Y como decia, la liga ya casi ganada, la copa del Rey en el bolsillo, solo queda LA FINAL DE LA CHAMPIONS y ha hacer de este Barza quiza el mas grande de todos los tiempos, Faltaria solo el mundial de Clubes y la REcopa,...
Puede ser puede ser
Chau
-----------------------------------
Diario AS
Copa del Rey Athletic 1 - Barcelona 4
El rey recupera su trono
El Athletic sorprendió al Barça en la primera parte, impuso su fuerza, no le dejó jugar y se adelantó con un tanto de Toquero. Touré rescató al Barcelona antes del descanso con un golazo. En la segunda parte los de Guardiola fueron un vendaval. Messi, Bojan y Xavi culminaron la remontada y dan a la era Guardiola su primer título. El Barcelona sigue siendo en solitario el equipo con más Copa del Rey en sus vitrinas.
El rey recupera su trono
El Athletic sorprendió al Barça en la primera parte, impuso su fuerza, no le dejó jugar y se adelantó con un tanto de Toquero. Touré rescató al Barcelona antes del descanso con un golazo. En la segunda parte los de Guardiola fueron un vendaval. Messi, Bojan y Xavi culminaron la remontada y dan a la era Guardiola su primer título. El Barcelona sigue siendo en solitario el equipo con más Copa del Rey en sus vitrinas.
CRISTO MARTÍN 13/05/2009
El Athletic sorprendió al Barça en la primera parte, impuso su fuerza, no le dejó jugar y se adelantó con un tanto de Toquero. Touré rescató al Barcelona antes del descanso con un golazo. En la segunda parte los de Guardiola fueron un vendaval. Messi, Bojan y Xavi culminaron la remontada y dan a la era Guardiola su primer título. El Barcelona sigue siendo en solitario el equipo con más Copa del Rey en sus vitrinas.-->
Ya tenemos campeón. El Barcelona de Guardiola, el mejor equipo del mundo, o al menos el que mejor fútbol practica, se ha coronado como el mejor en el torneo del K.O. después de doce años, y lo ha hecho, como no podía ser menos, atropellando literalmente a un rival que aguantó hasta que fue desbordado por el fútbol de un equipo inconmensurable. El Barcelona comienza oficialmente su carrera hacia el triplete. El primer título para Guardiola y el que debe abrir una era en 'Can Barça'. Se acaban los calificativos para este equipo, pero hoy se le puede aplicar uno que hasta el momento no se había ganado. El de campeón
No menos se lo merece el Athletic. Bravo estuvo el equipo de Caparrós. Tanto que llegó a imponerse a base de garra a un rival ante el que se sabía inferior. Pero el mayor beneficiado es un torneo que durante años ha estado devaluado. La Copa ha vuelto a ser este año GRANDE con mayúsculas. Por la intensidad con que se ha vivido en las fechas previas desde ambas ciudades, especialmente desde Bilbao, por la fiesta vivida en la capital del Turia desde varios días previos al choque, y por la fiesta que se ha vivido en la noche de hoy en el estadio valencianista. Con un único pero, los pitos al himno nacional en los prolegómenos del encuentro. Tan bochornoso como reprochable, poco más se puede decir.
Un Athletic enrabietado
Una vez que Medina Cantalejo indicó el comienzo del encuentro, ocurrió lo que se llevaba vaticinando desde que se conoció el nombre de los dos finalistas. Un equipo, el Baracelona, que quería el balón, y otro, el Athletic, que quería que el balón lo tuviera el Barcelona. La gran disyuntiva del encuentro estaba en saber que se impondría, si el talento, el fútbol en estado puro que este Barça es capaz de hacer, o la furia con la que los once leones de Caparrós saldrían a afrontar el encuentro. La balanza cayó del lado bilbaíno con estrépito.
La consigna de los rojiblancos estaba clara. Puede tachárseles de cobardes, aunque también de hacer lo más inteligente. Si la mayor virtud de tu rival es el fútbol, la mejor manera de pararles es el antifútbol. Ya lo hizo el Chelsea, y casi le sale bien. Así que desde el primer segundo de juego, los Xavi, Messi y compañía comenzaron a sentir en su cogote el aliento de las fieras bilbaínas, hoy más salvajes que nunca. A pesar de ser lo que todos esperábamos, el Barcelona pareció no esperarse tanto ímpetu por parte del rival. El conjunto de Guardiola anduvo por el campo como atenazado, incapaz de hilvanar algo del juego que le ha llevado hasta donde está, y casi siempre reculando.
La primera parte del plan de Caparrós, por supuesto, incluía adelantarse en el marcador. Sin esa condición, todo lo demás no tenía sentido. El Athletic aprovechó esos primeros minutos, y con la misma intensidad que apretaba al rival, salía como alma que lleva el diablo en busca del gol. Comenzó a avisar a un Pinto que debía pensar que para un día que jugaba, la que se le venía encima. Toquero probó al guardameta con un remate de cabeza. Minutos más tarde, Javi Martínez le obligaba a realizar una estirada para despejar a córner un remate con su pierna derecha. A la tercera, en ese córner, llegó la vencida. Yeste ejecutó el centro al área, y lo que aconteció a continuación, la imagen de Xavi y Keita impotentes ante el salto de Toquero, no fue sino la escenificación de lo que estaba ocurriendo sobre el campo. El remate del delantero no encontró respuesta en Pinto, y algo más de la mitad de un abarrotado Mestalla alcanzó la gloria.
Habían pasado sólo 8 minutos, y los jugadores del Athletic habían recibido otro estímulo, por si no contaban con los suficientes. Su presión no decayó. Y esa era una de las claves, el tiempo que aguantarían a ese ritmo. Claro que el Barça no ayudaba a que ese desgaste fuera mayor. El conjunto de Guardiola sólo llegaba a adentrarse tímidamente en el campo rival, lo que facilitaba mucho la labor de la zaga rojiblanca. Sin duda las bajas eran un handicap, pero aún más lo era que Eto'o siguiera enclaustrado en la banda izquierda, donde pierde todo su potencial y limita al equipo. O que Bojan se mostrara impreciso las pocas veces que le llegaba el balón, más pendiente de no recibir 'regalitos' de su marcador que del balón.
Pocas luces iluminaban a estas alturas de partido al Barça. Xavi, siempre dispuesto, y Messi, sabedor de que hoy no podía borrarse del césped ni por un instante. El argentino no defraudó, la buscó, lo intentó de todas las maneras, y comenzó a explotar otro de los peligros que acechaban al Athletic. Y es que jugando tan al filo de la legalidad como lo estaban haciendo los vascos en cada acción, había serio peligro de que el colegiado decidiera cortar por lo sano. Una entrada de Koikili a Lionel fue castigada con amarilla, y la 'repe' incrementó las dudas sobre si el castigo debió ser mayor. Antes también la habían visto David López, también por pasarse de revoluciones, y Yaya Touré.
El marfileño, correcto una vez más en el centro de la defensa, veía continuamente obligado adelantar su posición para echar un cable a Xavi en la elaboración. La media del Athletic lo veía con complacencia, como un mal menor. Hasta que dejó de serlo. El Barcelona seguía sumido en un letargo del que no atinaba a despertar, se había cumplido la media hora de juego y hasta Silvinho calentaba ya en la banda. A Guardiola no le gustaba nada lo que pasaba, hasta que, como decíamos, Touré emergió como un coloso, dejó atrás a Llorente y a Javi Martínez, y enganchó un derechazo que, tras rozar levemente en las piernas de Amorebieta, se coló haciendo inútil la estirada de Iraizoz. Un golazo al que no le hizo honor la celebración, con peineta dedicada a los aficionados vascos.
Tras el tanto el Barcelona se sintió algo más cómodo. No se lo esperaba el Athletic, que no había pasado apenas apuros hasta entonces y ya tenía la vista más puesta en la segunda parte. Alves tomó entonces posiciones, y comenzó a aparecer por su banda. Bastante como para tener entretenido al rival hasta el descanso. Incluso pudo hacer el brasileño el segundo en un lanzamiento de falta que se marchó fuera por poco.
Y entonces el fútbol reinó
No sabemos con exactitud que les dijo Guardiola a sus pupilos en el descanso, pero la arenga debió ser de aupa. Si la salida del Athletic en la primera mitad fue de infarto, no le fue a la zaga la del Barça en esta segunda parte. A su estilo claro, es decir, con fútbol a raudales. En nueve minutos, el conjunto blaugrana se quitó de encima los nervios que le habían mermado anteriormente y se impuso con la misma intensidad que lo había hecho su rival, pero con distintas armas. En ese tiempo tuvo el Barça hasta tres ocasiones claras de gol, y claro, este Barça no necesita tanto para hacer gol. Y menos Messi, el encargado de adelantar a su equipo tras recoger un rechace de Iraizoz a tiro de Eto'o, y colar el balón por el único hueco posible entre el barullo reinante.
Lo que ocurrió a partir de ese momento fue demoledor. Tres minutos después del tanto de la 'Pulga', una jugada de libro, comandada por el propio Messi y nacida en las botas de Alves en el área de Pinto, fue culminada con una frialdad asombrosa, colocando el balón en la misma base del poste, donde Iraizoz no podía llegar de ningún modo. Eto'o, que completamente sólo le reclamaba el balón, no pudo más que rendirse al talento del menudo delantero.
Por si fuera poco, seis minutos después Xavi puso la puntilla con una espléndida falta que se coló por la mismísima escuadra de la portería defendida por un desangelado Gorka Iraizoz. Los jugadores del Athletic debían estar frotándose los ojos. En menos de veinte minutos habían recibido un baño futbolístico de magno calibre. En tan breve período de tiempo, el sueño de la ansiada Copa se había esfumado por completo. Para entonces Caparrós ya había movido su banquillo, dando entrada a Ion Vélez y Etxeberría por Toquero y Orbaiz, pero ya no había solución posible.
El Barcelona es mucho Barcelona remando contracorriente, y cuando lo hace a favor, es prácticamente imparable. El encuentro sólo tuvo un dueño a partir de ese momento, un dueño vestido de azulgrana y que imponía una ley de la que no había escapatoria, a la que han sucumbido los mejores equipos de Europa. El Athletic, fiel a su espíritu, no se rindió. Hay clubes en los que el honor es casi tan importante como los títulos, y sin duda el Athletic es uno de ellos. Con Yeste aún sobre el campo, cualquier jugada a balón parado era susceptible de crear peligro, pero el Barcelona no tenía motivos para la duda. De ahí al final el encuentro fue casi un monólogo. Eto'o pudo incluso aumentar la diferencia, pero los unos bajaban los brazos según se acercaba el final, y los otros comenzaban a guardar la ropa, que todavía quedan batallas por afrontar. El Barcelona se proclamó campeón, y Guardiola puede al fin bien tranquilo decir que el mejor equipo del mundo tiene un título en su haber.
El Athletic sorprendió al Barça en la primera parte, impuso su fuerza, no le dejó jugar y se adelantó con un tanto de Toquero. Touré rescató al Barcelona antes del descanso con un golazo. En la segunda parte los de Guardiola fueron un vendaval. Messi, Bojan y Xavi culminaron la remontada y dan a la era Guardiola su primer título. El Barcelona sigue siendo en solitario el equipo con más Copa del Rey en sus vitrinas.-->
Ya tenemos campeón. El Barcelona de Guardiola, el mejor equipo del mundo, o al menos el que mejor fútbol practica, se ha coronado como el mejor en el torneo del K.O. después de doce años, y lo ha hecho, como no podía ser menos, atropellando literalmente a un rival que aguantó hasta que fue desbordado por el fútbol de un equipo inconmensurable. El Barcelona comienza oficialmente su carrera hacia el triplete. El primer título para Guardiola y el que debe abrir una era en 'Can Barça'. Se acaban los calificativos para este equipo, pero hoy se le puede aplicar uno que hasta el momento no se había ganado. El de campeón
No menos se lo merece el Athletic. Bravo estuvo el equipo de Caparrós. Tanto que llegó a imponerse a base de garra a un rival ante el que se sabía inferior. Pero el mayor beneficiado es un torneo que durante años ha estado devaluado. La Copa ha vuelto a ser este año GRANDE con mayúsculas. Por la intensidad con que se ha vivido en las fechas previas desde ambas ciudades, especialmente desde Bilbao, por la fiesta vivida en la capital del Turia desde varios días previos al choque, y por la fiesta que se ha vivido en la noche de hoy en el estadio valencianista. Con un único pero, los pitos al himno nacional en los prolegómenos del encuentro. Tan bochornoso como reprochable, poco más se puede decir.
Un Athletic enrabietado
Una vez que Medina Cantalejo indicó el comienzo del encuentro, ocurrió lo que se llevaba vaticinando desde que se conoció el nombre de los dos finalistas. Un equipo, el Baracelona, que quería el balón, y otro, el Athletic, que quería que el balón lo tuviera el Barcelona. La gran disyuntiva del encuentro estaba en saber que se impondría, si el talento, el fútbol en estado puro que este Barça es capaz de hacer, o la furia con la que los once leones de Caparrós saldrían a afrontar el encuentro. La balanza cayó del lado bilbaíno con estrépito.
La consigna de los rojiblancos estaba clara. Puede tachárseles de cobardes, aunque también de hacer lo más inteligente. Si la mayor virtud de tu rival es el fútbol, la mejor manera de pararles es el antifútbol. Ya lo hizo el Chelsea, y casi le sale bien. Así que desde el primer segundo de juego, los Xavi, Messi y compañía comenzaron a sentir en su cogote el aliento de las fieras bilbaínas, hoy más salvajes que nunca. A pesar de ser lo que todos esperábamos, el Barcelona pareció no esperarse tanto ímpetu por parte del rival. El conjunto de Guardiola anduvo por el campo como atenazado, incapaz de hilvanar algo del juego que le ha llevado hasta donde está, y casi siempre reculando.
La primera parte del plan de Caparrós, por supuesto, incluía adelantarse en el marcador. Sin esa condición, todo lo demás no tenía sentido. El Athletic aprovechó esos primeros minutos, y con la misma intensidad que apretaba al rival, salía como alma que lleva el diablo en busca del gol. Comenzó a avisar a un Pinto que debía pensar que para un día que jugaba, la que se le venía encima. Toquero probó al guardameta con un remate de cabeza. Minutos más tarde, Javi Martínez le obligaba a realizar una estirada para despejar a córner un remate con su pierna derecha. A la tercera, en ese córner, llegó la vencida. Yeste ejecutó el centro al área, y lo que aconteció a continuación, la imagen de Xavi y Keita impotentes ante el salto de Toquero, no fue sino la escenificación de lo que estaba ocurriendo sobre el campo. El remate del delantero no encontró respuesta en Pinto, y algo más de la mitad de un abarrotado Mestalla alcanzó la gloria.
Habían pasado sólo 8 minutos, y los jugadores del Athletic habían recibido otro estímulo, por si no contaban con los suficientes. Su presión no decayó. Y esa era una de las claves, el tiempo que aguantarían a ese ritmo. Claro que el Barça no ayudaba a que ese desgaste fuera mayor. El conjunto de Guardiola sólo llegaba a adentrarse tímidamente en el campo rival, lo que facilitaba mucho la labor de la zaga rojiblanca. Sin duda las bajas eran un handicap, pero aún más lo era que Eto'o siguiera enclaustrado en la banda izquierda, donde pierde todo su potencial y limita al equipo. O que Bojan se mostrara impreciso las pocas veces que le llegaba el balón, más pendiente de no recibir 'regalitos' de su marcador que del balón.
Pocas luces iluminaban a estas alturas de partido al Barça. Xavi, siempre dispuesto, y Messi, sabedor de que hoy no podía borrarse del césped ni por un instante. El argentino no defraudó, la buscó, lo intentó de todas las maneras, y comenzó a explotar otro de los peligros que acechaban al Athletic. Y es que jugando tan al filo de la legalidad como lo estaban haciendo los vascos en cada acción, había serio peligro de que el colegiado decidiera cortar por lo sano. Una entrada de Koikili a Lionel fue castigada con amarilla, y la 'repe' incrementó las dudas sobre si el castigo debió ser mayor. Antes también la habían visto David López, también por pasarse de revoluciones, y Yaya Touré.
El marfileño, correcto una vez más en el centro de la defensa, veía continuamente obligado adelantar su posición para echar un cable a Xavi en la elaboración. La media del Athletic lo veía con complacencia, como un mal menor. Hasta que dejó de serlo. El Barcelona seguía sumido en un letargo del que no atinaba a despertar, se había cumplido la media hora de juego y hasta Silvinho calentaba ya en la banda. A Guardiola no le gustaba nada lo que pasaba, hasta que, como decíamos, Touré emergió como un coloso, dejó atrás a Llorente y a Javi Martínez, y enganchó un derechazo que, tras rozar levemente en las piernas de Amorebieta, se coló haciendo inútil la estirada de Iraizoz. Un golazo al que no le hizo honor la celebración, con peineta dedicada a los aficionados vascos.
Tras el tanto el Barcelona se sintió algo más cómodo. No se lo esperaba el Athletic, que no había pasado apenas apuros hasta entonces y ya tenía la vista más puesta en la segunda parte. Alves tomó entonces posiciones, y comenzó a aparecer por su banda. Bastante como para tener entretenido al rival hasta el descanso. Incluso pudo hacer el brasileño el segundo en un lanzamiento de falta que se marchó fuera por poco.
Y entonces el fútbol reinó
No sabemos con exactitud que les dijo Guardiola a sus pupilos en el descanso, pero la arenga debió ser de aupa. Si la salida del Athletic en la primera mitad fue de infarto, no le fue a la zaga la del Barça en esta segunda parte. A su estilo claro, es decir, con fútbol a raudales. En nueve minutos, el conjunto blaugrana se quitó de encima los nervios que le habían mermado anteriormente y se impuso con la misma intensidad que lo había hecho su rival, pero con distintas armas. En ese tiempo tuvo el Barça hasta tres ocasiones claras de gol, y claro, este Barça no necesita tanto para hacer gol. Y menos Messi, el encargado de adelantar a su equipo tras recoger un rechace de Iraizoz a tiro de Eto'o, y colar el balón por el único hueco posible entre el barullo reinante.
Lo que ocurrió a partir de ese momento fue demoledor. Tres minutos después del tanto de la 'Pulga', una jugada de libro, comandada por el propio Messi y nacida en las botas de Alves en el área de Pinto, fue culminada con una frialdad asombrosa, colocando el balón en la misma base del poste, donde Iraizoz no podía llegar de ningún modo. Eto'o, que completamente sólo le reclamaba el balón, no pudo más que rendirse al talento del menudo delantero.
Por si fuera poco, seis minutos después Xavi puso la puntilla con una espléndida falta que se coló por la mismísima escuadra de la portería defendida por un desangelado Gorka Iraizoz. Los jugadores del Athletic debían estar frotándose los ojos. En menos de veinte minutos habían recibido un baño futbolístico de magno calibre. En tan breve período de tiempo, el sueño de la ansiada Copa se había esfumado por completo. Para entonces Caparrós ya había movido su banquillo, dando entrada a Ion Vélez y Etxeberría por Toquero y Orbaiz, pero ya no había solución posible.
El Barcelona es mucho Barcelona remando contracorriente, y cuando lo hace a favor, es prácticamente imparable. El encuentro sólo tuvo un dueño a partir de ese momento, un dueño vestido de azulgrana y que imponía una ley de la que no había escapatoria, a la que han sucumbido los mejores equipos de Europa. El Athletic, fiel a su espíritu, no se rindió. Hay clubes en los que el honor es casi tan importante como los títulos, y sin duda el Athletic es uno de ellos. Con Yeste aún sobre el campo, cualquier jugada a balón parado era susceptible de crear peligro, pero el Barcelona no tenía motivos para la duda. De ahí al final el encuentro fue casi un monólogo. Eto'o pudo incluso aumentar la diferencia, pero los unos bajaban los brazos según se acercaba el final, y los otros comenzaban a guardar la ropa, que todavía quedan batallas por afrontar. El Barcelona se proclamó campeón, y Guardiola puede al fin bien tranquilo decir que el mejor equipo del mundo tiene un título en su haber.
--------------------------
ATHLETIC
1
BARCELONA
4
Athletic Club: Iraizoz, Iraola, Aitor Ocio, Amorebieta, Koikili, Yeste, Javi Martínez, Orbaiz (Etxeberría, m.61), David López (Susaeta, m.56), Toquero (Ion Vélez, m.61) y Llorente.
Barcelona: Pinto, Dani Alves, Piqué, Touré Yayá (Sylvinho, m.89), Puyol, Busquets, Xavi (Pedro, m.88), Keita, Messi, Bojan (Hleb, m.84) y Eto'o.
Goles: 1-0, m.9: Toquero. 1-1,m.32: Touré Yayá. 1-2,m.55: Messi. 1-3, m.57: Bojan. 1-4,m.64: Xavi
Árbitro: Luis Medina Cantalejo (comité andaluz). Amonestó por el Athletic de Bilbao a David López (m.31) y Koikili (m.36) y por el Barcelona a Touré Yayá (m.22), Messi (m.50) y Keita (m.50).
Incidencias: partido final de la Copa del Rey disputado en el estadio de Mestalla ante 50.000 espectadores llegados de Bilbao y Barcelona con mayor presencia de seguidores del conjunto vasco. Terreno de juego en buenas condiciones.
--------------------------------------------------------------------------
COPA DEL REY FINAL ATHLETIC 1 - BARCELONA 4
Guardiola estrena su palmarés como técnico
El entrenador consigue su primera Copa desde el banquillo y la suma a las otras dos ganadas como jugador del Barcelona
Guardiola estrena su palmarés como técnico
El entrenador consigue su primera Copa desde el banquillo y la suma a las otras dos ganadas como jugador del Barcelona
EUROPA PRESS 14/05/2009
-->
El entrenador del Barcelona, Josep Guardiola, consiguió su primera Copa del Rey como técnico, en el año de su debut en el banquillo blaugrana, y suma de esta manera su tercera Copa en el palmarés, pues ya consiguió dos en su etapa como jugador.
Con la victoria sobre el Athletic en Mestalla (1-4), el técnico de Santpedor ha conseguido su primer título como entrenador, y afronta ahora la persecución de la Liga -está encarrilada- y el más complicado de la temporada, una Liga de Campeones que se jugará el 27 de mayo ante el vigente campeón, el Manchester United.
De conseguir el ansiado triplete, sería el broche de oro a una temporada brillante del Barcelona, en el que se ha dejado notar el estilo de Guardiola. El antiguo capitán y ''4'' por excelencia del Barcelona ha impuesto un juego ''made in Barcelona'', con sus herederos Xavi e Iniesta al frente de una orquesta muy bien dirigida por él desde la banda.
Con esta Copa, Guardiola estrena su palmarés como técnico. Sin embargo, ya tenía dos en su haber, las conseguidas en las temporadas 1996/97 y 1997/98, si bien en ésta última no pudo jugar por lesión.
En la primera, en cambio, fue titular y contribuyó a ganar al Real Betis (3-2) en Madrid, el 28 de junio, con dos goles del portugués Luis Figo y otro del argentino Pizzi, autor del gol que dio el pase a los blaugrana a la semifinal en un partido épico contra el Atlético de Madrid (5-4 en el Camp Nou con remontada incluida).
Del resto de Copas del Rey disputadas por el ahora entrenador blaugrana, destaca el hecho sucedido en la temporada 1999/2000, cuando el Barcelona, capitaneado ya por Guardiola, se negó a jugar el partido de vuelta de semifinales ante el Atlético de Madrid, perdiendo así por 3-0 debido a incomparecencia.
-->
El entrenador del Barcelona, Josep Guardiola, consiguió su primera Copa del Rey como técnico, en el año de su debut en el banquillo blaugrana, y suma de esta manera su tercera Copa en el palmarés, pues ya consiguió dos en su etapa como jugador.
Con la victoria sobre el Athletic en Mestalla (1-4), el técnico de Santpedor ha conseguido su primer título como entrenador, y afronta ahora la persecución de la Liga -está encarrilada- y el más complicado de la temporada, una Liga de Campeones que se jugará el 27 de mayo ante el vigente campeón, el Manchester United.
De conseguir el ansiado triplete, sería el broche de oro a una temporada brillante del Barcelona, en el que se ha dejado notar el estilo de Guardiola. El antiguo capitán y ''4'' por excelencia del Barcelona ha impuesto un juego ''made in Barcelona'', con sus herederos Xavi e Iniesta al frente de una orquesta muy bien dirigida por él desde la banda.
Con esta Copa, Guardiola estrena su palmarés como técnico. Sin embargo, ya tenía dos en su haber, las conseguidas en las temporadas 1996/97 y 1997/98, si bien en ésta última no pudo jugar por lesión.
En la primera, en cambio, fue titular y contribuyó a ganar al Real Betis (3-2) en Madrid, el 28 de junio, con dos goles del portugués Luis Figo y otro del argentino Pizzi, autor del gol que dio el pase a los blaugrana a la semifinal en un partido épico contra el Atlético de Madrid (5-4 en el Camp Nou con remontada incluida).
Del resto de Copas del Rey disputadas por el ahora entrenador blaugrana, destaca el hecho sucedido en la temporada 1999/2000, cuando el Barcelona, capitaneado ya por Guardiola, se negó a jugar el partido de vuelta de semifinales ante el Atlético de Madrid, perdiendo así por 3-0 debido a incomparecencia.
---------------------------------
Una hermosa final, un grandioso campeón
ALFREDO RELAÑO 14/05/2009
-->
Puyol levantó la Copa. "Si no levantamos nada, no habremos hecho nada", comentaba Guardiola no hace mucho. Bueno, pues ya han levantado algo, algo hecho de plata, algo que quiere decir campeón. Es la ocasión número XXV (el hito merece ser escrito en número romanos) en que el Barcelona levanta este trofeo, la Copa. Así empezó a recoger la cosecha de esta temporada colosal en la que ha jugado al fútbol como los ángeles, y además va a ganar títulos. Seguro dos, posiblemente tres. Se juega para ganar. Por eso a Guardiola le preocupaba lo de levantar algo o no. Para que no se diga luego que si tal o que si cual.
Porque es frecuente escuchar eso de si es mejor ganar o jugar bien. Pues resulta que se gana de las dos maneras, pero se gana más veces jugando bien. Bien y bonito. Como España en la Eurocopa, como este Barça, como el gran Ajax, como Brasil tantas veces, como el Madrid o el Barça tantas veces también. Es bueno que el fútbol practicado así gane títulos, porque los que ganan son imitados. Esa copa que levantó ayer Puyol, y las que vengan, afirman esa verdad, como la afirmó la que levantó Casillas en Viena. El fútbol bien hecho da victorias, las victorias más bonitas, que llenan más. Como ocurrió anoche.
Empezó bien el Athletic, con su fe y con su gol de Toquero. Incluso vi un Barça frío, desconfiado, con dificultades para meterse en el partido. Hasta el gol de Touré, una perla ensuciada por su corte de mangas. En la segunda parte, ya sí que fue el Barça. Sin Iniesta y sin Henry, pero con los demás. Tiqui-taca, tuya y mía, Messi enredando entre líneas, el Athletic persiguiendo sombras, llegadas, remates, paradas, goles, fallos en la boca del gol, júbilo, hinchada rival que se entrega, España entera encandilada ante el televisor. Así se juega al fútbol, sí señor. Mucho Barça. Puyol levantó plata. Y la que le queda por levantar.
-->
Puyol levantó la Copa. "Si no levantamos nada, no habremos hecho nada", comentaba Guardiola no hace mucho. Bueno, pues ya han levantado algo, algo hecho de plata, algo que quiere decir campeón. Es la ocasión número XXV (el hito merece ser escrito en número romanos) en que el Barcelona levanta este trofeo, la Copa. Así empezó a recoger la cosecha de esta temporada colosal en la que ha jugado al fútbol como los ángeles, y además va a ganar títulos. Seguro dos, posiblemente tres. Se juega para ganar. Por eso a Guardiola le preocupaba lo de levantar algo o no. Para que no se diga luego que si tal o que si cual.
Porque es frecuente escuchar eso de si es mejor ganar o jugar bien. Pues resulta que se gana de las dos maneras, pero se gana más veces jugando bien. Bien y bonito. Como España en la Eurocopa, como este Barça, como el gran Ajax, como Brasil tantas veces, como el Madrid o el Barça tantas veces también. Es bueno que el fútbol practicado así gane títulos, porque los que ganan son imitados. Esa copa que levantó ayer Puyol, y las que vengan, afirman esa verdad, como la afirmó la que levantó Casillas en Viena. El fútbol bien hecho da victorias, las victorias más bonitas, que llenan más. Como ocurrió anoche.
Empezó bien el Athletic, con su fe y con su gol de Toquero. Incluso vi un Barça frío, desconfiado, con dificultades para meterse en el partido. Hasta el gol de Touré, una perla ensuciada por su corte de mangas. En la segunda parte, ya sí que fue el Barça. Sin Iniesta y sin Henry, pero con los demás. Tiqui-taca, tuya y mía, Messi enredando entre líneas, el Athletic persiguiendo sombras, llegadas, remates, paradas, goles, fallos en la boca del gol, júbilo, hinchada rival que se entrega, España entera encandilada ante el televisor. Así se juega al fútbol, sí señor. Mucho Barça. Puyol levantó plata. Y la que le queda por levantar.
---------------------------------------------
DIARIO MARCA
EL 'PEP TEAM' ALZÓ LA COPA EN MESTALLA CON EL ATHLETIC COMO VÍCTIMA
El Barça se corona por aplastamiento
· La fecha para la historia tenía un problema para el Athletic, jugaba contra el Barcelona · Los azulgrana ya tienen la primera pieza del trébol
El Barça se corona por aplastamiento
· La fecha para la historia tenía un problema para el Athletic, jugaba contra el Barcelona · Los azulgrana ya tienen la primera pieza del trébol
Su Majestad el Fútbol Club Barcelona se coronó en Valencia como campeón de Copa, rey de reyes de la competición. El 'Pep Team' escribió las letras de su fútbol sobre el césped de Mestalla que plasmaron la supremacía azulgrana en nuestro país. El Athletic, que volvió a una final de Copa 25 años después, tuvo la mala suerte de cruzarse en el camino con el peor de los enemigos.
Carles Puyol alzó al cielo valenciano una Copa que se llevó el Barcelona por aplastamiento. Le costó adaptarse a la situación, propiciada por las garras hambrientas del Athletic, que pensó en el sueño hasta que el Barça recolocó el guión. Los de azulgrana comenzaron perdiendo, respondieron con el empate y pisotearon la final tras el paso por vestuarios. El Barça agarró la Copa en tres minutos y acabó en el bolsillo de sus conquistas.
El Barcelona correspondió a la realidad y superó a un Athletic que tiene todo el mérito de su mundo. Con su filosofía legendaria, los de Caparrós combatieron contra el Barça 45 minutos. Con los dientes afilados y un estilo distante al de su rival, el Athletic se adelantó en el marcador culminando un inicio de partido que llevan esperando una eternidad en Bilbao. Yeste sacó un córner al segundo palo, por donde se manifestó Toquero, un albañil del fútbol. El '2', incansable, le ganó la partida a Keita y Xavi para cabecear y abrir el marcador.
Cara y cruz de TouréEl inicio incansable de partido, propuesto por el Athletic, incomodó a un Barcelona que sufrió hasta que encontró su lugar. Los 'leones' rugieron en la zona ancha y cerraron huecos que abrió el menos pensado. Fue Touré, central al rescate del equipo. El africano salió de la cueva y apareció por sorpresa en la frontal. Un latigazo procedente de Costa de Marfil, fulminante, acabó en las redes del Athletic. Su demostración de potencia con control se empañó al celebrar el 1-1. Sin sentido, Touré perdió la cabeza y se marcó un par de cortes de manga dedicados a la afición rival. El azulgrana necesita saber ganar.
La igualdad en el marcador favoreció el crecimiento del Barcelona en el partido. El duelo de alta tensión tuvo electricidad por todos los rincones. Ya en la segunda mitad, el Barcelona controló la tensión y soltó una descarga que fue insoportable para el Athletic. El Barça no soltó su mejor arma, el cuero, y cimentó la victoria final. En tres minutos, se cargó la final.
La imposición del Barça Iraizoz despejó como pudo un trallazo de Etoo, que se dirigió al corazón del área. Allí, Messi fusiló el sueño rojiblanco. Unos suspiros después, Bojan hizo el 1-3. El de Linyola recibió un pase entre líneas de Leo y recuperó la sangre fría que no había tenido antes. Su derechazo se coló con frialdad después de pegar en el palo. La Copa lanzó al suelo los colores rojiblancos de una de sus asas. Sólo quedaron los azulgranas.
Xavi, arquitecto, hizo el cuarto de falta directa. Su disparo, delicioso, tocó en la madera y entró por la escuadra. El Athletic ya estaba conmocionado. El Barça había ganado una Copa que no merecía la lamentable actuación de parte de Mestalla silbando el himno español. El respeto se lo dejaron en sus respectivas comunidades autónomas. El Fútbol Club Barcelona y el Athletic tampoco se merecían ese recuerdo. El fútbol del Barça es el que se impuso.
Carles Puyol alzó al cielo valenciano una Copa que se llevó el Barcelona por aplastamiento. Le costó adaptarse a la situación, propiciada por las garras hambrientas del Athletic, que pensó en el sueño hasta que el Barça recolocó el guión. Los de azulgrana comenzaron perdiendo, respondieron con el empate y pisotearon la final tras el paso por vestuarios. El Barça agarró la Copa en tres minutos y acabó en el bolsillo de sus conquistas.
El Barcelona correspondió a la realidad y superó a un Athletic que tiene todo el mérito de su mundo. Con su filosofía legendaria, los de Caparrós combatieron contra el Barça 45 minutos. Con los dientes afilados y un estilo distante al de su rival, el Athletic se adelantó en el marcador culminando un inicio de partido que llevan esperando una eternidad en Bilbao. Yeste sacó un córner al segundo palo, por donde se manifestó Toquero, un albañil del fútbol. El '2', incansable, le ganó la partida a Keita y Xavi para cabecear y abrir el marcador.
Cara y cruz de TouréEl inicio incansable de partido, propuesto por el Athletic, incomodó a un Barcelona que sufrió hasta que encontró su lugar. Los 'leones' rugieron en la zona ancha y cerraron huecos que abrió el menos pensado. Fue Touré, central al rescate del equipo. El africano salió de la cueva y apareció por sorpresa en la frontal. Un latigazo procedente de Costa de Marfil, fulminante, acabó en las redes del Athletic. Su demostración de potencia con control se empañó al celebrar el 1-1. Sin sentido, Touré perdió la cabeza y se marcó un par de cortes de manga dedicados a la afición rival. El azulgrana necesita saber ganar.
La igualdad en el marcador favoreció el crecimiento del Barcelona en el partido. El duelo de alta tensión tuvo electricidad por todos los rincones. Ya en la segunda mitad, el Barcelona controló la tensión y soltó una descarga que fue insoportable para el Athletic. El Barça no soltó su mejor arma, el cuero, y cimentó la victoria final. En tres minutos, se cargó la final.
La imposición del Barça Iraizoz despejó como pudo un trallazo de Etoo, que se dirigió al corazón del área. Allí, Messi fusiló el sueño rojiblanco. Unos suspiros después, Bojan hizo el 1-3. El de Linyola recibió un pase entre líneas de Leo y recuperó la sangre fría que no había tenido antes. Su derechazo se coló con frialdad después de pegar en el palo. La Copa lanzó al suelo los colores rojiblancos de una de sus asas. Sólo quedaron los azulgranas.
Xavi, arquitecto, hizo el cuarto de falta directa. Su disparo, delicioso, tocó en la madera y entró por la escuadra. El Athletic ya estaba conmocionado. El Barça había ganado una Copa que no merecía la lamentable actuación de parte de Mestalla silbando el himno español. El respeto se lo dejaron en sus respectivas comunidades autónomas. El Fútbol Club Barcelona y el Athletic tampoco se merecían ese recuerdo. El fútbol del Barça es el que se impuso.
------------------
Diario OLE
BARCELONA 4 - AT. BILBAO 1La Copa del MessiBarcelona empezó abajo en la final de la Copa del Rey contra el Atlético de Bilbao, pero apareció Messi para ponerlo 2-1, Bojan clavó el tercero tras un pase del argentino y Xavi cerró la fiesta con un gol de tiro libre. Leo tiene la chace histórica de llevar al Barcelona a conseguir los tres títulos de la temporada.
El Barcelona va por la triple corona y hoy se quedó con la del "Rey". Encima, la Liga está cerquita y tiene que jugar la final de la Champions. Ya no hay dudas de que el equipo catalán es uno de los mejores del mundo solo le falta conseguir las consagraciones. Messi fue fundamental en un partido que se presentaba difícil. Es que el Bilbao amenazó en los primeros minutos con llevarse por delante al equipo Culé y a los 8 minutos se puso en ventaja con un cabezazo de Toquero. Pero al blaugrana le sobran jugadores para remontar partidos. Primero apareció Yaya Toure, a los 30, convirtiendo un golazo desde fuera del área tras dejar dos rivales en el camino. El segundo tiempo fue todo de Lionel. Después de dos jugadas claras en las que no pudo convertir, la tercera fue la vencida. Además, el argentino asistió a Bojan que definió de manera exquisita para el tercero y Xavi liquidó el pleito con un golazo de tiro libre. El partido fue jugado con un clima caliente en las tribunas y por momentos se trasladó al campo de juego, donde se vieron algunas piernas fuertes. Pero esta vez no hubo final bochornoso como aquella vez con Maradona. El Barsa ya abrochó un título y va por los otros dos. Con Messi y compañía jugando así, todo es posible.
---------------------------
ESPN
Un campeón de lujo
Un Barcelona implacable goleó 4-1 con autoridad y venció al Bilbao en la definición de la Copa del Rey
Un Barcelona implacable goleó 4-1 con autoridad y venció al Bilbao en la definición de la Copa del Rey
VALENCIA (EFE) -- Un impecable Barcelona dio el primer paso hacia el triplete al que aspira en la presente temporada y ganó la Copa del Rey tras truncar con autoridad el sueño copero del Athletic de Bilbao, que se quedó sin opciones tras el arranque espectacular de su rival en el segundo tiempo.
El Athletic llevó el partido a su terreno durante la primera media hora de juego, pero el Barcelona se recompuso ya en el tramo final del primer periodo, logró empatar antes del descanso y remató el trabajo en menos de diez minutos, con tres goles que dejaron todo resuelto a media hora de la conclusión del encuentro.
De entrada, pues, se jugó el partido que quiso el Athletic. Joaquín Caparrós le ganó en los minutos iniciales la mano a Pep Guardiola. Puso al zurdo Yeste en la derecha con Puyol y a David López en la izquierda para tapar a Alves. Así, su equipo impuso el fútbol que más le interesaba, con presión y sin dejar espacios para que el Barcelona pensara.
La guinda al buen inicio del Athletic fue el gol de Toquero en una jugada a balón parado. Yeste sacó un córner a la izquierda de Pinto y el delantero vasco remató impecablemente al fondo del arco de Pinto.
El tanto dio paso a los mejores momentos del Athletic, sólido en defensa, intenso en el centro del campo y acertado en la pelea de sus dos atacantes ante la defensa rival.
El Barcelona estaba desconcertado. No tenía la salida de balón que le caracteriza y la conducción individual de la pelota no le daba resultado, lo que no impidió que en una acción aislada, Eto'o se quedara sólo ante Iraizoz, pero Amorebieta desbarató la oportunidad del equipo catalán. Era el minuto 20.
El primer síntoma claro de recuperación del Barcelona llegó con el gol del empate. En esos momentos, el lateral izquierdo Sylvinho ya realizaba ejercicios de calentamiento en la banda.
Daba la impresión de Puyol iba a volver al centro porque al equipo le faltaba profundidad. También parecía que el sustituto podía ser Touré Yayá, que ya estaba amonestado.
Sin embargo el marfileño, a los 32 minutos de partido, ofreció una arrancada espectacular en la que superó a tres jugadores rivales y lanzó un potente disparo raso que se coló a la izquierda de Iraizoz.
El empate hizo que el Barcelona se creciera, volviera a ser el que se esperaba y propició los peores minutos del Athletic en el primer período.
El conjunto vasco se vio agobiado por el juego barcelonista, hasta el punto de que la última jugada de peligro antes del descanso fue una peligrosa falta lanzada por Alves cerca de la escuadra del arco del Athletic.
El Barcelona del inicio del segundo tiempo fue muy diferente al de la primera mitad. Completó la línea ascendente del tramo final del primer periodo y se adueño del encuentro por completo.
Gracias a eso, en tan sólo dos minutos metió dos goles y poco después, en el minuto 64, ya ganaba por 1-4. Messi, Bojan y Xavi, en una magistral falta directa, llevaron la Copa del Rey a las vitrinas del club catalán cuando restaba media hora para la conclusión del encuentro.
Para entonces, el equipo vasco ya había empezado a acusar el esfuerzo físico de la primera mitad y el Barcelona encontraba los espacios que le faltaron al inicio del encuentro para acercarse al arco de Iraizoz.
De ahí al final del partido, el Barcelona se sintió muy cómodo, el Athletic muy incómodo y el encuentro llegó a su conclusión con un gran dominio territorial barcelonista y sin apenas aproximaciones del Athletic al arco de Pinto. Y fue un gran festejo del equipo catalán, que se afianzó como máximo campeón de la Copa del Rey, con 25 títulos.
El Athletic llevó el partido a su terreno durante la primera media hora de juego, pero el Barcelona se recompuso ya en el tramo final del primer periodo, logró empatar antes del descanso y remató el trabajo en menos de diez minutos, con tres goles que dejaron todo resuelto a media hora de la conclusión del encuentro.
De entrada, pues, se jugó el partido que quiso el Athletic. Joaquín Caparrós le ganó en los minutos iniciales la mano a Pep Guardiola. Puso al zurdo Yeste en la derecha con Puyol y a David López en la izquierda para tapar a Alves. Así, su equipo impuso el fútbol que más le interesaba, con presión y sin dejar espacios para que el Barcelona pensara.
La guinda al buen inicio del Athletic fue el gol de Toquero en una jugada a balón parado. Yeste sacó un córner a la izquierda de Pinto y el delantero vasco remató impecablemente al fondo del arco de Pinto.
El tanto dio paso a los mejores momentos del Athletic, sólido en defensa, intenso en el centro del campo y acertado en la pelea de sus dos atacantes ante la defensa rival.
El Barcelona estaba desconcertado. No tenía la salida de balón que le caracteriza y la conducción individual de la pelota no le daba resultado, lo que no impidió que en una acción aislada, Eto'o se quedara sólo ante Iraizoz, pero Amorebieta desbarató la oportunidad del equipo catalán. Era el minuto 20.
El primer síntoma claro de recuperación del Barcelona llegó con el gol del empate. En esos momentos, el lateral izquierdo Sylvinho ya realizaba ejercicios de calentamiento en la banda.
Daba la impresión de Puyol iba a volver al centro porque al equipo le faltaba profundidad. También parecía que el sustituto podía ser Touré Yayá, que ya estaba amonestado.
Sin embargo el marfileño, a los 32 minutos de partido, ofreció una arrancada espectacular en la que superó a tres jugadores rivales y lanzó un potente disparo raso que se coló a la izquierda de Iraizoz.
El empate hizo que el Barcelona se creciera, volviera a ser el que se esperaba y propició los peores minutos del Athletic en el primer período.
El conjunto vasco se vio agobiado por el juego barcelonista, hasta el punto de que la última jugada de peligro antes del descanso fue una peligrosa falta lanzada por Alves cerca de la escuadra del arco del Athletic.
El Barcelona del inicio del segundo tiempo fue muy diferente al de la primera mitad. Completó la línea ascendente del tramo final del primer periodo y se adueño del encuentro por completo.
Gracias a eso, en tan sólo dos minutos metió dos goles y poco después, en el minuto 64, ya ganaba por 1-4. Messi, Bojan y Xavi, en una magistral falta directa, llevaron la Copa del Rey a las vitrinas del club catalán cuando restaba media hora para la conclusión del encuentro.
Para entonces, el equipo vasco ya había empezado a acusar el esfuerzo físico de la primera mitad y el Barcelona encontraba los espacios que le faltaron al inicio del encuentro para acercarse al arco de Iraizoz.
De ahí al final del partido, el Barcelona se sintió muy cómodo, el Athletic muy incómodo y el encuentro llegó a su conclusión con un gran dominio territorial barcelonista y sin apenas aproximaciones del Athletic al arco de Pinto. Y fue un gran festejo del equipo catalán, que se afianzó como máximo campeón de la Copa del Rey, con 25 títulos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario