martes, 13 de octubre de 2009

CAPPA 100x100 de el GRafico

Esa seccion es mi favorita, la comparto
eso si! cuando este tipo de Filosofos del Futbol hablan de Politica, y me salen apoyando a los impresentables de Evo, Castro o Hugo Chavez, se me caen toditito!!!! Una cosa es Mayo del 68 y otra esos esperpentos!!!!
Chau

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Angel Cappa
"El dirigente del Madrid y de Muñíz son iguales"
Lo afirma el DT de Huracán, con conocimiento de causa. Asegura que el fútbol le salvó la vida, repasa su exilio en España, compara a Menotti con Freud y Marx, y dice no entender cuál es la función de Bilardo en la Selección



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Mister-Wong
Nota publicada en la edición marzo 2009 de la revista El Gráfico

1 ¿Cómo diferenciaría bilardismo de menottismo? Una vez, en España, hice una figura antes de Tenerife-Sevilla. Dije que el menottismo era como los Reyes Magos: uno espera siempre a los equipos de Menotti con ilusión, sin saber qué le van a traer. Y bilardismo es el señor que le dice al pibe de 4 años: “Los Reyes Magos son los padres, así que te doy un pulover que te hace falta para el invierno y punto” (risas). Se me ocurrió una cosa así y se armó un quilombo descomunal.

2 ¿Por qué no usa celular? Porque no lo necesito. Si me quieren ubicar, tengo el teléfono fijo, como se hacía hace 20 años. Ojo: no ejerzo ninguna militancia anticelular, eh, sólo que no lo preciso.

3 ¿Cuándo se afeitó por última vez? Ya me olvidé, si hasta me da la impresión de haber nacido con bigote. Lo empecé a usar cuando dejé de jugar. Era lógico: estudiaba filosofía, militaba políticamente... si no tenía bigote me sacaban la roja. Una vez, mi mujer me insistió tanto para que me lo sacara, que le di el gusto y después no me reconocía. Parece una estupidez, pero también es cierto que yo me escondo detrás del bigote, me da la impresión de que me tapa algo.

4 Correo Argentino, ¿le suena? ¡Claro! Era una revista que hacíamos en España un grupo de exiliados. Proponíamos un boicot al Mundial 78 para denunciar a la dictadura. Yo escribía, distribuía, todas las tareas de militancia de aquellos años. Después, nos juntábamos a ver los partidos y gritábamos los goles de Argentina como locos.

5 ¿No era contradictorio festejar triunfos que le podían servir a la dictadura? Esos éxitos son circunstanciales, duran muy poquito. Lo mismo que una fiesta: estás en la dictadura y tenés una fiesta o estás en la dictadura y te enamorás; eso no te quita la conciencia de la dictadura. Era un momento de alegría y nada más.

6 ¿Por qué se exilió durante la dictadura? Yo militaba en el peronismo de base. No pongas como hizo una publicación mexicana, que escribió “terrorismo de base”. Era una corriente de izquierda del peronismo, estaba Eduardo Luis Duhalde, hoy en Derechos Humanos del Gobierno, y Ortega Peña. En plena dictadura seguíamos haciendo panfletos, siempre con una militancia ideológica, nunca agarré un arma. Un día iba en mi Citroën lleno de panfletos. No me acuerdo qué decían, pero en esa época un panfleto era suficiente motivo para desaparecer. Nos paró un control militar y cuando le mostré el documento me dijo: “¡Cappa, el que jugaba al fútbol!”. Y mandó la orden para que me dejaran pasar. Por suerte fue en Bahía Blanca, porque si hubiera sido en otro lugar, donde no me conociera nadie, hoy no la cuento. Ya había compañeros desaparecidos y ese incidente terminó de decidirme. Vendí el Citroën y nos fuimos con un amigo a España, con 200 dólares encima. Por eso siempre digo que, a mí, el fútbol me salvó la vida.

7 ¿De qué trabajó en España? En una tienda de muebles: era contador y repartidor. Cuando no había ascensor, era jodido: yo no soy un derroche de músculos y mi compañero se cabreaba. También laburé de “negro”, que es cuando escribís para otro, hacía resúmenes de libros.

8 ¿Qué siente al ver cómo se perdió la militancia? Mucha pena, porque en esa época teníamos un sueño de un mundo mejor, más justo; con errores, pero sueño al fin. Y lo más jodido es perder esa ilusión.

9 ¿Qué hacía en el exterior, contra la dictadura? Hacíamos esa revista que mencioné y algunas otras cosas. Recuerdo que en 1979 fui a ver Argentina-Holanda en Berna, la revancha de la final del Mundial, y paré en la casa de unos exiliados. Hicimos una bandera que decía “Abajo la dictadura”, o algo así, y la pusimos en la tribuna con total libertad. En Suiza, a nadie le importaba nada. Y por la tele, tapaban la bandera. Por eso, cuando preguntan si el fútbol colaboró con la dictadura, habría que preguntar también si el periodismo colaboró con la dictadura.

10 ¿Cuándo volvió al país? En 1981; la cosa se había tranquilizado. Volví un sábado y el domingo fui al Monumental a ver River-Boca, Maradona contra Kempes. En una de las primeras la recibió Alonso, con un tipo en la espalda, y un hincha gritó “Humille Beto, humille”. Ahí me dije: “Estoy otra vez en la Argentina”. Hoy no gritarían eso, dirían: “Ponga huevo, Beto”.

11 ¿Por qué agarró Huracán ahora y no la vez anterior, cuando lo llamó Babington? La otra vez pedí un tiempo para pensarlo, y al día siguiente ya estaba Ardiles. Ahora fue igual porque tenía que desvincularme de ciertas obligaciones, pero me dieron el tiempo. Esa fue la diferencia.

12 ¿Como comentarista en España, se gana más que como DT en la Argentina? En mi caso, sí; en otros, no sé. Integraba el grupo “Marca” escribiendo sobre fútbol en radio, internet y el diario.

13 O sea que resigna dinero y salud, al venir acá. Dinero, sí; salud, no, porque a mí me apasiona dirigir. Aparte, cuando uno no tiene compromiso con el futuro se toma las cosas de otra manera, ¿no? Yo no estoy en Huracán para ver si mañana me llaman de otro equipo; yo estoy en Huracán para disfrutar del fútbol. Si me sale bien, lo disfrutaré; y si me sale mal, tendré que irme a mi casa.

14 ¿Es más fácil comentar arriba que tomar decisiones abajo? Sí, pero es mucho más lindo estar abajo. Como entrenador, uno toma decisiones que, en frío, se da cuenta de que por ahí se equivocó; comentando, es muy difícil equivocarse. Pero tener un equipo es como preparar una obra de teatro y entonces el día del estreno, porque siempre uno estrena en el fútbol, vienen los amigos y uno muestra lo que preparó. Eso es muy excitante.

15 De Racing se fue en 2003 afirmando que no dormía ni era feliz, ¿cambió algo? Aquella vez me afectaron otras cosas, no tanto el fútbol argentino en sí. No tuve el respaldo que esperaba en el club y por eso dije eso. Pero vamos a dejarlo así; si no, se generan polémicas que no me interesan.

16 A Babington ya se le fueron varios técnicos, ¿no le preocupa? Cuando estás enamorado, no vas a pensar: “A ver si me pasa lo mismo que al novio anterior”. Puede salir mal porque son las reglas de juego, pero yo confío en que no.

17 ¿Houseman es o no parte del cuerpo técnico? Huracán es la casa de René y él puede entrar y salir cuando quiera. La idea es que esté con nosotros ayudando cuando tenga ganas y cuando no, que no venga, porque él es así. René forma parte de la historia del fútbol mundial. Es uno de los mejores jugadores que vi en mi vida. La única comparación que resiste, para mí, es con Maradona.

18 ¿Lo sorprendió algo del fútbol argentino en estos meses? Me extrañó la preparación física de los equipos con pesas, trineos y chalecos lastrados, como si pensaran más en ir a la guerra que en el juego. En Europa, eso no existe para nada. Por ahí creen que preparando a un atleta va a rendir más futbolísticamente. En el Barcelona, desde hace 20 años hay un PF llamado Paco Seirulo que jamás hizo pesas.

19 ¿Usted no usa el gimnasio? Se puede mandar a alguien como complemento o para hacer una tonificación, pero no como base, como si le fuera a durar todo el año al futbolista. Eso es un mito sin ningún fundamento. Lo digo por mi experiencia en todos los países donde estuve, por los 200 mil congresos a los que asistí, por haber hablado con Fábregas, con Seriulo, con Signorini. Me dicen que es para tener más fuerza, ¿para qué sirve la fuerza en el fútbol? En el fútbol hay que evitar el roce, y eso depende de la astucia. El tema es: ¿pongo el acento en el juego o pongo el acento en el músculo? En la Argentina se pone más el acento en el músculo que en el juego.

20 ¿Qué escenario imagina para Huracán, en este torneo? Huracán va a jugar bien al fútbol, tiene equipo para hacerlo, pero claro, ¿cuál es el enemigo aquí?... La urgencia. La gente se olvida, pero Huracán del 73 no se hizo de un día para el otro; Menotti había asumido en 1971. Lo hablaba con Babington: si este equipo tuviera un año sin desarmarse, en el tercer torneo pelearía por el título. Pero claro, en cuatro meses sólo quedan tres jugadores. Y después preguntan qué opino del nivel del fútbol argentino. Es muy difícil así.

21 El jugador más inteligente que dirigió. Redondo. Primero, porque siempre estaba aprendiendo; aun siendo crack, si le decías algo que le servía, lo incorporaba para siempre. Después, por la personalidad extraordinaria para defender su fútbol en cualquier circunstancia. Y por la calidad, claro

.22 ¿Qué piensa de Mourinho? Nunca hablé con él pero un libro suyo me encantó: rompe con todos los mitos de la preparación física, toda esa locura de que hay que hacer pesas con los dientes. Mourinho trabaja con acciones de juego y dice que todo jugador de él no corre ni 100 metros sin una pelota y con un sentido del equipo. En cuanto a su ego, es muy joven, y cuando uno gana de joven se cree que es Dios. Lo dijo Cruyff: ya le tocará perder.

23 ¿De qué equipo era hincha, de pibe? De Independiente, por mi viejo, y mi ídolo era Ernesto Grillo. Trabajé con él en Boca, compartimos varios almuerzos y nunca se lo dije. Hoy soy más hincha de Racing que de Independiente. Igual, la única camiseta que todavía me emociona es la de Villa Mitre.

24 ¿Y la de Olimpo? No, a Olimpo me llevaron y fue una especie de traición, porque Villa Mitre representa a los barrios y Olimpo a los cajetillas, a la ciudad. Con Olimpo jugué el Reclasificatorio de 1967.

25 ¿Cómo era la peluquería de Don Blas? Mi papá era el peluquero del barrio y yo vivía ahí. Todos discutían de fútbol y, escuchando, uno aprende. Después, barría los pelos.

26 Su primer club de baby. Se llamaba Rivadavia, que era la cuadra donde jugábamos. Un día ganamos 17-0 y el entrenador dijo: “Fuimos un desastre, ganaron porque los demás eran muy malos”. No entendía nada, pero esas cosas te marcan para siempre: no alcanzaba con ganar, había que jugar bien.

27 ¿Se destacaba en el equipo? Supongo que sí, porque a los 11 años me llamaron de Villa Mitre para una prueba. Cuando me dijeron que quedaba, fue lo máximo; te hacía ganar un respeto con todo el barrio. Empecé como lateral izquierdo, después pasé de cinco.

28 ¿No quiso probar suerte en Buenos Aires? Hay un momento clave, un amistoso contra el River de Ermindo Onega, Matosas y Amadeo. Siempre venían equipos de Buenos Aires a jugar con la Selección de Bahía. Esa vez contra River jugamos muy defensivos, yo estaba disconforme, y en una contra quedé mano a mano con Amadeo. El se tiró hacia la pelota, yo la crucé pero le pegó en las piernas. Nada más que con amagar el gol estaba hecho, pero la emoción me pudo más. Ese día comprobé con amargura cuál era mi techo: el nivel local. Llegué a casa a las 4 de la mañana porque sabía lo que me esperaba. Cuando entré, se prendió la luz y mi viejo me dijo: “¿Cómo erraste ese gol? ¿Por qué no amagaste?”.

29 ¿Por qué se retiró? Me rompí los ligamentos de las dos rodillas y dije basta a los 27 años. Me puse a estudiar filosofía, me recibí y di clases en la Universidad de Bahía.

30 ¿Cómo conoció a Menotti? Fue en 1980. Yo vivía en España y él necesitaba una persona que siguiera a los argentinos en Europa y viera a los rivales. A través de Cayetano Rodríguez, al que conocía de Bahía Blanca, me preguntó si lo podía hacer. Nos encontramos por primera vez el 13 de mayo de 1980; me acuerdo porque era el cumpleaños de mi señora. Fue en Wembley, la tarde que Inglaterra ganó 3-1 y Diego casi hace un golazo eludiendo a todos. Fui con mi mujer al estadio y cuando César me preguntó cuántas entradas quería, no me animé a decirle “dos”. Me pareció un abuso, así que le pedí una y mi señora fue al hotel. Y comencé con esas tareas. Me pagaban los viajes y el hotel. Yo, encantado.

31 ¿Qué vino a hacer al Mundialito de Uruguay 81? Estaba haciendo el curso de entrenador y me las rebusqué para venir en representación de la Federación Castellana y hacer un informe. Vine con la guita justa: dormía en una pensión y morfaba una vez por día. Tenía una necesidad enorme de reencontrarme con mis cosas, que tanto añoraba. Fue mi primer viaje durante el exilio.

32 Cómo espía, o no hizo muy bien la tarea o Menotti no le dio bolilla, porque Argentina perdió 3 partidos en el Mundial. Queda otra: “que el fútbol es imprevisible”. El laburo es un dato más, si no fijate: todos sabemos cómo juega el Barcelona, ¿no? Bueno, andá y ganale, entonces.

33 ¿Estaba con el equipo, usted? No, estaba en Sevilla enamorándome de Brasil. ¡Cómo disfrutaba la gente ese fútbol! Terminaban los partidos y se quedaban bailando y cantando. Después lo mató Italia, con tres de Paolo Rossi. Una injusticia tremenda.

34 Se ve que le gustó su trabajo a Menotti, porque lo llevó al Barcelona. Yo todavía no había terminado el curso de entrenador y me llamó desde Madrid para avisarme que estaba arreglando con el Barcelona, si me interesaba seguir haciendo lo mismo. ¡Y le dije que no! (risas).

35 ¿Qué recuerda de su paso anterior por Huracán? Que al equipo le fue bien pero no terminé el torneo, porque Peña me echó tras un empate con Chacarita. Yo era un tipo incómodo, me peleaba con todo el mundo. Había empezado como DT ese año con Banfield, por recomendación de Menotti, y enseguida tomé Huracán. También me acuerdo del Toti Iglesias, que era un veterano, pero seguía con ganas de aprender. Yo veía que escuchaba mucho y pensé: “Este tipo es inteligente”. El jugador importante de verdad escucha siempre. Y el Toti agarró una jugada que le descubrí a Hugo Sánchez y la sumó a su repertorio.

36 ¿Qué jugada? Yo vivía en España y veía que el 90% de los goles que metía Hugo Sánchez los hacía con un toque. ¿Cómo mierda hace para meterlos siempre así?, me preguntaba. Entonces un día me fui al Bernabéu, detrás del arco, y sólo seguí sus movimientos. Y descubrí que el tipo iba siempre al revés de la jugada, se movía de un costado para el otro, para agarrar la pelota de frente. Y entonces, con un tic la metía. Se lo comenté al Toti y la agarró de los pelos.

37 ¿Cómo le fue como DT de Boca? Fue la experiencia más difícil de mi vida. Recién empezaba en esto, era 1987; el Flaco me llevó para trabajar en Inferiores y de vez en cuando lo ayudaba en las prácticas. Un sábado a la noche me llaman y me dicen: “Vení que al Flaco hubo que operarlo de urgencia y tenés que dirigir el equipo”. Había tenido una obstrucción intestinal. Estábamos con Poncini, había terminado el torneo y venía la Liguilla. Había que dar la charla en una época en que Menotti decía “Usted no se peinó” y era una genialidad. Adelante teníamos a nenes como Higuaín, Rinaldi y Gatti. Todos esperando a ver qué decíamos. Fue jodidísimo. Dirigimos cuatro partidos y pasamos las dos series: con Armenio (4-2 y 2-2) y Newell’s (1-0 y 5-2). Después agarró el Flaco, en la final con Independiente.

38 ¿Sentarse en el banco de la Bombonera es muy fuerte? Más fuerte es cuando uno lo ve de afuera, porque estás metido en el partido.

39 ¿Por qué empezó a trabajar con Valdano? A Jorge lo conocía de mi época de espía del Barcelona. Los equipos que dejaba el Zaragoza jugaban 15 días después con nosotros y me hice amigo de Jorge y de Barbas. En 1992, Jorge se recibió de entrenador pero le faltaba la experiencia; yo llevaba tiempo entrenando y me dijo si quería acompañarlo. Su nombre era muy popular y enseguida nos llamaron del Tenerife. Fue un matrimonio por conveniencia: a mí no me iba a llamar nadie de ese nivel y a él le ahorraba los tiempos de prueba.

40 ¿Era 50 y 50 o DT y ayudante? No sé si 50 y 50, pero dábamos las charlas técnicas los dos y decidíamos los dos. Cuando empezaron las diferencias y las discusiones lógicas, me abrí.

41 ¿Discusiones violentas? Discusiones apasionadas. Estuvimos juntos en Tenerife, en el Real Madrid y él siguió en el Valencia y ya no dirigió más. Creo que Jorge no tiene tanta vocación de entrenador, él está más para la parte directiva.

42 ¿Se distanciaron? No, seguimos siendo amigos, pero nos vemos menos. Estuvimos juntos en la última Eurocopa, en el elenco que convocó Marca.

43 ¿Celebraron arruinarle dos campeonatos al Madrid con el Tenerife? Lo vivimos con una felicidad absoluta, siempre que uno gana está contento. Además, la segunda vez entramos a la UEFA mientras que el Sevilla de Maradona, Simeone, Suker y Bilardo quedó afuera. Valdano también estaba feliz de la vida, no tenía nada que ver su pasado en el Madrid.

44 ¿La frase “miedo escénico” es de Valdano o es suya? Ni mía ni de Valdano. Jorge lo dijo la primera vez que la usó: que la había sacado de García Márquez. Igual, una vez un tipo me escribió para decirme que era anterior a García Márquez, que viene de los griegos.

45 ¿Qué personajes ajenos al fútbol lo conmovieron en una cena? Eduardo Galeano, Héctor Alterio, Joan Manuel Serrat, Mario Benedetti, muchos.

46 ¿Y del fútbol? Hay muchísimos, empezando por el Flaco Menotti. Me sorprendió Guardiola, también la madurez de Cesc Fàbregas para hablar de fútbol. Es un pibe de 21 años y parece de 35. Hace poco fui a Londres a ver un partido del Arsenal y después charlé con él.

47 Su podio de escritores. Borges es como ver jugar a Federicho Sacchi: algo perfecto y bello al mismo tiempo. Cortázar me gusta muchísimo y Miguel Delibes, también.

48 ¿Qué entrenadores le gustan de la actualidad? Cacho Rodríguez, Angel Félix y Fatiga Russo son excelentes pero no tuvieron muchas oportunidades. También me gusta el español Lillo. Y Arséne Wenger. Cada vez que veo al Arsenal aprendo muchísimo. Es el mejor equipo del mundo, para mí.

49 ¿Qué cosas aprende? La posesión de pelota del Arsenal es maravillosa. Y lo hace con jugadores que no son notables, salvo Fabregas. El Barcelona, en cambio, tiene a Messi, Henry, Xavi, Iniesta... Me fascina cómo participan todos durante los 90 minutos, cómo defienden la pelota, en qué lugares la recuperan. Cuando juega el Arsenal, trato de verlo. Los entrenadores somos presumidos y cada vez que vemos un equipo decimos para adentro “Si yo agarrara este equipo, lo haría jugar mejor”. Sin embargo, si mañana me llama el presidente del Arsenal y me dice “¿Qué puede mejorar de este equipo?”, le contestaría: “Nada”.

50 Estuvo en Barcelona y después en el Real Madrid, ¿en qué se diferencian? El Madrid es Boca, tiene una popularidad descomunal en toda España; Barcelona está más restringida a su ciudad. Algunos dicen que el Madrid ganaba por Franco y es una estupidez. ¡En el Madrid jugaban Kopa, Rial, Di Stéfano, Puskas y Gento! El Madrid era una embajada itinerante y que Franco quisiera aprovecharse de eso, puede ser; pero lo otro, no. Y el Barcelona en algún tiempo significó la resistencia a ese régimen, pero hoy es tan de derecha el Barcelona como el Real Madrid.

51 Si Holanda 74 salía campeón del mundo, ¿cambiaba algo? No mucho. Imitar a los que juegan bien no es fácil; es más fácil imitar al que juega mal, al que marca, al que corre. Es más fácil imitar a Grecia campeón de la Euro 04 que a Holanda del 74.

52 El mejor equipo que vio. Huracán del 73 fue único en juntar tantos buenos jugadores y complementarios. Se da una sola vez en la historia. El Arsenal de Henry y Bergkamp fue maravilloso, el Barcelona de Cruyff, Brasil del 82, Argentina del 78...

53 Los tres mejores jugadores del mundo. Hoy, Messi es el mejor. Y me gustan mucho Iniesta, Xavi y Fàbregas.

54 ¿Cristiano Ronaldo? Tiene todas las condiciones que se le pueden pedir a un jugador de fútbol: velocidad, gambeta, fuerza, cabezazo, le pega un fenómeno; pero juega más para él que para el equipo; juega un ratito para el equipo y mucho para él.

55 ¿Argentina tiene jugadores para ser campeón del mundo? Claro, aunque España, hoy, es la mejor selección del mundo, con mucha diferencia. Es el principal candidato a ganar el Mundial. Juega bien y tiene a varios cracks como Fábregas, Iniesta, Xabi Alonso, Torres, Silva, Villa...

56 ¿Cómo hizo para llegar ahí? Hasta Luis Aragonés hubo entrenadores que creyeron más en el músculo que en el juego y arruinaron grandes camadas, como la quinta del Buitre o la de Guardiola, pero apareció Aragonés defendiendo este fútbol y jugadores de gran calidad que creyeron en él.

57 ¿Qué le falta a Argentina para ser campeón del mundo? Encontrar un equipo, y que maduren los jóvenes, que son los más desequilibrantes.

58 Cuando hicieron debutar a Raúl, ¿imaginaban que podía ser lo que es? Sí, porque transmitía un convencimiento que jamás vi en un pibe de 17 años. El sentía que estaba en el Madrid con pleno derecho, como si esa camiseta lo estuviera esperando. En el primer entrenamiento estaban haciendo un loco, Michel le pasó mal la pelota, a Raúl le rebotó y le dijo “Andá al medio”. Y Raúl le contestó. “No voy, vos me la diste mal”. Michel, que era un referente, la siguió: “Andá al medio, pendejo de mierda”. Y el otro se plantó: “No voy, me la diste mal, andá vos”. Y fue Michel.

59 ¿Siente nostalgia de Madrid? En Madrid siento que a la Argentina la llevo puesta y acá compro los diarios de España; pero es lógico, porque viví 30 años en Madrid, porque mi mujer es española, mi abuela era española, y dos de mis tres hijos son españoles. Uno es director de teatro, otro es sociólogo y la niña, abogada.

60 ¿Es muy distinto el jugador actual al de antes? Ya en los tiempos de Di Stéfano se decía eso. Puede ser que antes hubiera más pasión por entender el juego, más implicación, pero cuando al jugador de fútbol le hablás de lo que siente, no hay épocas y enseguida se prende.

61 ¿No es complicado tanta diferencia de edad con los jugadores, como le pasa a usted o a Basile? Yo mantengo la misma pasión y soy capaz de irme a Inglaterra para ver al Arsenal y hablar con Fàbregas para saber cómo entrena y cómo piensa. Eso lo hago igual que cuando tenía 30 años.

62 ¿Lo más raro que le pasó como DT? Hace unos años me reuní con el presidente de Talleres, acordamos mi vínculo, nos dimos la mano, brindamos con champagne y, al otro día, cuando me estaba cambiando para ir a la práctica me llama el presidente para avisarme que no fuera. Me quiso explicar y le dije que no me explicara nada.

63 ¿Qué le dejó su paso por Sudáfrica? Fue una experiencia riquísima. Tenía contrato por dos años y aguanté un año entero.

64 ¿Por qué dice “aguanté”? Es difícil. La falta de organización es total, el profesionalismo recién está empezando y se nota. Por lo demás, la vida en Johannesburgo es complicada: a las 6 de la tarde tenés que estar adentro porque es muy peligroso

65 ¿Están para hacer un Mundial? Infraestructura tienen y muy buena: estadios, hoteles, aeropuertos. Van a tener que ayudarlos en la organización; porque si no, va a ser un quilombo total. Hay lugares muy lindos, como en Europa, y también una miseria espantosa que te dan ganas de llorar.

66 ¿Practica jugadas con pelota parada? Claro que sí, y también veo videos de rivales, pero le doy la importancia que tiene, que es relativa. Un dato más.

67 ¿Es un mito que los menottistas no se fijan en esos detalles? Más que mito es una boludez. Lo que no hago es practicar tres horas una pelota parada.

68 Cuando pierde por tres jugadas de pelota parada, como le pasó con San Lorenzo, ¿cómo termina? Muy mal, porque no era para perder así y porque durante una hora jugamos mejor que San Lorenzo.

69 Mañana llega Zidane, retirado y sin entrenarse, ¿lo pone? ¿¡Zidane!? Por supuesto... aunque sea para verlo un rato.

70 ¿Periodismo argentino o español? Son iguales. En un tiempo, en la Argentina se interesaban más por el juego, pero ahora el periodismo, no sólo el deportivo, se ha convertido en un negocio; entonces, interesa menos el contenido y más lo truculento, lo que vende más rápido y más fácil. Si un tipo gana, está bien, algo tendrá. Eso es acá y en España.

71 ¿Qué le molesta del periodismo? Nada, lo entiendo como un negocio. Hace algunos años tomé una actitud sana: casi no leo ni escucho programas deportivos. Habrá cosas buenas también, tendré que localizarlas.

72 ¿Y qué le molesta de sus colegas, los técnicos? Que se juegue con doble volante de contención porque sí, porque es la onda, como si existiera un capo de la moda futbolística metido en un sótano que saca un papelito y dice: “Dos volantes de contención”. O que corran con chalecos lastrados porque sí. También que algunos técnicos se ofrezcan en la televisión cuando hay otro trabajando. Bueno, cada uno es cada cual y yo no soy quién para dictar reglas morales. En todo caso, se las daré a mis hijos.

73 ¿Se sentaría en la mesa de Niembro? ¿Por qué no? Ya estuve. Lo que sí noté es que hay periodistas que son muy sibilinos para pegarme. Si un equipo mío hace un gol con 15 toques y 7 gambetas, dicen “Qué mal marcó la defensa contraria”. Y si le hacen un gol a mi equipo, dicen: “¡Qué mal parado está ese equipo!”. Jamás un elogio.

74 ¿Tiene muchos enemigos en el ambiente? No soy importante para tener enemigos. Si los tengo, será de rebote, por Menotti.

75 ¿Qué siente cuando se menosprecia a los menottistas por hablar mucho y lindo? Es como una acusación, ¿no? Eso denuncia la mediocridad del que acusa.

76 ¿Son muy distintos el dirigente argentino y el español? El dirigente del Real Madrid y el de Muñiz son exactamente iguales. Iguales en los nervios, en el miedo, en la impaciencia, en la falta de proyectos, en la inmediatez. Casi todos, eh, sólo unos pocos se salvan.

77 ¿Qué le parece el gobierno de Cristina? Lo veo ambiguo, con un discurso mucho más de izquierda de lo que hace en la realidad. No sé si podrá ir más allá de lo que va, pero debería. Lo quiso hacer con el campo y se le vino no sólo el campo sino gran parte de los medios de comunicación, que están en este momento con la derecha

.78 ¿Quién le gustaría que fuera el próximo presidente? Alguien como Evo Morales o Hugo Chávez, alguien que inicie un cambio que genere ilusión otra vez en la gente.

79 ¿Está mal sufrir en un partido? En España se puso de moda la frase “Tenemos que aprender a sufrir”. ¿Desde cuándo hay que sufrir para ganar un partido? El fútbol tiene que ser un placer, dentro de los nervios que existen. Cuando uno habla de disfrutar, no quiere decir que es todo joda. El actor disfruta pero también está en tensión cuando actúa. El escritor, lo mismo.

80 ¿Qué piensa de los técnicos que gritan durante todo el partido? Cualquiera que haya jugado al fútbol sabe que no se puede jugar y al mismo tiempo mirar al entrenador. Por lo tanto, lo que hace el entrenador es inútil. Entiendo que grite y descargue, por los nervios; pero que el periodismo convierta eso en una virtud, me parece una barbaridad. Con tantas indicaciones, aparte, volvés loco al jugador.

81 ¿Cómo se definiría como futbolista? Un crack (risas)... Para el medio local era bueno; para definir con Amadeo me faltaba..

82 A Basile lo conoce bastante, ¿qué le pasó en la Selección? Con el Coco tengo una relación muy cordial, pero nos vemos poco, así que no sé qué pasó. Cuando uno inicia un proyecto, tenés dos posibilidades: que salga bien o mal. Y a veces te sale mal. No hay que buscarle muchas vueltas. A veces tenés dos hijos, los crías igual y uno te sale para un lado; y otro, para el otro.

83 Si cuando se fue Basile, Grondona le hubiera preguntado quién debía ser el DT, ¿qué le habría dicho? Menotti. La diferencia que hay entre Menotti y los demás entrenadores es la misma diferencia que había entre Maradona y los demás futbolistas cuando él jugaba.

84 ¿Hegel es a la filosofía lo que Menotti al fútbol? Mi paralelismo es con Marx y con Freud. Ellos les dieron a la historia y a la psicología otro punto de vista, igual que Menotti al fútbol. Para mí hubo dos tipos que revolucionaron el fútbol: Rinus Michels con Holanda del 74, y Menotti; Michels con la presión y el achique, y el Flaco con los conceptos.

85 Pero el menottismo es de alcance más doméstico. No te creas. Acá hay dos tendencias, no sólo en el juego sino en la vida: “El fútbol bien jugado” y “Hay que ganar como sea”. Esas tendencias existen en todo el mundo. Acá toma el nombre de menottismo porque Menotti fue el entrenador más notable de esa tendencia.

86 ¿Cuándo y por qué se hizo menottista? A mí siempre me gustó el fútbol bien jugado, posiblemente me lo haya inculcado mi papá, o el técnico ese que nos retó cuando ganamos 17-0. Desde ahí era menottista, aún sin Menotti, y después con Huracán del 73 se afirmó.

87 ¿Qué es el menottismo? Es una identidad futbolística, un modo de entender este juego y de expresarlo. Menotti le dio el nombre por ser la figura más destacada de esa corriente. Antes de que apareciera el Estudiantes de Zubeldía, todo el mundo quería jugar bien y mejor que el rival, eran menottistas sin Menotti, pero a partir de ese equipo comenzó el resultadismo y una corriente antimenottista. Mucha gente dice: “Ya pasó menottismo y bilardismo”. Mentira: no pasó. Esas diferencias ideológicas permanecerán eternamente.

88 ¿Llega a la final de un Mundial y para usted no vale el “ganar como sea”? Si tengo la única posibilidad en mi vida ante millones de personas de expresar lo que siento por este juego, ¿voy a decir “Quiero ganar de cualquier manera”? Estaría loco, ¿cómo me voy a traicionar así? En Universitario de Perú jugamos una final con Alianza y estaba el Cholito Sotil, un jugador muy hábil. Le dije: “No sé si usted jugará otra final, pero esto le va a quedar para siempre, así que no se traicione, gambetée, no quiera jugar de cualquier forma”.

89 Usted que lo conoce, ¿Menotti ya está retirado como DT? Menotti no se va a retirar nunca.

90 ¿Existe todavía el paladar negro? Hasta los hinchas de River piden más huevo que fútbol. A la gente siempre le interesa ganar, pero con el PT de Huracán contra River o lo que hicimos ahora con Racing, la gente se volvía loca con el “Ole” del equipo. Si River juega como River, vas a ver si existe o no el paladar.

91 ¿Está bien Maradona-Bilardo en la Selección? Maradona me genera una esperanza en la defensa de la identidad del fútbol argentino. Va a haber una defensa del buen juego, seguro.

92 ¿Y Bilardo? Maradona tiene la personalidad suficiente como para que nadie lo influya en lo más mínimo. La otra parte no la entiendo, pero a mí me da igual.

93 ¿Por qué cree que llamaron a Bilardo, si Diego siempre dijo que el mejor DT que tuvo fue Menotti? Yo qué sé. Tampoco sé cuál es la función de Bilardo, ojalá lo supiera.

94 ¿Le da bronca que llamaran a Bilardo? De ninguna manera. Para mí, el personaje es Maradona; los demás no sé qué hacen.

95 ¿Con Bilardo está peleado? No, si no lo conozco personalmente.

96 ¿Tomaría un café con él? Ohhh, es un... para qué (risas) no tengo nada en contra de él. Si me lo cruzo y él saluda, yo saludo.

97 ¿Le haría bien al fútbol argentino que Bilardo y Menotti debatieran por TV? Acá todo derivó en una pelea personal y eso no aporta nada; pero en lo ideológico, claro que estaría bueno juntarlos. En España, una vez debatieron Clemente y Menotti y quedaron expuestas las ideas de cada uno, pero fue ridículo, Clemente terminó diciendo “Este hombre habla mucho y yo no tengo esa palabra”. O sea, denunció sus carencias.

98 “Argentina es el lugar donde conceptualmente se juega mejor a la pelota”, dijo usted. ¿Qué significa? La manera de entender este juego por el argentino es la mejor del mundo. Ahora cambió un poco: hablo de cómo se defiende el fútbol, qué es jugar bien. Hoy, Xavi, Fàbregas, Iniesta hablan de esto y defienden el buen juego en las entrevistas.

99 Bianchi, Bilardo, Bassedas, ¿sirven los managers? Si el manager acompaña al entrenador y lo ayuda, está bueno; si está despegado del entrenador, pertenece al club y hace cosas por su cuenta, le hará daño. Son dos facetas. Por lo que veo, Bianchi acompaña al DT. En España, los managers no le dan bola al entrenador. Entonces, el DT es un tipo al que le dan jugadores que no pide. Y si sale mal, lo echan a él, claro.

100 ¿En el Real Madrid, el DT no elige los refuerzos? Casi nunca. Ni le piden opinión. A Capello le llevaron a Gago e Higuaín y no tenía ni idea de quiénes eran. Me consta. Gago llegó un día y fue titular al siguiente. Yo estaba en la tele y dije que me llamaba la atención que un chico de 20 años jugara sin adaptación. Y dije: “Para mí, no lo conoce”. Enseguida salió al aire Capello, que dijo que había puesto a Gago porque era un jugador de la Selección. Y Gago no había jugado nunca en la Selección. No lo conocía. Al final, ese equipo de Capello ganó el campeonato. Como escribió Rudyard Kipling, un poeta británico: “El éxito y el fracaso son dos impostores”.

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