domingo, 14 de septiembre de 2008

ALFREDO BARRENECHEA El papa y los mercados emergentes

Gran articulo de proyeccion a futuro de Alfredo Barrenechea.

14 de Setiembre de 2008 El Papa y los mercados emergentes Al final, concluyó Napoleón, el poder del espíritu vence siempre al poder de la espada.Casi era inevitable pensar en esa célebre frase, viendo a los centenares de miles de franceses en la gran explanada de los Inválidos, donde reposan precisamente los restos de Bonaparte, oyendo a Benedicto XVI. Más que sólo franceses, las muchedumbres representaban un mundo plural, europeo pero también asiático y, muy notoriamente, africano.La vieja ciudad gala, romana, la capital de la Ilustración, la ciudad de la razón por excelencia, volcada ante este teólogo alemán. ¿Es el reconocimiento a su condición de intelectual de primer orden, que habla además un francés impecable? No por casualidad habló también en el Instituto de Francia, la academia de ciencias políticas y morales, de la que es miembro (como lo es Javier Pérez de Cuéllar).Estaba en París para asistir a una reunión convocada por el Centro de Desarrollo de la OECD, la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo.Allí han creado una Red de Mercados emergentes (o EmNet, por Emerging Markets Network), y era la reunión semestral de esa red, en la que participan las principales empresas de los mercados emergentes, y las del mundo desarrollado con operaciones en esos mercados. Estaban los presidentes, o los economistas-jefes de empresas como Intel (Estados Unidos), Mitsubishi (Japón), Nokia (Finlandia), Samsung (Corea), Mahindra (India), Embraer y Vale (Brasil), Cemex y Pemex (México), Codelco (Chile), para no mencionar sino algunas.El tema era innovación y los sectores que dominaban la reflexión eran energía y electrónica. Los países atraviesan fases o estadios en el desarrollo. Pero al final tienen que alcanzar los sectores de punta. Corea del Sur ejemplifica esa evolución. En poco más de 30 años hizo la transición de una sociedad agrícola, paupérrima, a una sociedad desarrollada basada en la tecnología. Hoy dedica 3.23% de su producto bruto a investigación y desarrollo. 3/4 partes de esa inversión la hace el sector privado, pero fue comenzada por el Estado. Digresión: no parecía haber demasiado neoliberales en ese pequeño castillo donde se hacía la reunión, dentro de la sede de la OECD: todos parecían pensar que los gobiernos son claves en el esfuerzo de desarrollo, y que son ellos, y no el sector privado, los que deben articular las visiones.Pocas empresas ejemplifican mejor ese salto gigantesco de Corea que Samsung. Comenzó a finales de los años treinta distribuyendo comestibles, y hoy es una empresa líder en electrónica en el mundo: la número 2 en creación de patentes, por detrás sólo de IBM. 41,600 de sus trabajadores, o 28% de su fuerza laboral, está en Investigación y Desarrollo. Su caso no es demasiado distinto del de Nokia, que hoy captura el 60% del mercado de celulares del mundo pero empezó en un negocio finlandés clásico: eucaliptos para saunas. Algunos mercados emergentes están imitando esa evolución. Por ejemplo lo que hoy se llaman BRICs (por las iniciales de Brasil, Rusia, India y China). Entre 1994 y el 2006, el 30% de su comercio fue en los sectores de alta tecnología. Este salto se debió principalmente a China e India. Desde 1995, China ha doblado su inversión en investigación, de 0.6% a 1.3% de su producto, que hoy es el 16% del Producto Mundial. En números absolutos, hace que China invierta casi lo mismo que Japón. Rusia, en cambio, está atrasada en estos sectores, y su poder mundial se basa en recursos naturales. El país puntero en inversión en investigación es Israel, que destina 4.7% de su producto, más que todos los países de la OECD.La electrónica es el sector que más valor agregado genera, y crecerá en los próximos 10 años, el doble del crecimiento mundial total. En esta reunión descubrí que el 65% del negocio de la electrónica está en Asia (21% en Japón, 21% en China, 8% en Corea, 7% en Taiwán, 2% en Singapur, y el resto repartido en otros países).¿Hay una brecha entre los países que producen materias primas, y los que producen tecnología? Este tema hacía muy interesante, especialmente para un peruano, la presencia de grandes empresas mineras como Vale de Brasil (hierro) y Codelco de Chile (cobre). El presidente de Codelco, José Pablo Arellano, dijo que esperaban que en 10 años el grueso de las utilidades se apoyara en conocimiento más que minería, y detalló todos los pasos que están dando en automatización, informática, y generación de empresas asociadas con empresas internacionales de alta tecnología.El Perú recibirá en los próximos años más de 15 mil millones de dólares para minería, y poco más en otros sectores: por ejemplo muy poco en maquilas de empresas chinas tratando de aprovechar nuestro TLC, y casi nada en tecnología. ¿Cómo hacemos para saltar al tipo de desafíos de los grandes mercados emergentes, eje de esta reunión que reseño?El Perú tiene que actuar en dos frentes, en dos horizontes. Por un lado cerrando las brechas preindustriales, por decirlo así (por ejemplo el atraso del sur andino con respecto al resto del país), con creación de infraestructura y reducción de pobreza, y por otro creando oportunidades para los sectores de punta.Bruno Lanvin, de INSEAD, dijo en la reunión que Africa y América Latina aparecen en el mapa mundial de la alta tecnología como espacios vacíos (con la excepción de Sao Paulo), pero que América Latina tenía los soportes educativos básicos para dar el salto.Vuelvo a proponer al Presidente García, a este respecto, que convoque una reunión de la diáspora científica peruana. En pocos años, varias empresas peruanas podrían participar de esta fascinante Red de Mercados Emergentes, a cuya reunión semestral asistí esta semana en París.Alfredo Barnechea14 de Setiembre de 2008

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