Reeditare integramente dos excelentes articulos publicados por el comercio, fue uno de los que denuncio desde "adentro" las atrocidades del regimen totalitario comunista de la U.R.S.S, claro, los "amigos" de Movimiento Nueva Izquierda o de Patria Roja, ni lo mencionan a este ganador del premio nobel, Al premio a mi juicio de naturaleza "caviar" lo mencionan solo cuando les conviene....
http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2008-08-05/el-hombre-gulag.html
El hombre del Gulag
EL NOBEL DE LITERATURA Y VOZ DISIDENTE ALEXANDER SOLZHENITSIN FALLECIÓ EL DOMINGO A LOS 89 AÑOS SE HIZO CÉLEBRE POR HABER OFRECIDO AL MUNDO EL MÁS DRAMÁTICO RETRATO DE LAS ATROCIDADES DE LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN DE LA ERA ESTALINISTA" alt="Imagen de la nota" width="486" />
MOSCÚ [AGENCIAS / EL COMERCIO]. Las últimas horas de su vida las pasó junto a su familia. Minado hace meses por la enfermedad, había pospuesto todos los análisis médicos con la excusa del trabajo acumulado. Incluso el mismo domingo de su muerte, a causa de una falla cardíaca, Alexander Solzhenitsin (Kislovodsk, 1918) se ocupaba en la edición de sus obras completas. "De pronto dijo sentirse muy mal", comentó su hijo Stepan al diario "Komsomolskaya Pravda" . Llamaron al médico de urgencia, pero este solo llegó para constatar la muerte del Nobel. Stepan explicó que él y su madre Natalia estuvieron sentados en la cama con Solzhenitsin hasta el último momento. "Junto con mi madre escuché la última voluntad de mi padre", dijo. El pragmático escritor no se distrajo en despedidas tristes o recuerdos nostálgicos, sino que compartió con ellos sus últimas instrucciones para definir claramente qué parte de su obra literaria debía quedar en las manos de su familia.
Para un lector que no conozca la personalidad del escritor ruso, parecería exagerado e incluso egoísta que sus últimas palabras ofrecidas a quienes más lo amaban tuviera que ver con papeles y novelas propias. Sin embargo, este compromiso del creador con su obra, considerándola lo más valioso que ofrecer a su familia, pinta de cuerpo entero a Solzhenitsin, quien más allá de ser una autoridad moral era, fue básicamente, un sobreviviente. No solo porque sobrevivió al cáncer y a un intento de asesinato de la KGB, sino porque reconocía en la escritura su salvadora de los campos de trabajos forzados soviéticos (gulags), donde estuvo prisionero durante ocho años, a partir de 1945. Su crimen: haber criticado al líder Josef Stalin en una carta dirigida a un amigo.
EL NOVEL INCÓMODODe características largas barbas blancas y aspecto ascético, el premio Nobel de Literatura en 1970 fue uno de los creadores más polémicos en recibir el reconocimiento de la Academia. Para algunos pensadores de izquierda, se trataba de un reconocimiento que privilegiaba más la oportunidad política que la calidad literaria. En verdad, había irrumpido en el ambiente literario ruso solo ocho años antes, en 1962, cuando publicó "Un día en la vida de Iván Denisovich", con la autorización oficial del sucesor de Stalin, Nikita Krushev. Ese fue el primero de sus textos en que describía el sórdido mundo de los gulags. Por cierto, después de su publicación en la revista "Novy Mir", dos ediciones posteriores de un total de 850.000 ejemplares de la novela se agotaron inmediatamente. El escritor había abierto la puerta a una incómoda verdad.
En 1968 esa verdad continuó aireando la cerrada sociedad soviética, con la publicación de "El pabellón del cáncer" y "El primer círculo", obras proscritas durante la ola de represión lanzada por Leonid Brezhnev, quien intentó recortar el proceso de apertura que tímidamente Krushev había iniciado. Cuando fue galardonado con el Nobel, aceptó el premio pero se negó a asistir a Estocolmo por miedo a que no lo dejaran regresar a Rusia. Un miedo fundado, pues el escritor fue condenado al destierro cuando la KGB descubrió en 1974 manuscritos de la novela "El archipiélago Gulag", elaborado partir de la información obtenida de 227 ex prisioneros. Tras una corta temporada en Suiza, se instaló en Estados Unidos, y volvió a su patria 20 años después, tras el derrumbe de la Unión Soviética. Sin embargo, esa nueva Rusia resultaba para Solzhenitsin tan ajena como lo había sido Estados Unidos. El sobreviviente de la Guerra Fría se había quedado sin el terruño conocido al cual volver.
EL NOBEL DE LITERATURA Y VOZ DISIDENTE ALEXANDER SOLZHENITSIN FALLECIÓ EL DOMINGO A LOS 89 AÑOS SE HIZO CÉLEBRE POR HABER OFRECIDO AL MUNDO EL MÁS DRAMÁTICO RETRATO DE LAS ATROCIDADES DE LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN DE LA ERA ESTALINISTA" alt="Imagen de la nota" width="486" />
MOSCÚ [AGENCIAS / EL COMERCIO]. Las últimas horas de su vida las pasó junto a su familia. Minado hace meses por la enfermedad, había pospuesto todos los análisis médicos con la excusa del trabajo acumulado. Incluso el mismo domingo de su muerte, a causa de una falla cardíaca, Alexander Solzhenitsin (Kislovodsk, 1918) se ocupaba en la edición de sus obras completas. "De pronto dijo sentirse muy mal", comentó su hijo Stepan al diario "Komsomolskaya Pravda" . Llamaron al médico de urgencia, pero este solo llegó para constatar la muerte del Nobel. Stepan explicó que él y su madre Natalia estuvieron sentados en la cama con Solzhenitsin hasta el último momento. "Junto con mi madre escuché la última voluntad de mi padre", dijo. El pragmático escritor no se distrajo en despedidas tristes o recuerdos nostálgicos, sino que compartió con ellos sus últimas instrucciones para definir claramente qué parte de su obra literaria debía quedar en las manos de su familia.
Para un lector que no conozca la personalidad del escritor ruso, parecería exagerado e incluso egoísta que sus últimas palabras ofrecidas a quienes más lo amaban tuviera que ver con papeles y novelas propias. Sin embargo, este compromiso del creador con su obra, considerándola lo más valioso que ofrecer a su familia, pinta de cuerpo entero a Solzhenitsin, quien más allá de ser una autoridad moral era, fue básicamente, un sobreviviente. No solo porque sobrevivió al cáncer y a un intento de asesinato de la KGB, sino porque reconocía en la escritura su salvadora de los campos de trabajos forzados soviéticos (gulags), donde estuvo prisionero durante ocho años, a partir de 1945. Su crimen: haber criticado al líder Josef Stalin en una carta dirigida a un amigo.
EL NOVEL INCÓMODODe características largas barbas blancas y aspecto ascético, el premio Nobel de Literatura en 1970 fue uno de los creadores más polémicos en recibir el reconocimiento de la Academia. Para algunos pensadores de izquierda, se trataba de un reconocimiento que privilegiaba más la oportunidad política que la calidad literaria. En verdad, había irrumpido en el ambiente literario ruso solo ocho años antes, en 1962, cuando publicó "Un día en la vida de Iván Denisovich", con la autorización oficial del sucesor de Stalin, Nikita Krushev. Ese fue el primero de sus textos en que describía el sórdido mundo de los gulags. Por cierto, después de su publicación en la revista "Novy Mir", dos ediciones posteriores de un total de 850.000 ejemplares de la novela se agotaron inmediatamente. El escritor había abierto la puerta a una incómoda verdad.
En 1968 esa verdad continuó aireando la cerrada sociedad soviética, con la publicación de "El pabellón del cáncer" y "El primer círculo", obras proscritas durante la ola de represión lanzada por Leonid Brezhnev, quien intentó recortar el proceso de apertura que tímidamente Krushev había iniciado. Cuando fue galardonado con el Nobel, aceptó el premio pero se negó a asistir a Estocolmo por miedo a que no lo dejaran regresar a Rusia. Un miedo fundado, pues el escritor fue condenado al destierro cuando la KGB descubrió en 1974 manuscritos de la novela "El archipiélago Gulag", elaborado partir de la información obtenida de 227 ex prisioneros. Tras una corta temporada en Suiza, se instaló en Estados Unidos, y volvió a su patria 20 años después, tras el derrumbe de la Unión Soviética. Sin embargo, esa nueva Rusia resultaba para Solzhenitsin tan ajena como lo había sido Estados Unidos. El sobreviviente de la Guerra Fría se había quedado sin el terruño conocido al cual volver.
ADIÓS A UN NOBEL. Duelo mundial por la muerte de Solzhenitsin
Enmudece la conciencia de Rusia
AQUELLOS QUE CONOCIERON EL ESPANTO DEL ESTALINISMO AGRADECEN EL PAPEL QUE DESEMPEÑÓ SOLZHENITSIN SU CONTRIBUCIÓN A LA CAÍDA DEL TOTALITARISMO "NO HA SIDO LO SUFICIENTEMENTE RECONOCIDA", DIJO MIJAIL GORBACHOV" alt="Imagen de la nota" width="486" />
MOSCÚ [DPA]. La muerte del escritor Alexander Solzhenitsin causa gran tristeza en Rusia y muchos otros países, donde el autor era conocido por sus obras sobre el régimen de terror implantado por Josef Stalin. El presidente ruso, Dmitri Medvedev, aseguró que fue "uno de los mayores pensadores, escritores y humanistas del siglo XX", cuya muerte es "una pérdida para Rusia y todo el mundo".
También elogiaron su obra y su compromiso la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el presidente estadounidense, George W. Bush. Asimismo, la Academia Sueca, responsable de entregarle el premio Nobel en 1970, manifestó ayer que Solzhenitsin hizo una "histórica contribución" con sus libros. "Él inició un debate con el comunismo y el marxismo que recorrió todo el mundo occidental", señaló el secretario del organismo, Horace Engdahl.
El discurso del escritor cuando se le concedió el Nobel y el manuscrito de "Archipiélago Gulag" fueron sacados de contrabando desde la URSS por Stig Fredrikson, corresponsal en esa época de la agencia nacional sueca.
Tras la publicación de esta obra, Solzhenitsin fue encarcelado y expulsado del país. Pudo volver en 1994, tras la caída de la URSS, y fue muy crítico con la falta de democracia bajo la entonces presidencia de Boris Yeltsin. Solzhenitsin no encontró mucho eco sin embargo en cuanto a sus llamados a abrazar la fe ortodoxa y no copiar sin más la democracia europea, sino que Rusia se preocupara más por el "bienestar moral" de su propio pueblo.
El ex presidente soviético Mijail Gorbachov afirmó que el autor entrará en la historia como uno de los primeros en denunciar de forma pública la brutalidad e inhumanidad del régimen de Stalin.
Su contribución a la caída del totalitarismo "no ha sido lo suficientemente reconocida", subrayó Gorbachov a la agencia Interfax. "Hasta el final de su vida luchó por que Rusia dejara atrás su pasado totalitario, por que tuviera un futuro digno y se convirtiera en un país libre y democrático. Le debemos mucho", aseguró Gorbachov.
Durante la entrega del principal premio de Rusia en junio de 2007, Solzhenitsin se veía ya muy avejentado. Su opinión sobre la política del ex presidente Vladimir Putin y sobre el reforzamiento de la Iglesia Ortodoxa en los últimos años era positiva.
También apoyaba la polémica política rusa en Chechenia. Mientras que el líder comunista Guennadi Zyuganov lo criticó por falta de "objetividad" en sus obras, la Iglesia Ortodoxa rusa, a la que Solzhenitsin estaba muy unido, lo elogió hoy como un gran precursor del pensamiento de las próximas generaciones.
Solzhenitsin, que estaba trabajando en la edición de sus obras completas en 30 tomos para el 2010, será enterrado el miércoles en el cementerio del monasterio de Donskoi en Moscú, un lugar que él mismo había elegido.
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Aleksandr Isáyevich Solzhenitsyn (en ruso, Алекса́ндр Иса́евич Солжени́цын) (Kislovodsk, Rusia, 11 de diciembre de 1918 — Moscú, Rusia, 3 de agosto de 2008) fue un escritor, historiador y Premio Nobel de Literatura ruso.
Biografía y carrera literaria [editar]
Hijo de un terrateniente cosaco muerto poco antes de que naciera y una maestra, pasó su infancia en Rostov del Don y estudió en la Universidad de esta ciudad matemáticas y física; ya entonces intentó publicar algunos trabajos.
Guerra Mundial y condenas [editar]
Se graduó en 1941 y empezó a servir ese mismo año en el ejército soviético hasta 1945 en el cuerpo de transportes primero y más tarde de oficial artillero. Participó en la mayor batalla de tanques de la historia (Batalla de Kursk) y fue detenido en febrero de 1945 en el frente de Prusia Oriental, cerca de Königsberg (hoy Kaliningrado) poco antes de que empezara la ofensiva final del Ejército soviético que acabaría en Berlín. Fue condenado a ocho años de trabajos forzados y a destierro perpetuo por opiniones antiestalinistas que había escrito a un amigo. Lo encerraron en la Lubyanka y los primeros años de su cautiverio los pasó en varios campos, hasta que gracias a sus conocimientos matemáticos fue a parar a un centro de investigación científica para presos políticos vigilado por la Seguridad del Estado; eso le inspiró su novela El primer círculo.
Primeras obras [editar]
En 1950 fue trasladado a un campo especial en la ciudad de Ekibastuz, en Kazajistán, donde se gestó Un día en la vida de Iván Denísovich. También trabajó de presidiario minero, albañil y forjador, y contrajo un tumor del que fue operado; el cáncer se le reprodujo y esa experiencia sirvió de material para su novela Pabellón del cáncer, que terminó en 1967. Un mes después de haber cumplido los ocho años de condena, Stalin había muerto, aunque las penas de Solzhenitsyn no habían acabado.
Destierro y publicación de sus obras [editar]
Aún tenía que cumplir el destierro «a perpetuidad», por lo que fue enviado a Kok Teren desde marzo de 1953 a 1956, lo que aprovechó para escribir en secreto mientras daba las clases en la escuela primaria. Liberado y rehabilitado en 1956, a Solzhenitsyn se le permitió vivir en Vladímir y Ryazán, en el centro de Rusia, donde pudo llevar una vida normal, dando clases de matemáticas y escribiendo sobre sus experiencias en la cárcel. Ese fue el material de su primera novela, Un día en la vida de Iván Denísovich (noviembre de 1962), que fue publicada gracias al deshielo provocado por la denuncia del Estalinismo realizada en el XX congreso del PCUS por Nikita Jruschov. Lo hizo el poeta Aleksándr Tvardovski en la revista literaria que dirigía, la más importante de su país, Novy Mir (Nuevo Mundo) y le procuró una gran popularidad en la URSS y fuera de ella. Pero la apertura duró poco y el autor se pasó los últimos años sesenta en un forcejeo constante para poner a salvo del KGB sus archivos y manuscritos, muchos de ellos difundidos por toda Rusia en samizdat, copias rudimentarias clandestinas. Un día en la vida de Iván Denísovich fue prohibida, y el original de El primer círculo, del que el autor había hecho varias versiones, fue confiscado, así como todos sus papeles.
Antes había publicado a duras penas Nunca cometemos errores (1963) y Por el bien de la causa (1964).
Persecución Y Premio Nobel [editar]
En 1969 fue expulsado de la Unión de Escritores Soviéticos por denunciar que la censura oficial le había prohibido varios trabajos, pudiendo apenas publicar las novelas El primer círculo (1968), El pabellón del cáncer (1968-1969) y Agosto 1914 (1971). El galardón del Premio Nobel de Literatura de 1970 acudió en su ayuda; declinó, sin embargo, ir a Estocolmo por temor a que las autoridades soviéticas no le permitieran regresar y, también, para ultimar su obra más conocida, el monumental Archipiélago Gulag.
El "Archipiélago Gulag" [editar]
La primera parte fue publicada en diciembre de 1973 en París, después de que una copia del manuscrito se perdiera al caer en manos del KGB en la URSS y su portadora, secretaria del autor, se suicidara tras haber sido torturada. «Con el corazón oprimido -explicó en la primera página-, durante años me abstuve de publicar este libro, ya terminado. El deber para los que aún vivían podía más que el deber para con los muertos. Pero ahora, cuando pese a todo, ha caído en manos de la Seguridad del Estado, no me queda más remedio que publicarlo inmediatamente».
Para escribir esta obra Solzhenítsyn había entrevistado a 227 supervivientes de los campos de trabajo soviéticos o gulags, cuyas identidades protegió con celo. Mezcla hechos históricos y autobiográficos con testimonios personales ajenos y la obra desencadenó un vendaval de ataques al autor en la prensa y los medios soviéticos. Fue detenido y acusado de traición el 12 de febrero de 1974 y al día siguiente se lo expulsó de la URSS y marchó al exilio. Fue deportado a Alemania Oriental (ahora parte de la República Federal de Alemania) y privado de la ciudadanía soviética.
Archipiélago Gulag es un análisis extremadamente documentado del sistema de prisiones soviético, del terrorismo y de la policía secreta. Con un estilo suelto, alejado de solemnidades melodramáticas y un leve toque irónico que aliviaba la tensión lectora en un laberinto de continuas tragedias, se enumeraban las atrocidades de un Estado enfrentado demencialmente a su propio pueblo casi desde sus inicios. En uno de los momentos de mayor esplendor del gulag, hacia 1936, había unos cinco millones de prisioneros que componían lo que Franz Kafka hubiera llamado "la colonia penitenciaria". Un número que aumentó año tras año hasta la muerte de Stalin, en 1953. En total, entre 1928 y el fallecimiento del "Padre de los pueblos", entre 40 y 50 millones de personas fueron enviadas a cumplir condenas en lo que metafóricamente denominó Solzhenitsyn archipiélago de campos de trabajo repartidos por toda la URSS. Aproximadamente la mitad de ellas nunca regresaron.
Archipiélago Gulag se publicó primero en Francia (1973) y apareció poco después en otros idiomas. Archipiélago Gulag 2 y Archipiélago Gulag 3 fueron publicados en 1975 y 1978 respectivamente.
Exilio [editar]
Viajó a los Estados Unidos en 1975 para establecerse allí tras publicar la novela-documento Lenin en Zurich: capítulos, en una casa cerca de Cavendish (Vermont), con su esposa Natasha y sus tres hijos. Ahí se dedicó a escribir dos ensayos: El roble y el ternero, fundamental para entender el mecanismo interno de la vida literaria soviética, y El peligro mortal, en el que analiza los errores de la visión estadounidense sobre Rusia, adonde volvió a la caída del bloque soviético, al recuperar oficialmente la ciudadanía soviética, con lo que, al fin, pudo regresar a su país en 1994, donde tuvo un recibimiento digno de un héroe, a pesar de lo cual no ha dejado de ejercer el pensamiento crítico sobre Rusia.
Regreso a Rusia y últimos trabajos [editar]
Sus últimos trabajos son Cómo reorganizar Rusia (1990) y El problema ruso: al final del siglo XX (1992). En 1967 escribió: «No tengo ninguna esperanza en Occidente, y ningún ruso debería tenerla. La excesiva comodidad y prosperidad han debilitado su voluntad y su razón». Proclamaba que Occidente carecía de recursos morales y espirituales para resistirse a su propia decadencia. Dedicó sus últimos años a lo que considera la culminación de su trayectoria, una novela histórica de fondo tolstoiano, La rueda roja, que abarca desde la caída del régimen zarista al ascenso al poder de los bolcheviques. Es una tetralogía compuesta por Agosto 1914, Octubre 1916, Marzo 1917 y Abril 1917.
En 1983 recibió el Premio Templeton.
En una entrevista publicada últimamente afirma que uno de los principales males de Rusia consiste en carecer de una verdadera e importante administración a nivel local, que pueda fundar una democracia real desde sus cimientos.
Muerte y entierro [editar]
Solzhenitsyn murió el 3 de agosto de 2008 a consecuencia de un insuficiencia cardíaca en su residencia de Moscú, según informó su hijo a la prensa.[1] A la capilla ardiente, instalada en la sede de la Academia de las Ciencias de Rusia, acudieron en masa los moscovitas, para rendirle un último homenaje. Incluso Vladimir Putin rindió homenaje al mayor crítico del régimen estalinista. La tumba del escritor se encuentra en el cementerio del monasterio Donskói de Moscú, un camposanto del siglo XVI donde recibían sepultura en el pasado miembros de la realeza. Solzhenitsin recibirá sepultura al lado de la tumba del famoso historiador ruso Vasili Kliuchevski (1841-1911), como pidió él mismo.
Libros [editar]
Un día en la vida de Iván Denisovich (1950)
Nunca cometemos errores (1963)
Por el bien de la causa (1964)
El pabellón del cáncer (1967-68)ISBN 8472236781
El primer círculo (1968)
Agosto 1914 (1971)
Archipiélago Gulag (1973)
Lenin en Zurich: capítulos (1975)
Archipiélago Gulag 2 (1975)
Archipiélago Gulag 3 (1978)
El roble y el ternero
El peligro mortal
Cómo reorganizar Rusia (1990)
El problema ruso: al final del siglo XX (1992)
Rusia bajo los escombros (1992)
La rueda roja, tetralogía compuesta por Agosto 1914, Octubre 1916, Marzo 1917 y Abril 1917
El error de Occidente (Colección de ensayos)
Hijo de un terrateniente cosaco muerto poco antes de que naciera y una maestra, pasó su infancia en Rostov del Don y estudió en la Universidad de esta ciudad matemáticas y física; ya entonces intentó publicar algunos trabajos.
Guerra Mundial y condenas [editar]
Se graduó en 1941 y empezó a servir ese mismo año en el ejército soviético hasta 1945 en el cuerpo de transportes primero y más tarde de oficial artillero. Participó en la mayor batalla de tanques de la historia (Batalla de Kursk) y fue detenido en febrero de 1945 en el frente de Prusia Oriental, cerca de Königsberg (hoy Kaliningrado) poco antes de que empezara la ofensiva final del Ejército soviético que acabaría en Berlín. Fue condenado a ocho años de trabajos forzados y a destierro perpetuo por opiniones antiestalinistas que había escrito a un amigo. Lo encerraron en la Lubyanka y los primeros años de su cautiverio los pasó en varios campos, hasta que gracias a sus conocimientos matemáticos fue a parar a un centro de investigación científica para presos políticos vigilado por la Seguridad del Estado; eso le inspiró su novela El primer círculo.
Primeras obras [editar]
En 1950 fue trasladado a un campo especial en la ciudad de Ekibastuz, en Kazajistán, donde se gestó Un día en la vida de Iván Denísovich. También trabajó de presidiario minero, albañil y forjador, y contrajo un tumor del que fue operado; el cáncer se le reprodujo y esa experiencia sirvió de material para su novela Pabellón del cáncer, que terminó en 1967. Un mes después de haber cumplido los ocho años de condena, Stalin había muerto, aunque las penas de Solzhenitsyn no habían acabado.
Destierro y publicación de sus obras [editar]
Aún tenía que cumplir el destierro «a perpetuidad», por lo que fue enviado a Kok Teren desde marzo de 1953 a 1956, lo que aprovechó para escribir en secreto mientras daba las clases en la escuela primaria. Liberado y rehabilitado en 1956, a Solzhenitsyn se le permitió vivir en Vladímir y Ryazán, en el centro de Rusia, donde pudo llevar una vida normal, dando clases de matemáticas y escribiendo sobre sus experiencias en la cárcel. Ese fue el material de su primera novela, Un día en la vida de Iván Denísovich (noviembre de 1962), que fue publicada gracias al deshielo provocado por la denuncia del Estalinismo realizada en el XX congreso del PCUS por Nikita Jruschov. Lo hizo el poeta Aleksándr Tvardovski en la revista literaria que dirigía, la más importante de su país, Novy Mir (Nuevo Mundo) y le procuró una gran popularidad en la URSS y fuera de ella. Pero la apertura duró poco y el autor se pasó los últimos años sesenta en un forcejeo constante para poner a salvo del KGB sus archivos y manuscritos, muchos de ellos difundidos por toda Rusia en samizdat, copias rudimentarias clandestinas. Un día en la vida de Iván Denísovich fue prohibida, y el original de El primer círculo, del que el autor había hecho varias versiones, fue confiscado, así como todos sus papeles.
Antes había publicado a duras penas Nunca cometemos errores (1963) y Por el bien de la causa (1964).
Persecución Y Premio Nobel [editar]
En 1969 fue expulsado de la Unión de Escritores Soviéticos por denunciar que la censura oficial le había prohibido varios trabajos, pudiendo apenas publicar las novelas El primer círculo (1968), El pabellón del cáncer (1968-1969) y Agosto 1914 (1971). El galardón del Premio Nobel de Literatura de 1970 acudió en su ayuda; declinó, sin embargo, ir a Estocolmo por temor a que las autoridades soviéticas no le permitieran regresar y, también, para ultimar su obra más conocida, el monumental Archipiélago Gulag.
El "Archipiélago Gulag" [editar]
La primera parte fue publicada en diciembre de 1973 en París, después de que una copia del manuscrito se perdiera al caer en manos del KGB en la URSS y su portadora, secretaria del autor, se suicidara tras haber sido torturada. «Con el corazón oprimido -explicó en la primera página-, durante años me abstuve de publicar este libro, ya terminado. El deber para los que aún vivían podía más que el deber para con los muertos. Pero ahora, cuando pese a todo, ha caído en manos de la Seguridad del Estado, no me queda más remedio que publicarlo inmediatamente».
Para escribir esta obra Solzhenítsyn había entrevistado a 227 supervivientes de los campos de trabajo soviéticos o gulags, cuyas identidades protegió con celo. Mezcla hechos históricos y autobiográficos con testimonios personales ajenos y la obra desencadenó un vendaval de ataques al autor en la prensa y los medios soviéticos. Fue detenido y acusado de traición el 12 de febrero de 1974 y al día siguiente se lo expulsó de la URSS y marchó al exilio. Fue deportado a Alemania Oriental (ahora parte de la República Federal de Alemania) y privado de la ciudadanía soviética.
Archipiélago Gulag es un análisis extremadamente documentado del sistema de prisiones soviético, del terrorismo y de la policía secreta. Con un estilo suelto, alejado de solemnidades melodramáticas y un leve toque irónico que aliviaba la tensión lectora en un laberinto de continuas tragedias, se enumeraban las atrocidades de un Estado enfrentado demencialmente a su propio pueblo casi desde sus inicios. En uno de los momentos de mayor esplendor del gulag, hacia 1936, había unos cinco millones de prisioneros que componían lo que Franz Kafka hubiera llamado "la colonia penitenciaria". Un número que aumentó año tras año hasta la muerte de Stalin, en 1953. En total, entre 1928 y el fallecimiento del "Padre de los pueblos", entre 40 y 50 millones de personas fueron enviadas a cumplir condenas en lo que metafóricamente denominó Solzhenitsyn archipiélago de campos de trabajo repartidos por toda la URSS. Aproximadamente la mitad de ellas nunca regresaron.
Archipiélago Gulag se publicó primero en Francia (1973) y apareció poco después en otros idiomas. Archipiélago Gulag 2 y Archipiélago Gulag 3 fueron publicados en 1975 y 1978 respectivamente.
Exilio [editar]
Viajó a los Estados Unidos en 1975 para establecerse allí tras publicar la novela-documento Lenin en Zurich: capítulos, en una casa cerca de Cavendish (Vermont), con su esposa Natasha y sus tres hijos. Ahí se dedicó a escribir dos ensayos: El roble y el ternero, fundamental para entender el mecanismo interno de la vida literaria soviética, y El peligro mortal, en el que analiza los errores de la visión estadounidense sobre Rusia, adonde volvió a la caída del bloque soviético, al recuperar oficialmente la ciudadanía soviética, con lo que, al fin, pudo regresar a su país en 1994, donde tuvo un recibimiento digno de un héroe, a pesar de lo cual no ha dejado de ejercer el pensamiento crítico sobre Rusia.
Regreso a Rusia y últimos trabajos [editar]
Sus últimos trabajos son Cómo reorganizar Rusia (1990) y El problema ruso: al final del siglo XX (1992). En 1967 escribió: «No tengo ninguna esperanza en Occidente, y ningún ruso debería tenerla. La excesiva comodidad y prosperidad han debilitado su voluntad y su razón». Proclamaba que Occidente carecía de recursos morales y espirituales para resistirse a su propia decadencia. Dedicó sus últimos años a lo que considera la culminación de su trayectoria, una novela histórica de fondo tolstoiano, La rueda roja, que abarca desde la caída del régimen zarista al ascenso al poder de los bolcheviques. Es una tetralogía compuesta por Agosto 1914, Octubre 1916, Marzo 1917 y Abril 1917.
En 1983 recibió el Premio Templeton.
En una entrevista publicada últimamente afirma que uno de los principales males de Rusia consiste en carecer de una verdadera e importante administración a nivel local, que pueda fundar una democracia real desde sus cimientos.
Muerte y entierro [editar]
Solzhenitsyn murió el 3 de agosto de 2008 a consecuencia de un insuficiencia cardíaca en su residencia de Moscú, según informó su hijo a la prensa.[1] A la capilla ardiente, instalada en la sede de la Academia de las Ciencias de Rusia, acudieron en masa los moscovitas, para rendirle un último homenaje. Incluso Vladimir Putin rindió homenaje al mayor crítico del régimen estalinista. La tumba del escritor se encuentra en el cementerio del monasterio Donskói de Moscú, un camposanto del siglo XVI donde recibían sepultura en el pasado miembros de la realeza. Solzhenitsin recibirá sepultura al lado de la tumba del famoso historiador ruso Vasili Kliuchevski (1841-1911), como pidió él mismo.
Libros [editar]
Un día en la vida de Iván Denisovich (1950)
Nunca cometemos errores (1963)
Por el bien de la causa (1964)
El pabellón del cáncer (1967-68)ISBN 8472236781
El primer círculo (1968)
Agosto 1914 (1971)
Archipiélago Gulag (1973)
Lenin en Zurich: capítulos (1975)
Archipiélago Gulag 2 (1975)
Archipiélago Gulag 3 (1978)
El roble y el ternero
El peligro mortal
Cómo reorganizar Rusia (1990)
El problema ruso: al final del siglo XX (1992)
Rusia bajo los escombros (1992)
La rueda roja, tetralogía compuesta por Agosto 1914, Octubre 1916, Marzo 1917 y Abril 1917
El error de Occidente (Colección de ensayos)
Declaraciones tras su visita a España en 1976 [editar]
¿Saben ustedes lo que es una dictadura? (…) Los españoles son absolutamente libres para residir en cualquier parte y de trasladarse a cualquier lugar de España. Nosotros, los soviéticos, no podemos hacerlo en nuestro país. Estamos amarrados a nuestro lugar de residencia por la propiska (registro policial). Las autoridades deciden si tengo derecho a marcharme a tal o cual población (…)
Los españoles pueden salir libremente de su país para ir al extranjero (…) En nuestro país estamos como encarcelados. Paseando por Madrid y otras ciudades (…) más de una docena, he podido ver en los kioscos los principales periódicos extranjeros. ¡Me pareció increíble! Si en la Unión Soviética se vendiesen libremente periódicos extranjeros se verían inmediatamente docenas y docenas de manos tendidas luchando por procurárselos (…)
También he observado que en España uno puede utilizar libremente las fotocopiadoras (…) Ningún ciudadano de la Unión Soviética podría hacer una cosa así en nuestro país.
En su país (dentro de ciertos límites, es cierto) se toleran las huelgas. En el nuestro, y en los sesenta años de existencia del socialismo, jamás se autorizó una sola huelga. Los que participaron en los movimientos huelguísticos de los primeros años del poder soviético fueron acribillados por ráfagas de ametralladora.(…)
Si nosotros gozásemos de la libertad que ustedes disfrutan aquí, nos quedaríamos boquiabiertos.
¿Saben ustedes lo que es una dictadura? (…) Los españoles son absolutamente libres para residir en cualquier parte y de trasladarse a cualquier lugar de España. Nosotros, los soviéticos, no podemos hacerlo en nuestro país. Estamos amarrados a nuestro lugar de residencia por la propiska (registro policial). Las autoridades deciden si tengo derecho a marcharme a tal o cual población (…)
Los españoles pueden salir libremente de su país para ir al extranjero (…) En nuestro país estamos como encarcelados. Paseando por Madrid y otras ciudades (…) más de una docena, he podido ver en los kioscos los principales periódicos extranjeros. ¡Me pareció increíble! Si en la Unión Soviética se vendiesen libremente periódicos extranjeros se verían inmediatamente docenas y docenas de manos tendidas luchando por procurárselos (…)
También he observado que en España uno puede utilizar libremente las fotocopiadoras (…) Ningún ciudadano de la Unión Soviética podría hacer una cosa así en nuestro país.
En su país (dentro de ciertos límites, es cierto) se toleran las huelgas. En el nuestro, y en los sesenta años de existencia del socialismo, jamás se autorizó una sola huelga. Los que participaron en los movimientos huelguísticos de los primeros años del poder soviético fueron acribillados por ráfagas de ametralladora.(…)
Si nosotros gozásemos de la libertad que ustedes disfrutan aquí, nos quedaríamos boquiabiertos.
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