Porque mientras le hizo "el Pare" a el Barza...LE CELEBRARON TODO, hasta lo impensable...
Pero nunca hicieron análisis serios, el madrid como siempre señaló ese filósofo del futbol que es Menotti, jugaba horrible, tirarse atras y a contragolpear, teniendo realmente la mejor plantilla del mundo.
El tema es que ahora le enrostran todo, ahora que esta eliminado de todo, lo destruyen, Solo a Relaño le escuche decir que apoyaba la contrata de Mou al tratarse de un momento de excepcion, debido al descomunal nivel del Barza...
Luego, el dedaso, los escandaletes, etc etc, fueron siempre señalados, a Mourinho la liga le quedó grande, los buenos partidos donde el Barza estuvo a la par del Barza fueron aquellos donde el Real le jugo de igual a igual, incluso en la final de la Supercopa Española, el Barza fue más, en la eliminacion del Barza, en la ida, en el Bernabeu, el Barza tuvo 5 manos a mano, el Barza aflojó solito, el partido de vuelta, en Barcelona, fue contra y mas contras, ante un rival agrietado, sin físico.. bueno otro tema, A Mourinho se le contrato para hacer lo que Realmente hizo el Bayern, y no lo logro, el queria SU TERCERA copa, no la decima del Madrid
Un buen dt, pero mientras el personaje le gane al DT, no podrá ir a clubes grandes y de señorio como el Madrid, el Bayern, el Manchester, etc...
Ciao
Ramon.
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Tener o no tener entrenador
P. P. SAN MARTÍN | 19-05-2013 - 00:26
Resumiendo: el Atlético tuvo entrenador y el Madrid, no. Mourinho dejó de poner interés en la preparación de la final de Copa un minuto después de caer con el Borussia, y tras escuchar a Pepe darle un palo por su actitud con Casillas. Ahí se rompió un necesario orden que ha desembocado en una imagen del Madrid caótica, insólita, de 'sonrojo' dicen altos ejecutivos de la casa blanca, que ocupaban plaza en el palco: con Pepe castigado en la grada, enrabietando el técnico aún más a sus compañeros de vestuario; con la expulsión de Mou que pareció buscada; con ese corrillo anárquico antes de la prórroga; con Karanka desquiciado poniendo verde al cuarto árbitro; las tres sustituciones compulsivas; la patada de Cristiano; la pelea en la banda...
El Madrid combatió porque es el Madrid. Porque en sus líneas juegan cracks como Cristiano, que marcó un soberbio gol. Y por pura calidad. Pero el discurrir del partido fue dejando al aire la verdad. Y la verdad es que Simeone manejó los tiempos jugando con esa pizca de suerte que esta vez sí iluminó al Atlético. El entrenador argentino había trazado una estrategia, mientras que en el técnico madridista se apreciaba pasotismo, tanto con el marcador a favor, como en el momento apurado del empate. Mou sólo saltó para buscarse la expulsión y para dejar el 'muerto' en manos de un Karanka desbordado. Fue la imagen perdedora de un proyecto destruido, que cosechó su cruel castigo. Florentino tiene trabajo para reconstruir al Madrid.
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Simeone y Mourinho, verbos distintos
ALFREDO RELAÑO | 19-05-2013 - 01:27
Escuchando las dos conferencias de prensa tras la final se explican mejor las cosas. Simeone trabajó para el Atlético, lo siente como propio. Mourinho trabajó para su palmarés, para su ombligo, para sus fobias. Lo de Simeone fue magnífico, de pé a pa. Su homenaje a la gente que trabaja en el club, su forma de presentar el éxito del Atlético como un logro social, la referencia lo que le había leído a Futre sobre lo que significaba ganar una final en el Bernabéu, los elogios a sus jugadores, hasta la emoción. Puro Atlético, palabras de un hombre que siente un club, que puede decir orgulloso: Somos peores, pero...
Lo contrario que Mourinho. Su palmarés. Su peor año. El recuento de su pobre cosecha de este año, un éxito para cualquier otro entrenador, un fracaso para él. El Madrid en segundo plano, ese Madrid que le ha dado la plantilla más cara del mundo, ese Madrid cuya afición se ha ido desgarrando por sus intemperancias, ese Madrid cuyo presidente se ha humillado, cada vez más notoriamente, ante sus caprichos de amante consentida, a ver si a base de no molestarle el gran mago obraba el milagro de la Décima. Qué dos formas tan distintas de estar en un club, las de Simeone y Mourinho.
El Madrid pudo ganar, sí, tuvo tres palos, pero hay algo de justicia poética en que Mourinho se marche sin Copa. Él mismo puso de su parte. Todos dudamos que Falcao le hubiera podido hacer a Pepe lo que hizo Albiol en el 1-1. Todos recordamos, viendo a Diego López en los dos goles, las tres proezas con las que Casillas frenó lo mejor de la tremenda tormenta de fútbol del Barça en la segunda mitad de aquella nada lejana final en Valencia. Sí, las palabras al final del partido encerraban la explicación de todo: Simeone es el Atlético, Mourinho es un huésped molesto, el penúltimo (¿o último?) extravío de Florentino.
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Hicieron de menos al Atlético
F. J. DÍAZ | 19-05-2013 - 00:52
Entre todos los madridistas le facilitaron eltriunfo al Atlético. Y no lo digo por la plantilla blanca porque, aunque habló a cuentagotas, no hubo ninguna palabra de menosprecio hacia el conjunto rojiblanco. En la previa, y desde el sector madridista, se llegó incluso a decir que hasta el Castilla podría despachar a los del Manzanares. Era una exageración pero tal era el estado de euforia en el Madrid. Ajeno a las apuestas, los comentarios y las bromas de mal gusto, Simeone preparaba mientras tanto la final desde su sitio talismán. En tierras segovianas el Cholo concienció a su equipo de que era posible ganar. Los madridistas más osados no advirtieron que el Atlético es un equipo diferente cuando hay una final en juego. Ya sucedió ante el Athletic y frente al Chelsea. El guión fue parecido. En todas las finales con Simeone al mando, el equipo salió poco menos que derrotado y en las tres resultó vencedor. La cara del técnico en la rueda de prensa lo decía todo. El triunfo en el Bernabéu es un golpe de efecto de cara al futuro más inmediato y una muestra de que los otros dos grandes deben contar con el Atleti. Y mejor para él si los demás le vuelven a menospreciar. El equipo se va hoy a Singapur en una mezcla de placer y negocios. A la vuelta espera el Mallorca y el homenaje del Calderón a los campeones de Copa. Y después comenzarán a preparar la próxima campaña. El objetivo será el mismo, volver a visitar Neptuno, una sana costumbre en los últimos años.
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Tres postes nos exiliaron de la justicia futbolística
A Cristiano le hicieron once faltas y Clos sólo pitó la mitad. Florentino Pérez se reunirá hoy con la Junta Electoral para elegir la fecha electoral.
TOMÁS RONCERO | 19-05-2013 - 02:59
Han pasado 24 horas del presunto Waterloo copero, pero me resisto a ver el cielo negro por mucho que nos estén invadiendo las famosas aguas de mayo. Si yo fuera marciano, nacido en Urano, y fuese la primera vez que viera un partido de fútbol en la Tierra, al término de los primeros 90 minutos hubiera afirmado: "Qué buenos son estos terrícolas del Madrid y qué suerte han tenido estos del Atleti". Ya sé que lo fácil es agarrarse a la diferencia de presupuesto y al factor campo. Pero reconozcamos que es difícil buscar en el océano de la memoria una final en la que el mismo equipo sufra tres postes seguidos. El madridista no es llorón ni suele agarrarse a las circunstancias, pero reto a quien quiera a mostrarme finales de Copa o de Champions League en las que un equipo pierda el título tras enviar tres disparos a la madera.
El madridismo llora en silencio, no busca excusas y asume su infortunio. Pero eso es tan cierto como que en la final ante el Atleti hubo fenómenos paranormales. A Cristiano le hicieron once faltas (aunque el descarado de Clos Gómez sólo castigó seis) y al final tener la vitola de favorito y de anfitrión sólo le sirvió al equipo de Mourinho para ser víctima de su privilegiada condición.Esos postes revelan el espíritu ambicioso de un equipo que sobrevivió al hastío emocional de su entrenador para intentar hacer feliz a una afición que se merecía un desagravio tras lo sucedido en la Champions y en la Liga. Por mucho que Mourinho intente disimular, el madridismo de toda la vida ha entendido que su técnico dejó tirados a sus legionarios a la hora de la verdad. Si hubiese jugado Casillas, posiblemente estaríamos hablando de la Copa número 19. No critico a Diego López, sólo valoro como merece al mejor portero de la historia del fútbol. Y si mi admirado Albiol hubiese sido el cuarto central como la temporada pasada, habría jugado el castigado Pepe y, en ese caso, es más que posible que en la impresionante acción técnica de Falcao, le habría dado una patada al colombiano y habría taponado la acción del 1-1. Mou trasladó sus cuestiones personales al campo y eso nos ha costado una Copa menos a los madridistas. Mi padre me enseñó siendo niño que un jefe debe aplicar el criterio de la disciplina y la justicia sin que eso afecte al balance de la empresa.
Ahora sólo vale mirar al futuro. Florentino reunirá hoy a la Junta Electoral para planificar el calendario que determinará cuál es el cuaderno de bitácora del próximo presidente del Real Madrid. No parece que vaya a tener oponentes el actual mandatario y eso le obliga a ser más exigente que nunca consigo mismo. El madridismo quiere ver al Florentino que traía a los mejores (Figo, Zidane, Ronaldo, Beckham...). Pero una vez que se va Mourinho, al presidente hay que exigirle que renueve a Cristiano Ronaldo y que asegure una candidatura para el banquillo que se gane el respeto de la afición y del vestuario. El Madrid está por encima de los nombres. Dudar de ello, es una herejía.
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EL REAL MADRID PODRÍA HACER OFICIAL SU ADIÓS ESTA SEMANA
Mourinho se va al Chelsea
Regresa a la Premier
J. L. CALDERÓN. MADRID 19-05-2013 - 13:29.
![[Fotonoticia]](http://estaticos01.marca.com/accesible/imagenes/2013/05/19/futbol/equipos/real_madrid/1368919642_extras_portada_1_orig.jpg)
José Mourinho será entrenador del Chelsea la próxima temporada. El portugués dará por concluida su aventura en el Real Madrid el 30 de junio y regresará a Inglaterra para afrontar una segunda etapa al frente de los blues.
El técnico portugués ya ha comunicado a su círculo más íntimo que el acuerdo con el Chelsea está cerrado. Su nuevo destino era lo único que faltaba por conocer, porque su salida del conjunto blanco era un hecho desde finales del pasado año.
Concretamente, el 3 de diciembre MARCA recogía en su portada un contundente: 'Divorcio a la vista'. Por entonces, ya se informó que la relación entre Florentino Pérez y Mourinho estaba rota, que el ciclo del luso en el Madrid tocaba a su fin y que acabarían la temporada de forma amistosa. Luego, en junio, negociarían los términos de la rescisión del contrato. Dicho y hecho.
Han sido seis meses de rumores sobre cuál sería el destino de Mourinho de cara a la próxima temporada. Manchester City, United, PSG, Inter y Chelsea han sido los equipos que más han sonado. Finalmente, Abramovich y Mou se darán una segunda oportunidad.
En el Chelsea ya le esperan
En el Chelsea ya le dan la bienvenida. Uno de los capitanes del equipo, Frank Lampard, ya habla del futuro que le espera con el portugués otra vez en el banquillo de Stamford Bridge. "Con Mou en el timón todo va a ir muy bien. Volverá a poner en marcha al Chelsea. Su regreso será un gran empujón. Los jugadores que no han trabajado con él, lo entenderán pronto", ha dicho el centrocampista blue.
En el Chelsea ya le dan la bienvenida. Uno de los capitanes del equipo, Frank Lampard, ya habla del futuro que le espera con el portugués otra vez en el banquillo de Stamford Bridge. "Con Mou en el timón todo va a ir muy bien. Volverá a poner en marcha al Chelsea. Su regreso será un gran empujón. Los jugadores que no han trabajado con él, lo entenderán pronto", ha dicho el centrocampista blue.
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REAL MADRID
Florentino: "Mou me dijo que era mejor irse y yo lo comparto"
El presidente del Real Madrid anuncia la salida del técnico al final de la temporada, aunque le hubiera gustado "que siguiera", convoca elecciones para el 16 de junio y dice que se presentará.
Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, compareció ante los medios de comunicación en medio de una gran expectación. Lo hizo desde las 20:00 horas. Esta es la transcripción en medio de una gran expectación.
“Buenas tardes a todos y, antes que nada, quiero agradecerle a todos su asistencia. Tras la reunión de la Junta Directiva que acaba de concluir, quiero comunicarles dos decisiones: la primera, que tras las conversaciones mantenidas con José Mourinho, se dará por terminada la realización contractual al término de esta temporada. Coincidimos en que es el momento adecuado. Quiero decir en nombre de toda la Junta Directiva que agradecemos el trabajo de José Mourinho. Con él hemos dado un importante salto deportivo y competitivo y le deseamos suerte en su nueva etapa”.
“Además, según el artículo 38 apartado b de los estatutos sociales, y una vez escuchada a la Junta Directiva, he comunicado a la junta Elecotral que ponga en marcha la convocatoria de elecciones. Deberían celebrarse según los estatutos del club el 16 de junio. He llegado a la decisión de presentarme a las elecciones y presentaré a mi candidatura en los próximos días”.
Después de los dos anuncios, el fin del compromiso con Mourinho y la convocatoria de elecciones para el 16 de junio, respondió a las preguntas de los medios.
Decisión de acabar la relación con José Mourinho, qué ha pesado más: si los éxitos o los problemas con el entorno del técnico: “La pregunta que hace no se corresponde a la realidad. Nadie a destituido a nadie, se hace de mutuo acuerdo”.
Idea del entrenador que se ajusta al nuevo proyecto. Perfil: “Este hecho se ha producido ahora. Quiero aclarar que no hemos establecido ningún acuerdo ni ningún contrato con ningún entrenador. Este trabajo nos queda para los próximos días”.
Cómo se va Mourinho del Madrid, ¿decepcionado, triste, enfadado?: “Como todo el mundo cuando se va y más cuando está en esta casa. A nadie le es agradable irse, pero después de este año ambos hemos coincidido en que era el momento adecuado para romper esta relación. Le agradezco el trabajo realizado al técnico”.
Lo mejor que ha hecho Mourinho y lo que ha fallado: “Vamos a ver. Yo creo que el balance de Mourinho, a nuestro modo de ver, es que ha dado un salto cualitativo importante en lo deportivo y en la competitividad. El Madrid está donde le corresponde, llevábamos muchos años fuera en octavos. Ahora estamos en semifinales, somos cabezas de serie. Hay gente a la que le parece normal quedar segundo en la Liga, en la Copa del Rey y en semifinales de Champions. Para muchos es suficiente, para nosotros no. Nuestra cultura es ganar y nada más. El balance, desde el punto de vista deportivo, es positivo”.
Cómo ha visto a Mourinho, qué le ha dicho y qué perfil de técnico es el que necesita: “Esta es una temporada que no se considera suficiente para el nivel de exigencia de Mourinho y del club, pero no es una temporada mala Hemos tenido una conversación franca, normal, ya veníamos analizando la situación hace tiempo. Y nada más. En lo que respecta al próximo entrenador, será una nueva etapa. Esperemos que sea una persona que nos ayude a seguir mejorando. Hoy tenemos una gran estabilidad institucional económica y estamos en el nivel deportivo que nunca debimos perder y que habíamos perdido”.
Director deportivo. Se habla de Zidane: “En los próximos días será el momento de profundizar en qué queremos hacer y de hablar de personas. Hoy no es el día”.
¿Qué ha pasado para ampliar el contrato de Mourinho hace un año y ahora terminar la relación? ¿Está el madridismo fracturado?: “Empiezo por la segunda. El madridismo está más unido que nunca. Cuando vine, los socios del Madrid venían de una época convulsa que hay que recordar para que no se repita más. El madridismo está más unido que nunca, no está fracturado. Mourinho es el entrenador que más tiempo lleva de los 20 equipos de Primera División. Pero él cree que lo mejor es dejar el club y las razones que da para marcharme yo las comparto”.
Sus sensaciones con Mourinho y las elecciones: “Me hubiera gustado que hubiese continuado. Creo en la estabilidad que puede dar un entrenador. Pero el nivel de presión ha ido incrementándose de tal manera que las personas tienen un límite y esto ha pasado ahora. Quitando las últimas elecciones, siempre ha habido candidatos. Me parecería normal y saludable que hubiese otros candidatos. La decisión se toma por muchas cosas. Igual si hubiésemos ganado la Champions estaríamos hablando de otra cosa. Él cree que tiene un nivel de presión difícil de soportar y que hasta aquí había llegado. Él es un entrenador exigente, consigo mismo y con los demás. Eso tiene su desgaste”.
Palabras de Mourinho contra jugadores. ¿Se ha tenido que morder la lengua? “Le tengo que decir la verdad. Cada entrenador tiene su personalidad, pero su nivel de exigencia y competitividad es máximo. Seguro que él se ha equivocado alguna vez y ha pedido disculpas pero no es normal estar sometido a este nivel de presión. Nos sentimos orgullosos de este nivel de presión, es el Madrid y aquí hay que ganar. Pero ha pasado los límites de la normalidad. Y en cuanto a las decisiones técnicas de un entrenador, yo las respeto. Estas cosas han pasado, pasan y pasarán en el Real Madrid. Lo importante es que los socios estemos unidos. Cuando hago el balance de José Mourinho creo que nos ha dado intensidad y competitividad. Es verdad que no éramos cabezas de serie en Europa, que nos ganaban en octavos. Hoy eso no pasa. Y también es verdad que en las semifinales no hemos tenido suerte. El Barça, la mala suerte contra el Borussia, los penaltis del Bayern... Todo es relativo. De dónde veníamos hemos dado un salto importante. Y nuestra obligación es seguir mejorando. Igual si hubiésemos ganado la Copa de Europa no hablaríamos de esto…”.
Dijo que había maleducado a los jugadores. ¿Pudo maleducar a Mourinho o consentirle demasiado?. “A usted que le gusta mucho la novela..., pues no sé. Qué imaginación tiene Diego Torres (el periodista de El País que le hizo la pregunta). Pero lo escribe bien. Pude decir en algún momento que estaba más cerca de los jugadores. Mi objetivo ha sido no perturbar a los jugadores ni al entrenador”.
¿Mourinho es una derrota suya, ha fracasado? “Si usted le dice un tercero la palabra fracaso con este nivel de competitividad, piense que hay Ligas que se han ganado con 68 puntos y ahora hay que ganarlas con 100. La palabra fracaso no se corresponde a la realidad o los madridistas no lo sienten así. Hemos ganado nueve Copas de Europa desde los cincuenta. No todos los años”.
Qué le pareció que no recogieran la medalla Cristiano o Mourinho: “Los dos estuvieron expulsados e imagino que esa es la razón”.
Presiones que rebasan el límite sobre Mourinho: cuáles son: “Este es un club acostumbrado a vivir en la presión. Cuando vine en 2000 me costó entender esa presión. Esa presión es importante y la gente quiere influir pero a veces en esa presión se pasan y para gente que viene de fuera. Me decía José Mourinho que, en Inglaterra, un partido de fútbol dura dos horas antes, dos horas después y el partido. Aquí dura siete días a la semana. Aquí no te puedes dormir un día. Algunos insultan, descalifican como personas no civilizadas y eso no es normal porque hay familias que leen y viven como nosotros en un ambiente determinado. Y les llega
Ancelotti le comunicó al PSG que quería dejar al club francés y que el Madrid era una posibilidad. Usted dice que no hay ningún preacuerdo…: “Yo le he dicho lo que le he dicho. Mi máximo respeto al PSG y a su presidente, como a todos los clubes. El director general fue a París la semana pasada y preguntó si había posibilidad de que viniese porque pensábamos que terminaba contrato. Nos dijeron que no. Pues perfecto. Como no es un tema que solucionemos mañana, pues lo dejamos ahí. Porque además no hay uno, dos o tres candidatos. Hay más”.
Ancelotti-Zidane: “Ya he contestado esa pregunta anteriormente. Zidane es un jugador que está en el corazón de los madridistas y no sólo por lo bien que juega sino por unos valores que representaba. Su objetivo era ser entrenador de las categorías inferiores y no hemos vuelto a hablar de él pero es uno de los activos que tiene este club”.
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REAL MADRID
Mourinho, el ''octavo pasajero'' de Florentino Pérez
Del Bosque, Queiroz, Camacho, García Remón, Luxemburgo, López Caro y Pellegrini han pasado por el banquillo del Real Madrid durante la doble presidencia de Florentino Pérez.
EFE
José Mourinho es el octavo técnico del Real Madrid en el doble mandato de Florentino Pérez como presidente del club, el que más tiempo ha estado en su cargo junto a Vicente del Bosque, en lo que bautizó como "modelo inglés". Deja tres títulos en tres años: Copa del Rey, Liga y Supercopa de España.
Se marcha el octavo pasajero del proyecto de Florentino Pérez en el Real Madrid, que inició dando continuidad al técnico que estaba en el club cuando ganó sus primeras elecciones, Del Bosque, y que hasta llegar a Mourinho pasó por Carlos Queiroz, José Antonio Camacho, Mariano García Remón, Vanderlei Luxemburgo, Juan Ramón López Caro y Manuel Pellegrini.
Vicente del Bosque (2000-03): Prescindir del actual seleccionador español fue una de las decisiones más difíciles y criticadas a Florentino Pérez. El presidente quiso cerrar un exitoso ciclo y la vida como técnico dedicada al club del salmantino se acabó con la conquista de una Liga. Era la segunda que conseguía en tres años en los que dejó una Copa de Europa, una Copa Intercontinental, una Supercopa de Europa y otra Supercopa de España.
Carlos Queiroz (POR) (2003-04): En el deseo de "tecnificación y modernidad", argumentos dados para el cambio de Del Bosque por Carlos Queiroz, llegó el técnico portugués a la casa blanca procedente del Manchester United, donde era la mano derecha de sir Alex Ferguson, y avalado por Jorge Valdano. Duró una temporada en la que ganó la Supercopa de España y fue destituido por "falta de autoridad y carácter", según dijo Florentino Pérez.
José Antonio Camacho (2004): En busca de esa autoridad y porque representaba "la identidad del Real Madrid", Florentino contrató a José Antonio Camacho que regresaba a su casa tras dirigir al Benfica. Duró tres partidos de Liga y uno de Liga de Campeones (goleado 3-0 por el Bayer Leverkusen). Dimitió por no sentirse respaldado por los galácticos y tras ver como su estilo no se trasladaba al terreno de juego.
Mariano García Remón (2004): Aceptó el cargo de entrenador porque su amigo Camacho se lo pidió. Estuvo al mando de septiembre a diciembre, mes en el que fue relegado a otras tareas junto a la dirección deportiva del club por los malos resultados cosechados.
Vanderlei Luxemburgo (BRA) (2004-05): Fue la primera decisión de Arrigo Sacchi como nuevo director de fútbol del Real Madrid. Según Florentino Pérez, propiciaría "el regreso del fútbol espectáculo", pero los métodos del técnico brasileño nunca fueron bien comprendidos por su plantilla. Se marchó once meses después sin conquistar ningún título.
José Ramón López Caro (2005-06): Fue el último técnico elegido por Florentino Pérez antes de su renuncia a la presidencia del Real Madrid. Al prescindir de Luxemburgo decidió buscar el remedio en casa y optó por el técnico del filial.
Manuel Pellegrini (CHI) (2009-10): Tuvo que pagar 4 millones de euros al Villarreal por el entrenador chileno, el elegido por Florentino Pérez tras ganar las elecciones y regresar al club. Avalado por Jorge Valdano era según el presidente el que mejor respondía "a la cultura del Real Madrid". Su buena Liga no tuvo el final esperado y cedió contra el Barcelona. No superar la barrera de octavos de final en Liga de Campeones, en la que el Real Madrid se ancló seis años, y caer con estrépito en Copa del Rey ante el Alcorcón, por entonces de Segunda división B, fueron su sentencia.
José Mourinho (POR) (2010-13): Once millones de euros pagó el Real Madrid al Inter de Milan por un técnico que aseguraba títulos y que instalaba en el club "una nueva organización al estilo inglés". Florentino deseaba una apuesta de larga duración y entregó todo el poder al técnico portugués. Se marcha después de tres temporadas con la ''Liga de los récords'', una Copa del Rey y una Supercopa de España. Sin cumplir el reto de conquistar la Décima Copa de Europa, pero devolviendo prestigio al club con tres semifinales consecutivas. Y con numerosos enfrentamientos públicos contra rivales, árbitros, UEFA y finalmente sus propios jugadores.
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REAL MADRID
Mou abandona el Madrid con tres títulos y sin la Champions
El técnico del Real Madrid José Mourinho abandonará el club tras haber ganado una Liga, una Copa del Rey y una Supercopa de España en sus tres temporadas en el club blanco.
EP
El portugués José Mourinho abandonará el Real Madrid después de "la peor temporada" de su carrera, habiendo conquistado la Supercopa de España ante el Barcelona, pero sin conseguir levantar ninguno de los tres principales títulos de la temporada -Liga, Copa del Rey y Liga de Campeones-, alcanzando un balance de tan solo tres títulos logrados de once posibles en el trienio que ha durado su estancia en el banquillo blanco. Su periplo en el club de Chamartín comenzó con el claro objetivo de destronar al Barcelona de Guardiola.
Tras una mala temporada con Pellegrini, la afición blanca depositó su confianza en Mourinho, que acababa de levantar la Liga de Campeones con el Inter de Milán. Pero el primer encuentro entre ambos no pudo tener peor final, con un 5-0 del Barcelona al Madrid que dejó aún peor imagen de lo que indica el resultado. Esa derrota dio una importante estocada al nuevo proyecto del conjunto blanco liderado por Mourinho. Pero a pesar de ser superado claramente por el Bar?a en Liga, el Real Madrid conseguiría conquistar la Copa del Rey tras 18 años de sequía en esta competición, precisamente ante los azulgranas en la final. Sin embargo, dos semanas después el equipo catalán apearía al Madrid en las semifinales de la Liga de Campeones, frustrando el principal objetivo del luso.
Tras una primera temporada con sabor agridulce, venía una segunda en la que había que afianzar resultados, con las bases ya sentadas. Una vez perdida la Supercopa, un título menor según el de Setúbal, la Liga quedó enseguida encarrilada, aunque al final tuvo que sentenciarla en su visita al Camp Nou. Finalmente el Madrid de Mourinho conquistaría la denominada ''Liga de los récords'', llegando a sumar un total de 100 puntos. Sin emabargo, de nuevo el portugués veía como su camino en la ''Champions'' terminaba en semifinales, esta vez ante el Bayern de Múnich. El Barcelona se cruzó en su camino en la Copa del Rey, eliminándoles en cuartos de final. Dos títulos eran el balance en sus dos primeros años, pero los objetivos de quitar la supremacía al Barcelona y conquistar la Liga de Campeones aún no estaban conseguidos, aunque la renuncia de Guardiola como técnico ''culé'' se lo anotaría como un logro. En cambio, tendría una tercera oportunidad.
La temporada 2012-13 comenzó con optimismo tras la consecución, esta vez sí, de la Supercopa de España ante el ''nuevo'' Barcelona de Tito Vilanova. Pero un comienzo titubeante en Liga le dejó enseguida sin opciones, por lo que la Liga de Campeones y la Copa del Rey centrarían su atención. En el torneo nacional consiguió llegar a la final, pero vio como el Atlético de Madrid se lo arrebataba con una victoria que llevaban 14 años sin lograr. Además, en la competición continental, por tercera vez, era eliminado en semifinales por el Borussia Dortmund. Por lo tanto, ''The Special One'', el entrenador que llegaba con dos ''Champions'' a sus espaldas, y que venía para salvar al Real Madrid y ponerle por encima del Barcelona, abandona la ''Casa Blanca'' por la puerta de atrás, con sólo tres títulos en tres años, ninguno de ellos la Liga de Campeones, dinamitando el club blanco con sus últimas declaraciones y a trece puntos del Barcelona en Liga, el equipo al debía derrocar. Escaso legado para la importancia del personaje.
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FLORENTINO PÉREZ ANUNCIÓ QUE EL LUSO DEJARÁ DE MUTUO ACUERDO EL MADRID
Mourinho, un adiós anunciado
El presidente del Real Madrid afirmó que le hubiese gustado que Mourinho siguiera
Cree que la presión ha sido demasiado alta y asegura que el balance es positivo
Florentino Pérez convocó a los medios de comunicación en el Santiago Bernabéu para anunciar públicamente que José Mourinho dejará de ser entrenador del Real Madrid cuando finalice esta temporada.
"Nadie ha destituido a nadie, ha sido de mutuo acuerdo. No hay compensación económica"
A pesar de que el técnico luso tenía contrato hasta 2016, el club ha llegado a un acuerdo con él para que abandone la entidad tres años después de su llegada. "Nadie ha destituido a nadie, ha sido de mutuo acuerdo", aclaró. "No es agradable que se vaya, pero después de tres años hemos coincidido ambos en que era el momento de romper esta relación", dijo.
"El cree que lo mejor es dejar el club, sus razones las comparto. Es una decisión adecuada para comenzar un nuevo proyecto. No hay compensación económica. Lo reitero. Mou es el entrenador que más tiempo lleva de los 20 equipos de Primera. Durante tres años no es fácil, y menos en una institución con tanta presión como esta", explicó. "Aquí ha habido Ligas que se han ganado con 60 puntos. La palabra fracaso no corresponde a la realidad, sería injusto. En nuestra cultura no es suficiente".
Balance positivo de la etapa de Mourinho en el Real Madrid
El presidente del Real Madrid defendió los logros de Mourinho. "Hemos dado un salto cualitativo muy importante, en lo deportivo y en lo competitivo. Hoy el Madrid está donde le corresponde. Llevábamos seis años eliminados en octavos de Champions, sin ser cabeza de serie. Hoy estamos entre los cuatro primeros, siempre en semifinales o finales. El balance es positivo", dijo.
Balance positivo de la etapa de Mourinho en el Real Madrid
El presidente del Real Madrid defendió los logros de Mourinho. "Hemos dado un salto cualitativo muy importante, en lo deportivo y en lo competitivo. Hoy el Madrid está donde le corresponde. Llevábamos seis años eliminados en octavos de Champions, sin ser cabeza de serie. Hoy estamos entre los cuatro primeros, siempre en semifinales o finales. El balance es positivo", dijo.
"El año pasado estábamos todos encantados, habíamos creado un fútbol espectacular, habíamos batido todos los récord. Este año, para nosotros no es suficiente llegar a semifinales de la Champions, a la final de Copa y ser segundo en LIga. Por eso el Madrid es grande, somos exigentes, nuestra cultura es ganar", recordó.
"No hay duda de que Mourinho se ha equivocado alguna vez, pero la presión no ha sido normal"
"El madridismo está más únido que nunca. Cuando vine hace 9 años los socios vivieron una época convulsa que nunca debemos olvidar para que no vuelva a pasar", dijo. "Es un día triste, pero quiero desarle lo mejor a Mou. Esta casa siempre la recordará, forma parte de nuestra historia", dijo. "Cada entrenador tiene su personalidad, pero no hay duda de que Mourinho se ha equivocado alguna vez, seguro. Pero el nivel de presión no es normal".
"La decisión se toma por muchas cosas. Si hubieramos ganado la Copa de Europa quizá ahora no estaríamos aquí, no lo sé. Mourinho cree que tres años son suficientes. Tiene su desgaste", confesó. "Cuando viene en el año 2000 también me costó entender la presión de ganar siempre y la gente quiere influir. No es normal y Mourinho no estaba acostumbrado a ello. Aquí no te puedes dormir ni un día", recordó.
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DESTACA POR SU HABILIDAD PARA MANEJAR LOS EGOS DEL VESTUARIO
El Del Bosque italiano
Su experiencia con Berlusconi le enseñó a lidiar con los presidentes más poderosos
El reto del Real Madrid está en la cabeza de Carlo desde hace tiempo. Su palmarés le avala. De hecho, es de los pocos que puede presumir de haber ganado la Copa de Europa desde el césped y el banquillo junto a Miguel Muñoz, Trapattoni, Cruyff, Guardiola y Rijkaard.
Como futbolista se inició en el Parma. Ganó dos Scudetto y cuatro Copas de Italia con la histórica Roma de los 80 de Falcao, Conti, Toninho Cerezo o Gianinni , pero alcanzó su auge en el Milan al abrigo de su amigo y mentor Arrigo Sacchi. Al lado de jugadores con más físico y talento, Carlo destacaba por su inteligencia en el campo que le hacía en realidad un entrenador en potencia y una extensión del propio Arrigo.
Es dialogante y dice que la clave es tratar a todos por igual
Del hombre que creó aquella apisonadora rossonera, dicen que aprendió su mano izquierda para manejar a las estrellas. Ésa es una de sus mejores armas, su habilidad para manejar los egos en los grandes clubes, cualidad que siempre se le ha atribuido también a Vicente del Bosque: “No creo que sea tan complicado. Hay que tratarlos a todos igual, las estrellas las hacen los medios y los aficionados”.
Además de su supuesta facilidad para ganarse a las estrellas, su carrera dice también que se maneja con suma facilidad con los grandes presidentes. La realidad es que parece hecho para entrenar a equipos grandes con máximos mandatarios cuyo poder supone siempre una sombra muy alargada para quien dirige desde el banquillo.
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Pues a mí un dúo Ancelotti-Zidane me motiva y mucho
El final de Mou. Cuándo, cómo y por cuánto ya es algo que me importa muy poco. Cuando Mourinho se quitó de en medio (desplante incluido no subiendo a por su medalla de subcampeón), ya di por cerrado el capítulo del portugués. Que, por cierto, es un buen entrenador (ahora que ya está el caño libre abierto), pero que ha gestionado la temporada pésimamente.
No se merece seguir, ni por el fútbol de su equipo, ni por cómo ha llevado los conflictos, ni, por supuesto, por los escasos éxitos deportivos. Por eso, para mí, capítulo cerrado. Entiendo que Florentino negociará bien su adiós y colorín colorado. Si se queda los dos partidos ligueros restantes, perfecto y si se va mañana, perfecto también.
Y ahora, ¿qué? Pues lo que leo hoy en MARCA me gusta como idea. Y me gusta mucho. Un tándem Ancelotti-Zidane me suena muy bien a la cabeza de la pirámide deportiva. Además hay que reconstruir la estructura, pero para empezar son dos tipos de fútbol, que saben de esto, de sus estrellas, de su juego y de cómo se maneja con señorío un vestuario de este calibre.
También oigo voces que dicen que este italiano es aburrido, que no motiva y que ha ganado poco. Modestamente pediría el beneficio de la duda para un entrenador que, si acaba viniendo, traerá métodos, estilos y fútbol de características distintas y, posiblemente, más atractivos que los que llevamos viendo últimamente. En cuanto a lo que ha ganado, pues diría a los precipitados que echaran un vistazo a su historial, que tampoco está mal. Aunque lo importante es lo que puede ganar si acaba resolviendo su conflicto contractual con el PSG y recala en Madrid. Lo otro ya es pasado.
Lo que sí me parece relevante por encima de cualquier entrenador saliente o entrante es que Cristiano Ronaldo (que tampoco estuvo en la entrega de medallas) siga en el Madrid. Él sí es básico para cualquier proyecto. Por eso creo que Florentino debe priorizar y remangarse para dejarle de por vida en la 'casa blanca'. Ya sé que le queda contrato, que nadie es imprescindible y que Di Stéfano también se fue (frase tópica y clásica), pero una vez dicho esto, la realidad es que hay que meter goles, sembrar optimismo, generar ilusión, vender camisetas y lograr que los aficionados tengan en su filas a una estrella mundial. Y en este momento, no veo en el mercado un reemplazo para Cristiano ni por asomo. Y en cuanto a Iker, alguien tendrá que recuperar su autoestima. Es la otra piedra angular del nuevo proyecto junto a Sergio Ramos.
Ha llegado el momento de la gestión, de las notas, de las bajas y de las altas. Del presidente y su junta. De los ejecutivos. Restan dos partidos ligueros que hay que disputar y en los que hay que competir. Aún hay cosas en juego para terceros, pero, sobre todo, es la hora de colocar las fichas y poner a cada uno en su sitio.
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ANCELOTTI TIENE LA TAREA DE HACER OLVIDAR A MOU
El noveno de Florentino
Del Bosque es el que más ha ganado -siete títulos- y más duradero -1.031 días-
A rey muerto, rey puesto. Carlo Ancelotti será el nuevo entrenador del Real Madrid y el noveno de Florentino Pérez desde que se hizo cargo del club allá por el año 2000. El italiano llega con la difícil tarea de suplir a Jose Mourinho que dejará el Madrid tras 1.007 días.
Ancelotti será el segundo técnico italiano de la historia del Real Madrid tras Fabio Capello y el 47º en los 111 años del club blanco.
Los ocho técnicos que han estado en el banquillo durante la etapa de Florentino Pérez son los siguientes:
Del Bosque: El técnico más exitoso y más duradero
Un total de 1.031 días estuvo el actual seleccionador en el Real Madrid. Ningún otro entrenador ha ganado tanto: siete títulos.
Un total de 1.031 días estuvo el actual seleccionador en el Real Madrid. Ningún otro entrenador ha ganado tanto: siete títulos.
Queiroz: El primer fichaje de Florentino duró 273 días
El portugués era el segundo de Ferguson en el United. Dirigió al Madrid en la 03-04 y ganó la Supercopa de España.
El portugués era el segundo de Ferguson en el United. Dirigió al Madrid en la 03-04 y ganó la Supercopa de España.
Camacho: Estuvo sólo 20 días al frente del Madrid
Se estrenó el 29 de agosto de 2004 y dirigió su último partido el 18 de septiembre. No le echaron, se fue.
Se estrenó el 29 de agosto de 2004 y dirigió su último partido el 18 de septiembre. No le echaron, se fue.
García Remón: menos de 100 días en el banquillo blanco
Solución de urgencia tras la dimisión de Camacho, debutó el 21 de septiembre y le echaron en diciembre.
Solución de urgencia tras la dimisión de Camacho, debutó el 21 de septiembre y le echaron en diciembre.
Luxemburgo: Tercer entrenador en una campaña nefasta
Debutó en enero de 2005 y fue despedido en diciembre de ese mismo año. No logró conquistar ningún título.
Debutó en enero de 2005 y fue despedido en diciembre de ese mismo año. No logró conquistar ningún título.
López Caro: Técnico interino antes de la dimisión de Florentino
Solución de urgencia tras el despido de Luxemburgo. Subió del Castilla para dirigir 156 días al equipo. No ganó nada.
Solución de urgencia tras el despido de Luxemburgo. Subió del Castilla para dirigir 156 días al equipo. No ganó nada.
Pellegrini: El elegido en el regreso de Florentino
Sólo estuvo un año. No ganó ningún título. Las dolorosas eliminaciones en Champions y Copa le sentenciaron.
Sólo estuvo un año. No ganó ningún título. Las dolorosas eliminaciones en Champions y Copa le sentenciaron.
Mourinho: Tres temporadas y tres títulos
Es el segundo técnico que más estará en el cargo bajo el mandato de Florentino Pérez. Concretamente, 1.007 días.
Es el segundo técnico que más estará en el cargo bajo el mandato de Florentino Pérez. Concretamente, 1.007 días.
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MOU SE VA CON UNA COPA, UNA LIGA Y UNA SUPERCOPA
Un 'triplete' que sabe a poco
Tres temporadas y el discutible honor de haber acabado con la hegemonía del Barça es el balance de José Mourinho en su paso por Chamartín. Cortó la racha del eterno rival, consiguió competir con él hasta el punto de arrebatarle títulos y dejar un poso de cierta efectividad a nivel de resultados.
Al madridismo, en cambio, le sabe a poco. La ausencia de títulos europeos y una única Liga de tres pesan más que esa relativa sensación de competencia con el dominador del fútbol español los últimos años. Porque, no nos engañemos, la Liga de Campeones y la Liga son los dos título que sirven para acabar con nota una temporada con el Real Madrid. Y, en este aspecto, los datos son muy esclarecedores: de seis trofeos posibles, Mou sólo ha ganado uno.
Los antecedentes, sin embargo, estaban a su favor. El Madrid venía de una época sombría en la que veía como su eterno rival coleccionaba títulos sin oposición. Y el camino parecía prolongarse cuando, a los pocos meses de su llegada, el conjunto blanco recibía un doloroso 5-0 en el Camp Nou en Liga. Mou aprendió la lección y se cobró su venganza como más duele, en una final y con un título en juego. Crucial para maquillar un año en el que el Barça le había apeado de Europa.
En Mestalla Cristiano Ronaldo se elevó hasta el cielo y allí mismo llevó a sus compañeros y su entrenador con un cabezazo para la historia. Fue el primer trofeo de la 'era Mou', una bonita compensación por las decepciones experimentadas en Liga y Champions.
La Liga de los récords
"Los segundos años de Mourinho son los mejores". Esta afirmación, rescatada de su trayectoria en Oporto, Chelsea o Inter, se repitió hasta la saciedad y Mourinho se empeñó en justificarla. Llegó "La Liga de los Récords". El campeonato doméstico con mayor número de puntos y una cantidad de goles jamás vista en nuestro país. 100 puntos y 121 goles eran dos buenas razones para creer que el Madrid iniciaba un ciclo glorioso. Poco importaba que el Barça le hubiera devuelto la moneda en Copa o que el Bayern le hubiera dejado sin Champions.
"Los segundos años de Mourinho son los mejores". Esta afirmación, rescatada de su trayectoria en Oporto, Chelsea o Inter, se repitió hasta la saciedad y Mourinho se empeñó en justificarla. Llegó "La Liga de los Récords". El campeonato doméstico con mayor número de puntos y una cantidad de goles jamás vista en nuestro país. 100 puntos y 121 goles eran dos buenas razones para creer que el Madrid iniciaba un ciclo glorioso. Poco importaba que el Barça le hubiera devuelto la moneda en Copa o que el Bayern le hubiera dejado sin Champions.
Nada más lejos de la realidad. En su tercer y último año apenas una Supercopa de España -de nuevo ganada ante el eterno rival- contempló el adiós de Mou. Un año casi en blanco en el que la fe en el técnico portugués se fue desgastando hasta desaparecer por completo.
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MOURINHO SE VA SIN LOGRAR EL GRAN OBJETIVO
La Décima tendrá que esperar
La Liga de Campeones que José Mourinho logró con el Inter de Milán le señaló como el gran elegido por el madridismo. 'The Special One' parecía el entrenador más indicado para conquistar la ansiada Décima. Tres años después, el técnico portugués se va sin haber cumplido el deseo más ambicioso del club blanco. La Décima no llegará con Mou en el banquillo.
Ha sido uno de sus argumentos más repetidos en medio de la tormenta. El Madrid con Mourinho ha competido como se esperaba en la Liga de Campeones. O tal vez no. Con el portugués en la banda, el conjunto merengue acabó con la maldita barrera de octavos pero encontró otro muro imposible de derriba dos pasos más hacia delante. Las semifinales han privado a Mourinho del gran objetivo.
En su primera temporada, el Madrid ofreció síntomas claros de cambio. Tras una primera fase casi inmaculada ante Milan, Ajax y Auxerre, el equipo blanco volvió a encontrarse con el Lyon en el camino. Esta vez sería el equipo francés el que se despidiese de la competición en octavos. El Tottenham no opuso resistencia en cuartos y el Madrid se plantó en semifinales con un Clásico como penúltimo escollo para la gloria. Ahí llegó la primera gran decepción europea. Una polémica expulsión de Pepe enseñó la peor cara de Mou y Messi, con un doblete, dejó al Madrid lejos del sueño de Wembley. El 1-1 del Camp Nou confirmó que el Madrid se quedaba a las puertas de la final.
Alemania se cruza en el camino
Un año más tarde, la historia se repitió, aunque con diferente desenlace. Otra fase de grupos perfecta (seis victorias en seis partidos) y dos eliminatorias directas resueltas con enorme solvencia. CSKA de Moscú y APOEL de Nicosia no fueron rivales de suficiente entidad para un Madrid lanzado hacia la final. Pero llegaron de nuevo las semifinales. El Madrid cayó ante el Bayern (2-1) en el Allianz Arena y consiguió igualar la eliminatoria en el Bernabéu. En los penaltis, sin embargo, la Champions volvió a dar la espalda a Mou.
Un año más tarde, la historia se repitió, aunque con diferente desenlace. Otra fase de grupos perfecta (seis victorias en seis partidos) y dos eliminatorias directas resueltas con enorme solvencia. CSKA de Moscú y APOEL de Nicosia no fueron rivales de suficiente entidad para un Madrid lanzado hacia la final. Pero llegaron de nuevo las semifinales. El Madrid cayó ante el Bayern (2-1) en el Allianz Arena y consiguió igualar la eliminatoria en el Bernabéu. En los penaltis, sin embargo, la Champions volvió a dar la espalda a Mou.
La maldición de semifinales apareció por tercera vez consecutiva en la temporada de su adiós. Otro equipo alemán, el Borussia Dortmund, acabó con el sueño del portugués. El camino, en esta ocasión, tuvo mayores altibajos que en años anteriores. Llegó a perder tres partidos, dos de ellos ante el Dortmund, antes de rozar la remontada en el Bernabéu ante el conjunto alemán.
Cinco derrotas en tres años. Cinco derrotas en 36 encuentros. Tres semifinales, meritorio bagaje para un equipo que no pasaba de octavos de final antes de su llegada. Credencial insuficiente para un club como el Real Madrid. La gran cuenta pendiente de Mourinho. La espina clavada con mayor profundidad en el equipo de Chamartín.
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LOS LÍOS DEL PORTUGUÉS EN LA CASA BLANCA
Mourinho vs Real Madrid
Jugadores, Valdano, Toril, la institución y hasta la propia afición. Ni en su casa se han librado de sus ataque continuos
José Mourinho ha sido el entrenador del Real Madrid durante estos tres últimos años, aunque a veces ha parecido lo contrario. El portugués no ha dejado títere con cabeza en el club que le contrató para acabar con la hegemonia del Barcelona. No ha importado el lugar, el puesto o la situación. Jugadores, directivos, el entrenador del filial y hasta la afición. Mou se ha peleado con sus propios vecinos.
Era un secreto a voces el cisma entre el técnico y la plantilla. Mourinho no ha tenido miedo de nadie, ni del capitán, Iker Casillas. Se atrevió a quitarle de la titularidad en favor de Adán. La lesión de Iker en Mestalla cuando volvió convenció al portugués para fichar a Diego López, 'su' guardameta. Desde ese día no ha jugado Casillas, santo y seña del madridismo. La relación entre el capitán y Mou era la que el luso ha acabado teniendo con sus jugadores, muy distante. Muy pocos son los que todavía le entienden. Sergio Ramos, Özil, Khedira,Pedro León, Higuaín y hasta Pepe o Cristiano fueron dianas de Mourinho. El cisma entre unos y otros ha sido evidente.
La pelea de Mourinho ha traspasado el terreno de juego. Tampoco le importó enfrentarse con el club. Quiso entrenar a Portugal durante unos días mientras estaba al servicio del Real Madrid, se cargó a Valdanotransformando el organigrama y eliminando la figura del director deportivo y lanzó demasiados dardos contra la propia institución. Mou se sintió solo, no apoyado ni por la zona noble, y cargó contra árbitros y federaciones diciendo que él era el único que defendía los intereses blancos. Hasta Toril, técnico del Castilla, recibió su 'cariño'.
El Santiago Bernabéu ha tenido una relación de amor y odio con su técnico. Él era el camino hace poco. Se inventaron hasta bufandas con su rostro y Mourinho fue capaz de crear un plebiscito en un partido contra el Atlético de Madrid para ver si le querían. El desgaste hizo perder al estadio toda su confianza en 'The Special One'. El enemigo estaba en casa. Mourinho tampoco dudó en criticar la pasividad de la afición y en hablar de los 'pseudomadridistas', los nuevos malos de la película.
Fuera del Madrid, la historia ha sido la misma. Metió el dedo en la llaga, en el ojo de Tito Vilanova y atacó en rueda de prensa a Guardiola, el Barcelona, la UEFA o el que pasara por allí. La prensa también fue objetivo de los disparos frente al micrófono.
José Mourinho se marcha del Real Madrid después de mover hasta las alfombras. No logró transformar al club más especial del mundo, que le ha superado.
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El baile de los entrenadores
lunes, 20 mayo 2013, 12:15
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1.- El mercado futbolístico más pujante del momento es el de los entrenadores. Veamos su situación en este preciso momento. Dos de los más importantes se jubilan: Sir Alex Ferguson y Jupp Heynckes, el primero con un nuevo título liguero en su haber y el segundo, con un posible triplete a quince días vista y la impresión de haber culminado la construcción de un Bayern llamado a dominar Europa.
2.- Dos entrenadores han sido “invitados” a abandonar el club: Thomas Schaaf en el Werder Bremen, donde ha sido una auténtica institución; y Roberto Mancini en el Manchester City. Otros tres de renombre han anunciado su marcha: Manuel Pellegrini en el Málaga, Walter Mazzarri en el Napoli yCarlo Ancelotti en el París Saint-Germain.
3.- Se quedan en sus clubes, entre otros muchos, Antonio Conte (Juventus), Frank de Boer (Ajax),Mircea Lucescu (Shakhtar), Cholo Simeone (Atlético Madrid), Arséne Wenger (Arsenal), Jürgen Klopp (Borussia Dortmund) o André Villas Boas (Tottenham). Dos llegadas han sido anunciadas de manera formal: Pep Guardiola al Bayern y David Moyes al Manchester United.
4.- Quedan cuatro casos sobradamente conocidos: José Mourinho (Real Madrid), Rafa Benítez(Chelsea), Marcelo Bielsa (Athletic Club) y Philippe Montanier (Real Sociedad). Si no se producen sorpresas de último minuto, ninguno de los cuatro continuará la próxima temporada en su actual club.
5.- Y lo anterior solo es una pequeña parte del movimiento de técnicos por las principales plazas europeas. ¿Por qué tanto movimiento? ¿A qué causa obedece semejante trasiego? Confieso mi ignorancia al respecto. Entiendo el atractivo del cambio de piezas y también varios de estos movimientos estratégicos, en especial los que buscan construir una idea de juego o una metodología o los que quieren reforzar unas fortalezas y añadirles mejoras e innovaciones.
6.- Pero, en general, no se advierte debate alguno sobre el modo de jugar de los equipos. Se escucha a pocos presidentes justificar la contratación (o el despido) de un entrenador en relación a una manera de jugar. “Le queremos por esta razón”; “prescindimos de él porque queremos jugar de este otro modo”. No abundan declaraciones de este tipo.
7.- Lo que abunda es la percepción del resultado puro y duro, lo que no me parece mal en absoluto, solo que uno observa que a bastantes clubes parece importarles poco la propuesta técnica de un entrenador o la coherencia de su perfil con el de los jugadores de la plantilla, como si creyeran que ese entrenador llegará con una varita mágica y modificará pautas y dinámicas del juego sin pestañear, ni importar la clase de futbolistas que se encuentre.
8.- De este modo, vemos cómo va creciendo el peregrinaje de algunos técnicos de plantilla en plantilla sin que parezca ser relevante la composición interna de dicho equipo, ni la tradición de juego del club, ni la propuesta de futuro. Por fortuna, no en todos los casos es así y, entre los mencionados más arriba, se observan también notables excepciones, en los que un club busca al técnico idóneo para el tipo de jugadores que dispone y la idea de juego que pretende practicar.
y 9.- El componente marketiniano y la búsqueda de la ilusión efímera pesan cada día más en el fútbol. No lo escribo como una crítica, ni con despecho hacia nada, ni añorando otros factores. Solo como constatación de un movimiento constante de piezas de banquillo tras el que se aparenta cambiar mucho, pero con el que no se modifica lo esencial: la manera de jugar.
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El fin de la era Mou
lunes, 20 mayo 2013, 21:47
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José Mourinho no es ya entrenador del Real Madrid. Su etapa, la del entrenador que devolvería su grandeza al Real Madrid -porque alguien debía considerar que la había perdido- y que distinguía entre madridistas sinceros y disfrazados, ha durado tres temporadas con el balance de una Liga (2011-12), una Copa del Rey (2011) y una Supercopa de España (2012), y con mil y un avatares que no vamos a enumerar, porque ya los conocemos todos. Señalemos solo que en este periodo el F.C. Barcelona, el enemigo cuya hegemonía debía romper Mourinho (y que él hace una semana dio por rota), conquistó tres títulos nacionales, entre ellos la Liga recién finalizada, y cuatro internacionales. Y hasta el Atlético de Madrid, el vecino pobre, se ha permitido ganar un título nacional y, por añadidura, al equipo de Mourinho, si bien cuando ya tenía tan decidido tirar la toalla que, de hecho, se hizo expulsar del partido.
Es posible que la salida de Mourinho y el juicio a su etapa blanca haya que interpretarlo más en clave sociológica que deportiva. En este aspecto, señalemos que el fútbol es juego y son resultados, siendo el primero un medio para lograr los segundos. Al Real de Mourinho se le acusó de no practicar un juego tan vistoso como el del Barcelona y fiarlo casi todo a la 'pegada' de una superplantilla traída a golpe de talonario. Es cierto, en general, lo del juego, pero cuando la pegada funcionó y el entrenador consiguió que se mantuviese un nivel de intensidad continuada suficiente, pudieron ganar algunos enfrentamientos directos con el Barcelona y entre ellos una Liga. Pero cuando decayó esa intensidad de la que tanto se ha hablado en la hora del adiós, lo que ha salido a la luz es la falta de recursos para sustituirla por otra cosa que permita seguir ganando, y ese es el gran 'pero' que se le puede hacer al técnico.
Sin embargo, lo que realmente ha precipitado el adiós de Mourinho no ha sido perder esta última Liga. Ni siquiera la Copa. Y tampoco no haber conseguido la Décima. No: tenía razón Florentino Pérez cuando aludió en el adiós a una presión excesiva. Lo que no dijo es que la presión la había puesto el propio entrenador, que fue este quien la elevó al punto de no poder manejarla, y que él, como presidente, avaló todos y cada uno de sus actos al manifestar públicamente que él era el defensor del Real Madrid. El discurso del actual equipo dirigente blanco, ya desde su primera etapa, se basó en colocar al Real Madrid en un escalón superior al resto de los equipos. Derecho tienen a hacerlo, pero el problema es que el deporte es una meritocracia que depende del resultado, y si proclamas tu propia superioridad no deja de ser lógico que se compare el discurso con la realidad, al margen de no sentarle demasiado bien a quienes compiten contigo, y que algunas veces te ganan.
La primera etapa, la de los Galácticos, se cerró porque el discurso oficial no cuadraba con la realidad. En la segunda, la llegada de Mourinho fue un paso adelante en ese discurso: se traía a un gran entrenador avalado por resultados, a una plantilla de ensueño, y este entrenador, además, asumía el papel que una parte de la familia madridista -innegable- esperaba: el hombre que hacía falta, el hombre de la férrea voluntad , del discurso abrupto a veces, que metería en cintura a todos los enemigos y que sacaría la mano dura. Sobre todo, la mano dura. Mourinho empezó jugando dentro y fuera del campo. Consiguió incluso que se pasase de puntillas sobre el 5-0 que le clavó Guardiola en su primer choque, a base de acusar a los árbitros de favorecer el Barcelona, de sacar listas de errores a favor del rival, de acusar a los equipos rivales de no emplearse ante sus rivales, de considerar que los calendarios estaban manipulados para perjudicarle...
El caso era que se interiorizase el discurso de que el único triunfo justo fuera el de su equipo, y que cuando no ganaba, era por alguna circunstancia extraña. Pero es que esa circunstancia podía ser hasta la propia 'dejadez' de sus jugadores, la falta de apoyo de sus aficionados, o incluso los críticos, aún madridistas, que señalaban que las excusas de Mourinho no eran la causa de los males que denunciaba.
En todos esos discursos lo único fijo es que él siempre quedaba a salvo -lógico también, porque representaba al club-. Él era inocente en ese discurso perfecto porque si no se ganaba, era porque había pasado algo extraño. El problema es que el primer año el 'algo' eran los árbitros. El segundo, como se ganó, no era nadie. El tercero el 'algo' eran sus propios jugadores, la prensa...
Yo no entro a discutir los méritos como técnico de Mourinho. Sólo señalo que un buen entrenador lo es también por la gestión de los grupos, y en ese sentido Mourinho ha fallado porque si eres líder de un grupo, puedes ser dialogante o autoritario, y si eliges la segunda vía, debes entonces de tener la fuerza o el prestigio suficiente como para imponerte. Y al final el resultado, la inapelable sentencia del fútbol, muestra que no lo ha hecho bien. Los resultados objetivamente no son malos, cierto, pero la presión que el mismo discurso oficial ha puesto sobre el club es lo que hace inevitable que se vean como pobres.
Algunos dijimos hace tiempo que lo más probable es que la era de Mourinho acabara de la manera que lo ha hecho. El club, en blanco. La plantilla, pendiente de que el próximo entrenador decida qué hacer con ella, porque en la última temporada no han funcionado de acuerdo a su nivel. El presidente, dando explicaciones contradictorias y el propio Mourinho, que salió del Inter después de que el presidente del Real Madrid convenciera con millones al del club italiano, yéndose de la Casa Blanca de mutuo acuerdo, tres años antes de acabar su contrato.
Termino. A Mourinho se le ha tachado a veces de fascista y hasta de nazi. No es justo ni cierto. Pero sí lo es que ha desarrollado, y yo lo he dicho antes, una política de comunicación propia del populismo de los regímenes autoritarios. Así que concluyo con dos citas sobre comunicación por parte de dos expertos en la materia de tendencias opuestas. Decía Abraham Lincoln que "se puede engañar a todo el mundo algún tiempo, y a algunos todo el tiempo, pero no a todo el mundo todo el tiempo". Y el genio malvado que fue Joseph Goebbels reconoció que "la propaganda, por sí misma, no da solución a los problemas. Sin una base real, no sirve para nada". Yo, por mi cuenta, añado que creerse la propia propaganda suele causar serios problemas.
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Simeone y Mourinho, verbos distintos
Escuchando las dos conferencias de prensa tras la final se explican mejor las cosas. Simeone trabajó para el Atlético, lo siente como propio. Mourinho trabajó para su palmarés, para su ombligo, para sus fobias. Lo de Simeone fue magnífico, de pé a pa. Su homenaje a la gente que trabaja en el club, su forma de presentar el éxito del Atlético como un logro social, la referencia lo que le había leído a Futre sobre lo que significaba ganar una final en el Bernabéu, los elogios a sus jugadores, hasta la emoción. Puro Atlético, palabras de un hombre que siente un club, que puede decir orgulloso: “Somos peores, pero...”
Lo contrario que Mourinho. Su palmarés. Su peor año. El recuento de su pobre cosecha de este año, “un éxito para cualquier otro entrenador”, un fracaso para él. El Madrid en segundo plano, ese Madrid que le ha dado la plantilla más cara del mundo, ese Madrid cuya afición se ha ido desgarrando por sus intemperancias, ese Madrid cuyo presidente se ha humillado, cada vez más notoriamente, ante sus caprichos de amante consentida, a ver si a base de no molestarle el gran mago obraba el milagro de la Décima. Qué dos formas tan distintas de estar en un club, las de Simeone y Mourinho.
El Madrid pudo ganar, sí, tuvo tres palos, pero hay algo de justicia poética en que Mourinho se marche sin Copa. Él mismo puso de su parte. Todos dudamos que Falcao le hubiera podido hacer a Pepe lo que hizo Albiol en el 1-1. Todos recordamos, viendo a Diego López en los dos goles, las tres proezas con las que Casillas frenó lo mejor de la tremenda tormenta de fútbol del Barça en la segunda mitad de aquella nada lejana final en Valencia. Sí, las palabras al final del partido encerraban la explicación de todo: Simeone es el Atlético, Mourinho es un huésped molesto, el penúltimo (¿o último?) extravío de Florentino.
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El Atlético sí que consiguió su Décima
¡El Atleti, Campeón de España! En una final que fue de menos a más, en la que el Madrid tuvo la suerte de espaldas en sus mejores momentos (tres tiros al palo) el Atlético supo mantenerse en los ratos malos y dominar luego sicológicamente al rival. Según avanzó la segunda parte, el Madrid entró en nerviosismo y fatiga, hasta acabar desencuadernado. Buena noche para Simeone, mala para Mourinho, al que todo el sector atlético coreó al final del partido con rechifla “¡Mourinho, quédate!” Tampoco fue la noche de Cristiano, sin duda mermado en sus facultades, y que se fue desquiciando.
En fin, que catorce años no es nada y que el Atlético ya tiene su décima. Corona así una temporada que confirma al ‘cholismo’ como la nueva gran religión rojiblanca. Tenía menos cartas, sin duda. A priori, el Atlético mejoraba al Madrid en la portería (y más ayer, Courtois estuvo muy bien y Diego López pudo hacer más en los dos goles) y en poco más. Pero era un grupo unido en la fe y el entusiasmo, con más fondo físico y capaz de controlar la situación. Lo que pone un entrenador. Lo que ha puesto Mourinho tantas veces en tantos equipos, hasta desembocar en este fracaso enloquecido.
Ahora tiene un nuevo récord: ninguno de los entrenadores de aquella larga lista que con evidente mal gusto y alguna imprecisión citó hace poco, perdió ante el Atlético mientras entrenaban al Madrid. O sea, que Mou ya tiene algo más que contar cuando salga de aquí, que espero sea cuanto antes. Florentino, al que sugiero que haga las cuentas de los títulos ganados desde que echó a Del Bosque, vio desde el palco el fin de su último proyecto: la derrota, la bronca, el desquiciamiento de los suyos. Su obra, en fin. De los Galácticos a esto ha habido un largo desplazamiento de ideales. ¿Qué vendrá ahora?
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