el trofeo, 40 personas formaban un corro en Abu Dhabi. Eran los jugadores, los técnicos, los utilleros del Barça. Viendo la escena me dijo Guillermo Amor, primer gran producto de la cantera culé, que ese es el secreto de este equipo que ha ganado seis títulos en un año: la unión en torno a Pep Guardiola. Ningún otro hubiera sido capaz. Recogió un equipo cansado de ganar y con estrellas dedicadas a los bongos y el baile. Año y medio después ha logrado un grupo unido, sin egos. Pep mamó lo mejor de la Massía y del Dream Team. Y se nota.
No hay otro secreto. Pep personifica todos los misterios de un equipo insaciable, ganador. Las lágrimas de ayer son las que vimos otras veces. Pep es impulsivo, vehemente y vive su profesión a tope. Ojalá dure mucho. Avisaba antes de la final que el futuro se presentaba duro porque a partir de ahora cualquier equipo del Barça sólo aspirará a igualar, nunca a superar, lo que el Pep Team ganó en 2009. Y esa carga resultará pesada, incluso para alguien de la casa como él. Harían bien en mimarle porque, no lo duden, el secreto de este Barça campeón se esconde en Pep.
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Felicita al Barcelona por su 2009 de ensueño
AS.com 19/12/2009
El Barcelona ha hecho historia en 2009, un año de ensueño en el que, bajo las órdenes de Pep Guardiola, ha sumado los seis títulos por los que ha competido. Un círculo virtuoso que comenzó hace 219 días en Mestalla, donde el Barça sumó la Copa del Rey ante el Athletic de Bilbao (4-1). Después llegó la Liga tras ganar por 2-6 en el Bernabéu y a continuación la tercera Champions League, tras derrotar en Roma al Manchester United (2-0) con goles de Etoo y Messi.
Ya en la nueva temporada el Barça ha sumado los tres títulos a los que le dio derecho a participar sus triunfos de la 2008/09: Supercopa de España, de nuevo ante el Athletic de Bilbao, Supercopa de Europa ante el Shakthar y finalmente el Mundial de Clubes ante Estudiantes de la Plata.
Estos seis títulos de seis posibles son un hito en la historia del fútbol mundial.
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Mundial de clubes Barcelona
La prensa mundial se rinde al Barcelona de los seis títulos
La prensa argentina lamenta lo cerca que tuvo Estudiantes la Copa de campeón del Mundial de Clubes, pero se consuela reconociendo como número uno del mundo a su compatriota Leo Messi, autor del gol de la victoria.
AS.com 19/12/2009
"Por algo es el número 1..." Este titular del diario 'Olé' es el ejemplo perfecto del sentimiento de la prensa argentina, que lamenta la suerte corrida por Estudiantes de la Plata en la final del Mundial de Clubes pero se consuela con la figura de Leo Messi, que marcó en la prórroga el gol decisivo y fue elegido mejor jugador del torneo de Abu Dhabi poco después de recibir el Balón de Oro y a dos días de ser galardonado también con el FIFA World Player: "Fue la primera vez de Messi frente a un equipo argentino. ¿Cómo frenar al mejor jugador del planeta? Estudiantes lo hizo durante gran parte de la final. Igual puso la diferencia para el Barsa", asegura Olé, que se pregunta si "¿Quedan dudas de que es el mejor del mundo?".
En cuanto a la crónica del partido, Olé titula "Pinchazo en el pecho" para referirse al tanto marcado por Messi que acabó con las esperanzas de los pincharrata, que estuvieron cerca de ser campeones y dar la gran sorpresa: "El Pincha estuvo a dos minutos del título en los 90, Pedro la metió de cabeza y el Barsa forzó el alargue. El equipo de Sabella soñaba con la hazaña desde el gol de Boselli". Además, se refería al saludo final entre Messi y Verón, amigo suyo y su mentor en la selección albiceleste en las primeras concentraciones del jugador del Barça con su selección: "Juan Sebastián Verón aceptaba caballerosamente el saludo de Lionel Messi, el gran verdugo de la noche de los Emiratos Arabes. En la Ciudad de las Diagonales, también en esa pequeña La Plata a escala trasladada a tierras musulmanas, los hinchas de Estudiantes no podían soportar semejante dolor". Y no se olvida de Pedro, al que dedica un halagador "Un tal Pedro, tan ignoto pero prometedor como la Pulga hace cuatro años, tiraba por la borda la epopeya del León".
Sin salir de Argentina, 'La Nación' habla del partido como "El sueño que no fue", por la remontada del Barcelna: "Era de Estudiantes, pero Barcelona lo dio vuelta y es campeón del mundo". Y por supuesto también tiene palabras para Messi: "El hombre nacido para codearse con la gloria. Finalmente, 'Página 12' se rinde a la superioridad azulgrana: "El pincha no pudo con un Barcelona imbatible".
En Europa, siguen los halagos al despliegue de títulos del Barcelona en 2009. En Francia, 'L'Equipe' habla de un Barcelona "invencible" y "terrible" y se centra en "la hazaña sin precedentes de ganar seis títulos en 2009" para sentenciar que "El Barça es el mejor equipo del mundo". El portugués 'A Bola' se centra también en la figura de Leo Messi: "El mundo a los pies de Messi" mientras que 'La Gazzetta dello Sport' reconoce la gesta del Barça en 2009: "El Barcelona domina el mundo. La temporada perfecta existe, el Bará la completó en Abu Dhabi con un gol con el pecho de Leo Messi, el mejor jugador del mundo". El otro diario deportivo italiano, Corriere dello Sport se expresa en los mismos términos mientras que la web de fútbol de ESPN, Soccernet, habla de un año "histórico" para el Barcelona: "El Barcelona lo hizo de lo forma más dura, recuperándose de una desventaja en el marcador tanto ante el Atlante como en la final ante Estudiantes".
Ya en España, los diarios deportivos catalanes celebran el éxito sin precedentes del Barcelona. "El mundo a sus pies" titula 'Sport', que habla de "lo nunca visto", mientras que 'El Mundo Deportivo' hace hincapié en la capacidad de reacción del equipo azulgrana cuando tiene que jugar con el marcador en contra: "Fe inquebrantable. Pedro la ha vuelto a liar", y termina con un elocuente "¡¡Visca el Barça y Viva la Vida!!", en relación a la canción de Radiohead con la que Pep Guardiola motiva a sus jugadores en el vestuario
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ENTREVISTA Guardiola
"No hay fuerzas para repetir"
M. Llorens 20/12/2009
¿Hay mejor manera de marcar un gol con el corazón en el minuto 109?
Ganar así es muy épico. Fue Estudiantes un rival muy duro. Lo conseguido fue muy complicado, muy difícil de pelear. Felicité a la plantilla por estos 16 meses tan maravillosos. Nos ganamos el respeto de la gente, después de jugar muchas veces bien. Es sensacional poder recompensar a la gente que se esfuerza en venir a vernos y en pagar sus abonos. También quiero agradecer a los que ya no están con nosotros, ellos también hicieron cosas muy buenas.
¿Qué nos dice de Pedro?
Él siempre está allí. Tiene mucha amplitud y esfuerzo.
¿Las lágrimas?
Eso me lo quedo para mí.
¿Ya es el mejor entrenador de la historia azulgrana?
Hicimos el mejor año de la historia del club. Somos un club que llevar Unicef nos hace diferentes. Eso es sensacional pagar en vez de recibir. Se lo dedico a los jugadores y a Evarist Murtra, que me apoyó mucho. No me veo con fuerza de repetir seis títulos. Mis jugadores fueron amateurs, en el buen sentido de la palabra: juegan porque les gusta.
¿Qué comentó en el descanso?
En el descanso les dije que estaban siendo muy tiernos. Sacamos un hombre de la zona ancha, ya que nos cerrábamos nosotros mismos.
¿Y ahora, qué?
Puede venir un bajón, sí, pero lucharemos para que no sea así. Todos seguiremos trabajando muchísimo. El talento ya lo tienen. El día que ellos decidan que no siga tendré que irme. Ahora lo que necesito es descansar estos días de Navidad.
¿Jeffren se presentó al mundo?
Merecía algo así
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mundial de clubes estudiantes 1 - barcelona 2
Messi cierra el círculo perfecto azulgrana
El Barcelona ya tiene el Mundial de Clubes, la vieja Intercontinental que faltaba en su palmarés, después de una final dramática en la que estuvo derrotado y revivió de la mano de, otra vez, Pedro. El canario marcó sobre el tiempo reglamentario y en la prórroga el Barça empujó con todo ante un Estudiantes fundido. Messi, desaparecido hasta el tiempo extra, marcó en plancha y con el pecho el gol que culmina un 2009 conjugado en blaugrana pluscuamperfecto: Copa, Liga, Champions, Supercopa de España, Supercopa de Europa, Mundial de Clubes.
Juanma Rubio 19/12/2009
Era a priori uno de esos partidos especiales, de los que invitan a verlo con un punto de pompa, el espíritu con el traje de los domingos y calzado impoluto. Uno de esos, en fin, que están en la agenda de la historia del fútbol, que se escribe en directo ante los ojos de quienes quieran mirar. Pasarán años y en esa ingente reunión de cifras e historias, pequeñas y grandes, que componen la línea de vida del deporte rey, quedará un tomo al que la perspectiva del tiempo sacará brillo y pondrá nombre. Será la historia del equipo perfecto, del año azulgrana, de los seis títulos sobre seis posibles. Será la historia del hambre, del estilo y de una fuerza motriz a la vez barroca y brutal, el maridaje de arte y trabajo obsesivo, cuestión que suele estar detrás de toda gran obra.
Y este Barcelona lo es; Es una obra inmensa que ha traspasado su última frontera ante Estudiantes de la Plata: su primer Mundial de Clubes, la vieja Intercontinental en versión crematística 2.0. La única mácula en su currículum borrada de un plumazo para completar un año que parece un sueño en blaugrana pero que ha sido, mucho más que eso, un relato de fútbol hermoso sellado con un resultado pluscuamperfecto. Guardiola, como Isaac Newton, ha visto más lejos porque ha viajado a hombros de gigantes. Su Barcelona, este equipo triunfal, conjuga la firma de autor con el respeto a una tradición y una filosofía innegociable: Michels, Cruyff, Rijkaard... una hoja de ruta de esencia holandesa que ha adquirido toda su dimensión en un tipo de Santpedor que ha pasado 25 de sus 38 años ligado al Barça, en el que es parte y todo, la conjugación final de una política integral y ejemplar de cantera: La Masía, escuela de fútbol y sala de máquinas que empuja a este equipo hacia el infinito. La Masía como en Roma o Mónaco, también puso su bandera en Abu Dhabi, esta vez con la rúbrica de Pedro, mucho más que un jugador talismán, y Messi, mucho más que el actual Balón de Oro.
Un primer tiempo fantasmal
Durante muchos minutos y hasta el 89 la canción, con hiel en la garganta, era así para el aficionado azulgrana: Sao Paulo, Internacional... y Estudiantes de la Plata. El viejo orgullo pincharrata tuvo en jaque a un Barcelona que necesitó una oda épica y una refundición de sus valores para remontar una final que tuvo literalmente perdida. Desde el alambre, casi desde la tumba, volvió el Barça para ganar el sexto título y seguir sin perder ninguna guerra, apenas un puñado de batallas menores.
Porque durante muchos minutos al Barcelona se le atragantó la guinda, estuvo cerca de un traspié en los postres, una nota desafinada en el bis, un error de logística a escasos minutos de la gran fiesta. Sea como fuera, lo cierto es que mereció durante la primera parte casi la derrota, sin duda el susto. Convirtió el césped en tierra yerma, lento y obtuso, sin aire y cansado: una taza de carga física, dos de desgaste mental. Tantos partidos, tantas finales, tantas citas en las que no se puede fallar, tantos y tantos minutos moviendo el balón contra rivales indistinguibles que son murallas móviles que basculan como escuadrones y se dan relevos de los campos de España a los de Europa hasta llegar a Abu Dhabi...
Durante muchos minutos, este Barcelona que ya no vive en la excelencia perpetua entró en encefalograma plano sin movilidad, recibiendo al pie, con Messi desubicado, Xavi colapsado, Ibra estático y Henry desaparecido. Sólo Alves, sin trascendencia, agitaba a un equipo que ni monopolizaba el balón ni vivía en el balcón del área de Albil. Estudiantes vivió en esa primera parte demasiado cómodo en su rol, todos trabajando, Verón repartiendo las cartas y el espectáculo, claro, en el teatro. La medalla para el equipo argentino fue borrar cualquier rastro de fútbol, esta vez con la sorprendente colaboración de un Barça que no disparó, dato tan alarmante como inaudito, ni a puerta ni fuera en esos 45 oscuros minutos. Con todo, la figura más relevante de ese primer tiempo fue el colegiado Archundia. El mexicano escamoteó un penalti a Xavi por derribo de Albil y concedió en fuera de juego el gol de Boselli, que llegó por lo demás en un testarazo excelente y fue, valga también ese dato, el primer disparo de Estudiantes.
Agonía y éxtasis
En la segunda parte el Barcelona se desangró con una emotiva mezcla de orgullo e impotencia hasta que se reencontró y se rebeló contra el fracaso. Se activó gracias a la entrada de Pedro, que agitó conciencias y puso en marcha las turbinas de la circulación sanguínea en el organismo culé. Ibrahimovic y Henry despertaron y Estudiantes, ya a años luz del balón, boqueó cada vez más incómodo. La tormenta azulgrana no fue perfecta porque Messi no terminaba de entrar en juego y Xavi seguía muy custodiado. Pero el Barça acumuló méritos: robó arriba, tocó rápido, abrió a las bandas y tuvo profundidad. Así llegaron los remates fallidos de Ibrahimovic o las jugadas de un eléctrico Pedro que, con su ángel de la guarda siempre de guardia, apareció en el 89 para rematar de cabeza en el segundo palo y resucitar la final. Justicia por esos 45 minutos, por los errores arbitrales, por el agotamiento de Estudiantes, por la carga total de un Barça ya con Touré y Jeffren en el campo.
Llegó la prórroga con el Barcelona desatado y Estudiantes convertido en una muralla exhausta que por fin se agrietaba colgada de Verón, ya sin gasolina para impulsar su incuestionable fútbol. Sin oxígeno, el equipo pincharrata resistió 20 minutos de alargue hasta que Messi, que apareció en el tiempo extra liberado por la asfixia rival, remató en plancha y con el pecho, casi con el escudo, el gol de la victoria. Después hubo avisos en la portería de Valdés, apenas un par de sustos, pero la suerte de la final ya estaba sellada y cerraba un círculo que comenzó hace 219 en la final de la Copa del Rey, si se apura en aquella previa contra el Wisla en la que nació oficialmente la era Guardiola. Desde entonces, todo: Copa, Liga, Champions, Supercopa de España, Supercopa de Europa... y Mundialito de Clubes. Dice Guardiola que el futuro de este Barça quizá pinte negro. De lo que no hay duda es de que el presente, enmarcado en este mágico 2009, resulta pluscuamperfecto
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El récord del Barça y la furia del Madrid
ALFREDO RELAÑO 20/12/2009
El Barça lo hizo. ¿Cuántos años pasarán para que alguien lo repita? El sexto título, el que confirma la perfección, lo consiguió además de una manera heroica. Estudiantes se manejaba bien y se adelantó (en fuera de juego, por cierto, y antes le habían birlado un penalti a Xavi, lo que me hizo pensar que el grondonato es más poderoso que el villarato en el mundo mundial). El Barça no se veía. En el descanso nada estaba claro... salvo para Guardiola, que movió ficha, cambió el equipo con la entrada de Pedro y el deslizamiento de Messi hacia el medio campo y todo cambió. Ya sólo era cuestión de esperar.
En el primer tiempo Estudiantes había tirado dos veces y el Barça una. En el segundo, el Barça tiró diez y Estudiantes ninguna. El gol tardó en llegar, pero es imposible tirar tantas veces el dado sin que salga el seis, y salió. Pedro otra vez, el chico talismán de este año inolvidable, que cerró Messi con un gol hecho con el escudo. Fue un remate de fábula, sólo mejorado por la ruptura final de Guardiola, llorando de plenitud. Hay mucho trabajo para llegar ahí. Y el movimiento que hizo ayer en el descanso fue maestro, como tantas cosas que ha hecho. El Barça ha establecido una marca gloriosa, inimaginable.
Y el Madrid se rebela. Ayer todos los goles se le hacían pocos porque tiene prisa por quitar al Barça de ahí. Éste, por cierto, es el juego que gusta en el Bernabéu, y espero que viendo este partido todo el mundo comprenda por fin de qué hablaba Pellegrini. El Barça está en el techo del mundo, el Everest, pero el Madrid está dispuesto a quitarle de ahí, por eso tanto esfuerzo con el partido ya resuelto, en busca de ese seis simbólico, el número del día. Las tribus indias medían su grandeza por la de sus enemigos. Madrid y Barça llevan un siglo haciéndose mutuamente más grandes. Y que siga.
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DIARIO OLE
Pecho argentino
Lionel Messi, con un gol de crack, llevó al Barcelona al título y postergó el sueño de su amigo Verón. "Definí así porque el arquero estaba a contrapie", explicó el mejor del mundo.
Quiso el fútbol que por dos minutos no fuera argentino y que con un pechazo sepultara el sueño de una noche de verano de Estudiantes. Quiere el fútbol entronizarlo como el mejor, porque mañana recibirá el FIFA World Player, trofeo que se sumará al Balón de Oro, al de mejor jugador de la Champions League, mejor jugador del Mundial de Clubes... En España no pueden entender cómo es que en la Argentina se discuta a Lionel Messi, a su aura, a su magia, a su impronta, a su repentización, a su zurda, a su gambeta, a su cabeza, a su pecho. ¿Pecho frío yo? Sí, frío como una barra de hielo lo tuvo para que la pelota explote en su humanidad y se hunda en el arco del Pincha. Y darle así al Barcelona el único título que le faltaba, el colofón de un año para el equipo culé en el que no gana más trofeos simplemente porque la semana próxima es Navidad. Como lo hizo con un testazo contra el Manchester United en la final de la Champions League. Si hasta con la mano la metió en un derby con el Espanyol de 2007... "Opté por tocarla con el pecho porque el arquero estaba a contrapie", explicó la Pulga. Y lo gritó con el alma, como corresponde, sin reparar que enfrente había argentinos, porque -como corresponde- debía estar consustanciado con la causa barcelonista. Y como corresponde le ofreció un saludo sencillo pero sentido a Verón, porque no había palabras ni consuelo que pudieran, en ese momento, cerrar la herida de la Bruja. Justo le tocó ser verdugo de uno de los escuderos que tiene en su cruzada por demostrar su argentinidad ante un pueblo que lo mira con recelo. El que lo invitó a comer a su casa de La Plata cuando lo vio deprimido por su bajo nivel en la Selección. No podía tener piedad Messi en esta noche de Abu Dhabi. No debía. No lo merecía. Ya tendrá tiempo Lionel de revancha, incluso de reivindicarse con su amigo Verón, de guiarlo hacia una alegría que atenúe los efectos de esta derrota. Que sirva de lección.
Quiso la dinámica del partido que Messi fuera decisivo en el tramo decisivo. En la definición, cuando en el rival el músculo estaba al borde del colapso y la cabeza estallaba en mil pedazos pensando cómo conseguir más energías. Porque poco había mostrado hasta que explotó en el suplementario. Es el beneficio de jugar en un equipo que secuestra la pelota: siempre hay un plus de energía.
Quiso Benito Archundia que Messi estuviera en la cancha para dar esa arremetida de pecho, porque sólo el juez entendió que Leo debía seguir en el partido cuando, ya amonestado (por simular una infracción en un roce, justo, con Verón), le dio un planchazo a Matías Sánchez y mereció irse a las duchas cuando el Barsa aún perdía. Reacción innecesaria y negativa para el fair play pero que muestra en Leo un cariz que hasta satisface a quienes le piden pruebas de carácter, el que siempre tuvo el Diego Maradona futbolista. Hay que tomar esa enegía y usarla en plan positivo.
Quiso Lionel Messi que el campeón fuera Barcelona y no Estudiantes. Por su decisión para arrancar hacia el arco cuando Dani Alves envió el centro al corazón del área. "Hoy no nos damos cuenta de lo que hemos conseguido, aunque será difícil que otro equipo lo repita", dijo entre tanta burbuja festiva. Tardará en cicatrizar la llaga que le abrió al Pincha, pero esa mitad de La Plata tal vez entienda en unos meses el beneficio de que ese pecho sea argentino.
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"Por cómo festejaron algo asustados debían estar..."
A Verón, el corazón de Estudiantes, no le gustaron algunas cargadas de los campeones. "El único reproche es que no terminó antes"...
MARTIN PERTIERRA mpertierra@ole.com.ar
"Toda la gente, como nosotros, tiene el sueño y la ilusión. Por eso tenemos que entregar el corazón. A partir de hoy, muchachos, ¡el corazón!"
Corazón.
Si algo no se le puede reprochar a Juan Sebastián Verón es que fue, de pies a cabeza, corazón. Las imágenes de su arenga al plantel en la previa al partido con los coreanos conmueven, penetran en lo más profundo. Se nota en sus palabras, en la atención de todos, lo que significa la Bruja para Estudiantes. Es, claro, el corazón del club, el amo y señor, el dueño futbolístico del mejor equipo de América, del segundo mejor del mundo, el que estuvo a 120 segundos de arruinarle la noche al Barcelona. "Nos faltó... Nos faltó eso, dos minutos", dice Juan Sebastián, resignado, pero con el orgullo a salvo, la cabeza en alto.
Como Lionel Messi a la victoria (hubo beso final y dijo que se mereció el título), Verón le pone el pecho a la derrota. El es el que habla para explicar los motivos y las sensaciones del 1-2, para bancar a sus compañeros "por el esfuerzo, porque todos corrieron y hay muchos chicos". La Bruja se expresa con tranquilidad. Y conforme: "Estoy realmente contento. Mantuvimos el prestigio de Estudiantes. El hincha se debe haber sentido conmovido por lo que vio", dice. Y admite: "Perder estaba entre las posibilidades, jugamos contra un equipo... Todos saben lo que es. Con nada te define un partido, tiene variantes adentro de la cancha y en el banco. Muchos pensaban que nos goleaban y estuvimos a dos minutos de alcanzar el sueño".
Verón se emociona cuando piensa y habla de esos hinchas que acompañaron al equipo aquí y allá. "Les agradezco por el aguante. No sé si la palabra es disculpas, pero no pudimos concretar la ilusión", lamenta. Hay cierto pesar en sus palabras, bronca por lo que les escapó. "Estuvimos ahí", dice y repite. "A dos minutos", insiste. Valora al rival, reconoce los méritos del mejor del mundo, pero también enarbola la bandera del espíritu de Estudiantes (y nada, o todo, de Animals): "Por la calidad del equipo al que enfrentamos, me voy tranquilo. Ellos en ningún momento sintieron suyo el partido. Hicimos un planteo muy bueno, corrimos todos, no tenemos reproches. O... El único reproche es que no haya terminado antes el partido. Hubiéramos ganado... Pero al final ya no teníamos piernas. Jugamos con el alma".
Y el corazón. Herido por la gloria que se escapó y por algunas gastadas de los campeones. "Nos mostraban la Copa en la cara y nosotros no dijimos nada. Nos portamos como caballeros. Por cómo festejaron, un poco asustados debían estar, ¿no?".
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No lo quiso echar
Archundia debió expulsar a Messi, pero le pesó el tamaño de la figura. Después, cumplió.
No fue un mal arbitraje el del mexicano Benito Archundia. Tuvo una correcta conducción del partido, con la ventaja que no tuvo jugadas demasiado complejas para definir y que los jugadores tuvieron un comportamiento ejemplar. Me llamó la atención cómo Estudiantes se defendió con armas limpias, y, si bien hizo tiempo en algunos pasajes, no fue exagerado. Sin dudas, el Pincha dejó una muy buena imagen porque no perdió la línea y cayó con dignidad.
Volviendo a Archundia, corrigió claramente la tendencia que se vio en el arbitraje del partido de Estudiantes frente a los coreanos. Si bien es cierto que Pohang Steelers pegó mucho, el juez sacaba tarjeta por cualquier cosa. Ayer el mexicano no cayó en esos excesos y estuvo equilibrado.
En cuanto a las decisiones más polémicas, yo le doy la derecha en el gol de Estudiantes. Es cierto que por TV se ve que Boselli está adelantado por un brazo, pero muchas veces la imagen engaña, y hay que tener en cuenta que el delantero entró al área apareado con dos defensores. Es muy difícil para un árbitro y un línea ver una jugada así, por lo tanto era imposible cobrar otra cosa que no sea gol. El mexicano tampoco dudó en un par de jugadas que parecieron penal y no fueron. A mí me enseñaron que nunca hay que cobrar un penal que después hay que explicar...
La jugada más controvertida, y que terminó siendo clave, fue la segunda amarilla que no le mostró a Messi. Y a mí me parece que el mexicano nunca tuvo intención de expulsar a un jugador del peso mediático del delantero del Barcelona. Messi había sido amonestado por simular, y después metió una plancha clarita. Ahí no hay lugar para las interpretaciones: es segunda amarilla y expulsión. Lo más grave es que hay una orden directa de la FIFA de evitar los excesos, y éste fue un claro ejemplo de eso. Yo creo que a Archundia le pesó el hecho de no estar acostumbrado a dirigir figuras de este calibre y se notó
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ESTUDIANTES 1 - BARCELONA 2
¿Lo que quiso o lo que pudo?
La chapa dice que Barcelona le ganó a Estudiantes y salió campeón, pero el planteo del Pincha dejó tela para el debate. ¿Estuvo bien o mal? ¿Debió hacer otra cosa o no tenía con qué? Olé lo discute y opina.
El desgaste fue mental
Estudiantes hizo lo que pudo hasta donde pudo y demasiado aguantó: tuvo un digno papel ante el mejor equipo del mundo. Porque el Barcelona es el tiki tiki superlativo, es el tiki tiki sublime, y lo diferencia, sobre todas las cosas, que cada uno de sus jugadores interpreta un estilo al que jamás traicionan. Ellos llevan en la sangre una idea absolutamente incorporada, ya que desde los 12 años juegan a lo mismo. Por eso, a fin de cuentas, considero que ganó el que mejor jugó.
Lo que intentó, y logró hasta cierto punto Estudiantes, fue cortar la paciente circulación del balón que pregona el Barsa, poniéndole una marca encima a Xavi. Pero el de Guardiola es un equipo que hace gala de lo colectivo, que tiene más de un cerebro en su plantel y, de tanto tocar y tocar, te termina desgastando mentalmente. No es fácil correr todo el partido atrás de la pelota. Igual, a la larga, la merma fue más mental que física.
El Barcelona no la pasó bien en la primera etapa, es cierto, aunque también necesitó de ese tiempo para estudiar a un rival desconocido. Para marcar y reducir espacios, los equipos argentinos, por gen y viveza, cuentan con muchos más recursos que los europeos. Y el Barsa tardó lo que tardó hasta encontrarle la vuelta. Con las entradas de Touré y Pedrito se terminó el partido: a partir de ahí, sólo hubo que esperar al empate porque después de eso, inevitablemente, vendría el triunfo de los españoles.
Angel Cappa
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Repetilo en Sudáfrica
Messi cerró el mejor año de su carrera con un gol clave y otra vuelta. En el 2009 la Pulga hizo 38 goles en 54 partidos. La metió en cuatro de las cinco finales del Barsa y ganó los seis torneos que jugó. Así te queremos en el Mundial.
Sin dudas será difícil poder superar este 2009 de Lionel Messi. Hasta para él mismo será complicado subir la vara que mide su talento. Tal vez el año que viene pueda consagrarse campeón del Mundo con la Selección y ahí sienta una alegría similar a la que experimentó en el mejor año de su carrera. Es que no le quedó vuelta olímpica por dar con el Barcelona y encima fue determinante en cada uno de sus títulos.
El primer partido del año fue por los octavos de final de la Copa del rey y Leo sentó las bases de lo que sería su 2009. Con tres goles liquidó al Atlético de Madrid y encaminó a su equipo a un título que se le negaba desde hacía 10 años. La eficacia en la Liga continuó y en apenas cuatro partidos ya la había metido en cinco oportunidades. Al final su Barcelona se quedó con esa Liga marcando el récord de 105 goles y para Messi fue su mejor producción con 23 gritos en 31 partidos. Incluyendo dentro de su marca, los dos que le hizo al Real Madrid en la histórica goleada Culé por 6 a 2. La primera final del año fue precisamente por la Copa de su Majestad. Ante el Bilbao la Pulga jugó un gran partido e hizo uno de los cuatro goles del equipo de Guardiola para conseguir la primera Copa del año. Y catorce días después otra vez se ganaba las tapas de todos los diarios y justamente en el torneo de clubes más importante del mundo. Con una actuación brillante, y un gol, le amargó la noche al Manchester y levantó la Champions, el segundo título del año. Y eso que recién estábamos por el mes de mayo...
La temporada 2009/2010 tuvo como apertura la Supercopa de España y la de Europa. La primera de las víctimas fue el Bilbao, el mismo que había caído en la Copa del Rey ahora se rendía a los pies de Messi. Dos goles de la Pulga, triunfo 3 a 0 del Barsa y tercera copa. Cinco días después el Shaktar se cruzó en el camino del Lionel y obviamente también resultó una víctima. Aunque en este partido el argentino no pudo meterla, su equipo se quedó con la cuarta vuelta olímpica. Hasta entonces la Pulga había jugado cuatro finales y ¡en tres había metido goles! Sin embargo se tenía reservada su mejor producción para los últimos dos partidos oficiales del año. Mientras la presente temporada sigue su curso en España, Messi se preparó con todo para el Mundial de Clubes y no defraudó a aquellos que lo eligieron cómo el mejor de todos. Dos partidos jugados, 157 minutos, dos goles. Uno el más importante, le dio al Barcelona la sexta copa del 2009. Así se fue soñando con un 2010 similar. Con el desafío del Mundial como meta número uno, Messi rompió todos los récords. Ahora la falta la copa con la Selección. Qué en Sudáfrica cumpla su deseo...
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Por algo es el N° 1...
Fue la primera vez de Messi frente a un equipo argentino. ¿Cómo frenar al mejor jugador del planeta? Estudiantes lo hizo durante gran parte de la final. Igual puso la diferencia para el Barsa.
¿Quedan dudas de que es el mejor del mundo? Para los que todavía no lo creen, él se encargó de dar una muestra más. Estuvo en el lugar y en el momento indicado para convertir y darle el Mundial al Barsa. Es que pedirle que la rompa todo el partido es ridículo, porque sus rivales le están encima como las cámaras y no se lo permiten. Pero apareció cuando aparecen los que son tocados por la varita mágica, eso lo hace el mejor.
Messi estuvo impreciso en el primer tiempo, no pudo mostrar todo lo que sabe. Estuvo bien marcado por Germán Ré y el uruguayo Juan Manuel Díaz. Los dos defensores lo tuvieron alejado del arco de Albil. El rosarino arrancó tirado por la derecha, bien pegado a la raya y tocando rápido. Sin embargo, no consiguió protagonismo y recién pasado el cuarto de hora realizó el primer tiro al arco, cuando se desplazó para el centro de la cancha. El remate fue despejado por Desábato. Después de ese intento, lo amonestaron por simular a los 21 minutos y desapareció del partido.
Lionel cambió en la segunda parte y arrancó tirado de enganche a las espaldas de Rodrigo Braña. Intentó una pared con Pedro pero cerró bien el arquero Pincha. El rosarino levantó un poco el nivel y al equipo español que atacó más. Pasado los 15 realizó una buena apilada y repitió cinco minutos más tarde cuando fue cortado por Christian Cellay.
En el primer suplementario recibió una dura infracción de Desábato, que él mismo ejecutó y salió apenas arriba del travesaño. Y apareció a los cinco pero remató desviado. En la segunda prorroga, cuando los de Estudiantes se descuidaron, llegó lo que se esperaba de Lio: el gol de la victoria. Ese gol que lo dejará en la historia por ser el primer título mundial del Barcelona
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MUNDIAL DE CLUBES
Pinchazo en el pecho
Estudiantes soñaba con los penales en Abu Dhabi, hasta que apareció Messi y definió de pecho ante Albil, en el segundo suplementario. El Pincha estuvo a dos minutos del título en los 90, Pedro la metió de cabeza y el Barsa forzó el alargue. El equipo de Sabella soñaba con la hazaña desde el gol de Boselli.
MARTIN MACCHIAVELLO
La escuela de Estudiantes jamás hubiese permitido algo así. Pero la lágrima no deja de ser una gotita de catarsis, la expulsión de un sentimiento. De los buenos, de los malos. Pep Guardiola estaba que ya no podía más. Del otro lado, detrás del lado oscuro de la luna de Abu Dhabi, en el lado oscuro del corazón platense, el llanto ganaba una escena que en 1 y 57 no está catalogada como válida. Conmovido, golpeado como pocas veces, Juan Sebastián Verón aceptaba caballerosamente el saludo de Lionel Messi, el gran verdugo de la noche de los Emiratos Arabes. En la Ciudad de las Diagonales, también en esa pequeña La Plata a escala trasladada a tierras musulmanas, los hinchas de Estudiantes no podían soportar semejante dolor. A falta de dos minutos, incluso no jugando del todo bien, aguantando más de la cuenta, el 1-0 significaba para Estudiantes su segundo título del mundo en 41 años. Un tal Pedro, tan ignoto pero prometedor como la Pulga hace cuatro años, tiraba por la borda la epopeya del León. Y el propio Leo, cuándo no, le clavaba al pueblo Albirrojo un Pinchazo en el pecho. Porque el pecho de Messi fue un aguijón en el segundo tiempo suplementario...
Primereó pero... ¿Para qué?
La clave de Estudiantes en el primer tiempo excedió esa mixtura entre lo preciso y lo precioso. Fácil sería reducir un campeonato del mundo, que pudo haber sido el segundo en 41 años, a un centro milimétrico del uruguayo Juan Manuel Díaz y al cabezazo feroz del solitario Mauro Boselli, quien ni en sueños se imaginó una noche, ni en mil y una noches, metiendo semejante testazo ante la marca de Puyol y la sombra de Abidal. O también a la vana protesta por un pseudo penal de Albil a Xavi, en un polémico mano a mano...
Lo del Pincha fue más allá. Lo mejor de un Pincha, se insiste, que tácticamente dio un golpe de estado sobre su memoria reciente fue haber reducido conceptualmente a Barcelona a un equipo del montón. A cualquiera de esos que viaja al Camp Nou a robar un puntito sin suerte. A un equipo sin tanta criptonita ni pirotecnia futbolera. Ni Galácticos, lógico, ni nada. Los de Sabella, con otro presupuesto y con otra mística, tanto embarullaron al cinco veces campeón catalán 09 que jamás encontró una línea. Ni la pelota, su máximo tesoro, ese pedazo de cuero redondo que emboba e hipnotiza rivales. Bah, hasta ayer. Bah, por los primeros 36 minutos de juego. Todo fue, por un rato, allá lejos, en Abu Dhabi, el reino del revés. Un Messi amonestado por simular un foul de Verón, un nervioso Ibrahimovic haciéndole infracciones de ataque al Colorado Ré... En los platenses, justamente, haber seguido un camino –más allá del pizarrón de siempre atornillado en la hoguera- les permitió la ventaja parcial. Y todo valió. Desde el modelo blanco made in Old Trafford hasta las palabras guerreras de la Brujita hechas acción: a los 10 segundos de juego estaba trabando la bola como si fuera la última vez... Sin embargo...
Si no pateás, no mojás
Como en La Plata jugó Estudiantes el complemento aunque la chapa del estadio decía algo así como Zayed Sports City. Aguantó atrás. Se afeó. Y jugó su ficha a la supervivencia mientras se agrandaba con el "Estudiooooo, Estudiooooo...", que bajaba de los cuatro costados. Fue pura estrategia y fortuna. Hasta donde le dio. Verón jugaba como la Selección se lo pide y Messi, por una vez en la vida, habrá sido entendido por la prensa Culé que continúa aferrada a su orgullo sin comprender el por qué de la crítica del otro lado del Océano...
El Barsa recuperó la memoria pero dejó el juego en el hotel. Tuvo chances de sobra para empatar. Pero no lo hizo. Como tampoco pudo con el Rubin Kazan por la Champions y el mundo se le hizo en contra. Pero el Mundial de Clubes es otra historia. Una historia que escriben los que ganan. Quién quiera que sean. Más allá de las llegadas del sueco Zlatan, las quejas por dioses del ballet de Guardiola, los pitazos para la moviola del mexicano Archundia (como si la reencarnación del viejo Codesal le pidiese equilibrio histórico), las pifias del prodigioso chavalito Pedro debajo del arco, alguna rara salida de Albil (menos ruidosas que sus buenas tapadas), los ataques inconclusos que con un 4-5-1 escasean todavía más... Sin embargo, el propio Pedro hizo de estas líneas un simple boceto. Un montón de conceptos para abollar y tirar a la papelera de reciclaje. A falta de dos minutos para volverse a casa sin las seis coronas anuales buscadas, anticipó de cabeza a Albil tras un ollazo desesperado bajado por un Piqué que fue a buscar el suplementario de 9. Y lo consiguió. El Chavo Desábato se comía la camiseta. Tenía 30 minutos para masticarla. De digerirla, claro, ni hablar. Encima, el segundo tiempo los sorprendió sin patear ni un tiro al arco...
Media hora, caramelo catalán
Los Blaugranas pisaron la prórroga con el piloto automático puesto. A Estudiantes le costó correr con 11 mazas golpeando cabezas. Encima, de golpe, Messi despertó y mostró sus primeros dos tiros al arco (un tiro libre y uno frontal que terminó muy cerca del palo derecho de Albil). El tercero, en el inicio del segundo tiempo suplementario, fue una obrita de arte para el pibe que se terminaría ganando el Balón de Oro, el MVP del partido. Centro por derecha de Daniel Alves y el rosarino que se tiró de palomita y puso el 2-1 de pecho... La tercera fue la vencida, la colectivamente merecida...
Con Albil buscando el cabezazo en la última pelota, el Pincha recuperó el sentido del juego. Provocó, al menos en una jugada, a Víctor Valdés. Fue la última, la del estribo, la del trillado tiro del final que jamás saldría. Tiro libre con rosca de Verón y peinada de Desábato que besó el poste. Ya podía terminar de comerse su camiseta. Entre llantos. Igual, no le bajaría. Ese Pinchazo en el pecho todo lo podía...
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