lunes, 13 de abril de 2009

Fujimori Condenado a 25 años,






Cuando me preguntan al respecto no tengo mas que decir que SE Lo merece, tuvo el poder absoluto y del Peru hizo lo que le vino en gana, es verdad que paro el terrorismo, aunque tambien es verdad que el la policia con ayudita gringa hacian labores de inteligencia desde el 88 (o no? Ketin y Benedicto?) tambien es cierto que los peores atentados y crimenes de lesahumanidad se cometieron en los 80. El punto es que a este grupo Paramilitar no solo se le defendio con ardor desde varias trincheras, congreso ejecutivo y judicial, sino que se les reinvindicó, lo CUAL ES INAUDITO EN UN GRUPO PARAMILITAR, donde normalmente la cosa funciona asi: te pescan, TE NIEGO.

COn fuji se dieron buenas reformas obligatorias, desde fuji chock hasta la reduccion del aparato estatal, la apertura financiera y economica, Nos reinserto, Pero tambien corrompio junto con su socio Vladimiro montesinos a cuanto agente politico economico y social se interpusiese en su camino, lo cual denota las horas mas oscuras del Expresidente. Renuncio por Fax, y luego cuando los ponjas dejaron de apoyarlo quizo hasta ser senador japones para avalarse en esa defenza legal.

PEruano o Ponja, Dictador o Estadista? Los matices son muy dificiles de precisar, sin embargo, SI me pides una opinion se lo merece en tanto se burlo muchas veces de sus abusos de poder., La condena mas bien tiene punto flojos, los 31 asesinados NO FUERON TERRORISTAS, Era competencia de este tribunal PRECISARLO??? Y si el no fue el autor directo demostrado, solo valieron indicios, 25 años no era excesivo?... Nakasaki mas bien creo que no fue el indicado, de sus 4 y mas famosos patrocinados, todos a la cana, bueno con el alcalde de Pucalpa no se podia hacer mucho...No podias mostrar tu incomodidad por San Martin, este aparte de medio caviar, al chino se la tenia jurada eh!...

Esto teje historia, triquiñuelas, como aquellas que decian que el chino no venia protegido por las esferas de poder peruanas pues lo tenia grabados... Mentira. Ahora se forma la idea que esto aumentara poder a su hija como candidata. Lo cual a mi me deja dudas, KEIKO esta basando la campaña presidencial en Indultar a su padre, lo cual es inaudito, no trae otro mensaje, y esta ademas primera de manera muy anticipada, YO creo LE BAJAN LA LLANTA A LA GORDA!

Si fujimori quiere pasar a la historia de manera positiva, si quiere limpiar su imagen, Que se coma los 6 o 5 años de Cana (previendo que le aplican el dos x uno) , y que salga luego, que limpie su imagen, que le diga a su hija de manera publica que no acepta su apoyo y que por su Peru pagara el precio que haga falta pagar, que se limpie de todo y que deje las aspiraciones de poder, que tanto daño y factura le pasan, Es la unica manera Chinito, pues la prensa ahora no te tiene miedo. A tomar conciencia, esta condena es historica y sienta precedentes INTERNACIONALES. (hasta Chile se quito la famita de protege-dictarores)

Chau

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Prohibido leer antes del 2032
Así como existen esos temibles documentos de pago diferido, (esos chequecitos con fecha por venir que, esperanzadamente, se firman hoy que no tenemos ni un mango y se cobran, sabe Dios, cuando haya plata), en esta columna hemos querido inaugurar para ustedes un nuevo servicio: los artículos de lectura diferida, (los escribimos hoy que no tenemos ni la más puta idea de nada y ustedes los leen cuando tengan algún sentido, es decir, de aquí a 25 años con un poco de suerte o, en su defecto, nunca). ¿Se entendió? Muy bien. Que quede claro entonces. Por ahora, a pasar la página rápidamente porque acá no hay nada qué leer, por el momento. He aquí una auténtica noticia del futuro.
Autor: Beto Ortiz

Lima, 10 de abril de 2032Señor Fujimori:Desde el día en que lo vi salir en libertad, me propuse dedicar estos dos meses íntegros al pausado, memorioso y reflexivo ejercicio que ha significado la escritura de esta carta.

Le soy franco: cuando lo sentenciaron, pensé que no viviría para ver llegar este improbable día. Que no viviría usted, se entiende. Pero parece que se tomó demasiado en serio aquello de “¡Chino, no te mueras nunca!” Oiga, tampoco había que ser tan literales, ¿no? Bueno, bueno, le voy a pedir encarecidamente que sepa dispensar el sarcasmo y las malas pulgas. No me tome a mal, soy un hombre de 66 años y creo que, a mi edad, uno ya no está para cojudeces. Son muy pocas las cosas que, a estas alturas de la existencia, logran despertar algún interés en mí pero le confieso que, esta vez, usted lo ha conseguido y con creces al atreverse a lanzar su candidatura a la presidencia para las elecciones de 2036. ¡P’asu madrina! ¡Fuerza 2036! ¡No hay nada que hacer que es usted un chino de almanaque, oiga! ¿Dónde se ha visto un presidente electo a los 97 años?

En ninguna parte del mundo, lógico. Pero, ¿no es eso acaso lo lindo que tiene nuestro querido Perú? ¡Acá todo es posible! ¿Acaso se había visto alguna vez un japonés gobernando en América?, ¡Nunca!, ¿y?, ¿acaso alguien dijo algo?, ¿acaso no los cagó a todititos? Dicho sea de paso, la constitución fija edad mínima pero no máxima, ¿no es cierto?, de modo que esta vez no habrá Cristo que se lo impida. Además, aquí entre nos, ¿de cuándo acá le ha interesado a usted un pincho la constitución? ¡Ah, no! ¡pero si usted es la tapa, don Fuji!, ¡usted es colosal! Créame que, para nosotros, los que ya estamos más para la otra que para esta, usted significa un tremendo estímulo, caballero, tremendo ejemplo a seguir. Mientras haya vida habrá ganas de jorobar la pita, ¿sí o no? No tengo duda de que esta vez se la lleva en primera vuelta.Pero permítame presentarme porque de mí no creo que se acuerde. (¡No se acuerda de quién era el 'Doc’ y se va a estar acordando de mi! ¡Es que también con juicios tan largos se le jode la memoria a cualquiera, oiga! ¡Tanta fecha de masacre, vaya al diablo!, ¡tanto nombre de inocente preso por error, tanto nombre de muertito entreverado lo confunde a uno, caracho, no hay derecho!) Déjeme darle algunas pistas. Nos conocimos allá por enero del 95 en su famosa guerra del Cenepa.

¡Usted y don Vladi nos salían con cada cosa! Y en aquella fecha, juácate, nos salieron con que los monos nos invadían y tanta vaina. Y para allá tuvimos que correr, siguiéndoles la cuerda como huevones, llegando hasta la línea de batalla tras una semana de peque-peque a querosene mientras la pulposa corte de sus periodistas geishas –¡ay, Presi, no sea malito!– arribaban siempre a la voz de Áurea, Charito, Pili y Viole, regias ellas, siempre del bracito de usted, con asiento preferente en el vuelo oficial y sleeping bag reservado en la climatizada carpa presidencial. (¡Ay, Presi, no se pase!) Esa fue la primera vez que yo lo vi en persona –¡qué tal chino este, carijo!– y si lo recuerdo al detalle no es tanto porque obtuviera alguna primicia sino porque ese fue el día en que comimos. Llevábamos una semana sin provisiones porque –como a nuestros pobres helicópteros se los bajaban uno tras otro, peor que a patos sentados con honda– se habían suspendido los vuelos y reinaba en la Cordillera del Cóndor un hambre de cagarse, oiga usted. O de no cagarse nunca, más bien. De repente, hossana en las alturas, bajó usted de los cielos para alguna especie de inspección relámpago, habló por teléfono satelital, chapoteó en Cueva de los Tayos con el carreta Guido Lombardi, pegó un buen par de carajeadas al general No Me Acuerdo, dio otro par de declaraciones triunfalistas sobre el estribo y, ni bien comenzó a llover, emprendió, junto a su comitiva, una intempestiva retirada en medio de la cual sus edecanes dejaron tirado en medio del barro, un cooler, un milagroso cooler.

Obviamente, el primer cooler de la nación en cuyo interior hallamos un verdadero festín de jamones, quesos y atunes que tropa y prensa devoró, por supuesto, entre gruñidos, con furor caníbal. ¡Su famosa guerra del Cenepa!, ¡qué tiempos aquellos!, qué nostalgia, ¿eh? Agradezca que por esos muertos no se le juzgó, zeñó. ¡Dese con una piedra en los dientes! ¿Qué hubiera sido de usted si el país le pedía cuentas por los enésimos muertos de esa entregada Tiwinza a la que una Gisela sospechosamente opinionated ninguneaba llamándola “un cuadradito de tierra”?, ¿qué si inventariaban los mutilados y los inválidos de esa “paz con Ecuador” por la que la congresista Lourdes Flores –¡que la historia me juzgue!– votó tan legendaria?, ¿y qué me dice, por ejemplo, del ya olvidado martirio del escolar Yenuri Chihuala y las rumas de chicos muertos por las minas antipersonas, esos grotescos cadáveres adolescentes sin pies, que regresaban en bolsas negras de una guerra indigna que solo los pobres más pobres pelearon y que, por supuesto, perdimos con horror? Soldado que entrevistábamos una semana estaba muerto a la siguiente y, como nadie daba razón de nada, los deudos venían a lo que antiguamente llamábamos “canal” a reconocer los cuerpos en el video y se desmayaban del llanto frente a nuestros vetustos monitores, de modo que ni usted ni su general victorioso me van a venir a mí con cuentos de Gigantes del Cenepa. ¿Se ha puesto a pensar, don Kenya, en qué momento comenzó esa evidente fascinación suya con la muerte? Me atrevo a ensayar una hipótesis: Comenzó la tarde del histórico rescate de los rehenes de la residencia del embajador Aoki. Qué añoranzas, ¿eh?

Esa imagen de usted subiendo las escaleras como un emperador y contemplando –entre impávido y soberbio– los sanguinolentos cuerpos sin vida de Cerpa y El Árabe, obviamente mandados colocar allí como decorado por algún escenógrafo preocupado en que usted pudiera refocilarse –para las cámaras– en tan eficiente carnicería. Nunca se supo exactamente cómo y por qué murió el coronel Juan “Chizito” Valer. Todas las pericias de los antropólogos forenses arrojaron el mismo resultado: los emerretistas no habían muerto en combate, se habían rendido y habían sido ejecutados de un disparo en la nuca para luego entregar sus restos en ataúdes sellados con soldadura autógena. Se dirá a guisa de disculpa que –bah– eran terroristas. Pero alguien tendría que dejar claro aquí que la vida de Martha Chávez y la de un terrorista valen exactamente lo mismo que la del papa que está en Roma y que la mía. No puede ser tan difícil de entender: una vida humana vale exactamente eso: una vida humana. Es un asunto de aritmética elemental. Recuerdo que, la misma noche que a usted lo sentenciaron, entrevisté a la señora Rosa Rojas, una sobreviviente de la matanza de Barrios Altos que había batallado 17 infernales años en busca de justicia. Me partió el alma escuchar su llanto justo después de que Keiko se había jactado de que no lloraría, de que “no le daría ese gusto a sus enemigos”. Escuchar a la señora Rojas diciéndome que Javier, su hijo, el niño de 8 años que el grupo Colina horrendamente asesinó acribillándolo con armas de guerra tendría ahora la misma edad de Kenyi, la luz de sus ojos chinitos, su benjamín. ¿Se imagina usted cómo hubiera sido ver morir a Kenyi a los 8 años, ametrallado por encapuchados terroristas de Estado? Ahora imagínese cómo se sentiría, de qué tendría ganas si escuchara al jefe de ese mismo estado gritando: “Soy inocente”.

Mejor todavía: imagínese ahora a un payaso patético como Raúl Romero –autor de memorables canciones por encargo contra Alan– declarando en la portada de Caretas que el salvaje asesinato de Kenyi “era necesario para la pacificación del país, que era un precio que los peruanos teníamos que pagar”. Pero tampoco nos pongamos tan dark, ¿verdad, mi querido Albertón? Tampoco seamos tan mezquinos. Tan bien que habíamos comenzado hablando de la alegría de verlo regresar al ruedo hecho un patricio venerable. He de reconocer hidalgamente, eso sí, que ha sido una jugada maestra su decisión de pedirle a dos de nuestros más prestigiosos hombres de prensa que lo acompañen en su plancha presidencial al 2036. ¿Qué mejores credenciales democráticas que esas para un dictador que, ante la menor opinión adversa, acosaba periodistas o los secuestraba en los sótanos del SIN, o corrompía al dueño del medio de comunicación, o lo pasaba por la enmierdadora de la prensa chicha, o lo mandaba estrangular por la Sunat, o se las arreglaba para robarle las acciones de su empresa, arrebatarle la nacionalidad y echarlo a él y a toda su familia del país?. Los periodistas que usted acaba de convocar para su fórmula son unas indiscutibles catedrales –¡me quedo corto!– unas basílicas de la libertad de expresión que lo dignificarán y legitimarán.

¡Así se hace! ¡Hay que aprender a ser agradecidos! ¡Hay que hacer pedagogía de la gratitud y darles una lección a todos esos políticos tradicionales que nunca dijeron ni chis ni mus cuando las papas quemaban! ¿O acaso recuerda a Carlos Boloña, a Pancho Tudela, a Eduardo Farah, a Rafael Rey o a Manuel Masías sacando cara por usted? ¡Les comió la lengüita el ratón! ¡No se dijeron nada! Olvídelos. Además, está demostrado que los periodistas hacen excelentes políticos. Lo puedo firmar: se la llevan en primera. Jaime de Althaus y Aldo Mariátegui serán los mejores vicepresidentes que usted y el Perú han tenido jamás. ¡Qué tal gol de media cancha, ingeniero!

Atentamente,
Beto Ortiz

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La hora del centro más allá de Fujimori
“Lo que sí no debe permitirse es que de la discusión judicial se pase, sin trámite alguno, a la conversión de Fujimori y su prisión en una causa electoral”.

La sentencia al ex presidente Fujimori –cuestionada solo en su gravedad, más no en su pertinencia– modifica la perspectiva electoral venidera. El fujimorismo, bajo las siglas Fuerza 2011, ya se moviliza para las elecciones y lo hace embebido de disidencia y radicalismo.Humala no será el único movimiento antisistema –a pesar de sus esfuerzos por dejar de serlo, la impronta lo ha marcado a fuego–, ahora tiene un competidor serio que le respira en la nuca. Y si a ello se le suma la eventualidad electoral del general Donayre, digamos que los antisistemas habrán perdido el encanto de la originalidad.DEL “FRENTE” AL FONDO¿Qué le queda al resto del electorado? ¿Jugar a armar un bloque que enfrente ese movimiento? Sería el peor error que pudieran cometer. No sabemos a ciencia cierta el grado de compromiso que puedan estar adquiriendo o del que puedan estar conversando Alejandro Toledo, Lourdes Flores y Luis Castañeda, pero si el tenor de esas conversaciones pasa por la creación de un movimiento único, simplemente estarían dándole armas al enemigo.Una alianza de derecha solo haría que de repente nos asomemos a una segunda vuelta electoral entre Humala y Keiko, o entre la hija del ex mandatario y el general Donayre.La polarización creada por la sentencia a Fujimori, percibida por buena parte de la población como injusta, va a abrir espacios hacia tiempo inéditos para el centro. Se dice que es un axioma electoral peruano que al poder se sube por el centro y se gobierna por la derecha. Ha sido así en la mayoría de los últimos comicios, pero la coyuntura de 2011 parece casi calcada de la de 1980, con tres tercios en lid. En ese entonces, la izquierda, el Apra y la derecha. Hoy, un sector antisistema (con su izquierda y derecha respectiva), el Apra y una centro derecha.Allí está la fórmula del éxito electoral de los comicios ad portas. Sazonados por la precedente contienda municipal y regional, pero no afectada en lo esencial. Aquel que logre alzarse sobre el encono a favor o en contra de Fujimori será el que gane.DESFUJIMORIZAR LA AGENDA ELECTORALNo le hace bien, dicho sea de paso, al país que las elecciones se fujimoricen. Dijimos hace una semana que le haría un enorme favor social al Perú que al juicio jurídico a Fujimori le siguiera un juicio político a su gestión. Nunca se hizo y corresponde hacerlo. Pero así como el mismo fue escamoteado por su judicialización, no permitamos que vuelva a ocurrir con su “electoralización”, clara estrategia del fujimorismo a la que no debe plegarse el resto de la clase política.¿Cabe seguir discutiendo la sentencia? Sin duda. Hay mucho por decir. Y restan varios juicios por afrontar. Creemos, y siempre lo hemos dicho, que Fujimori cambió este país. Pero, en esa medida, esperábamos mayor dignidad a la hora de asumir sus responsabilidades en los graves errores que cometió, algunos de los cuales –aunque entendamos que sus seguidores sigan sin comprenderlo– son delitos penales que ahora tiene que pagar.Que la sanción sea excesiva, puede ser discutible, pero que el gobierno de Fujimori se saltó a la garrocha impunemente sinfín de mandatos legales es algo de lo que sus propios adeptos se precian y señalan que fue necesario para salvar al país. Hay que asumir, pues, las consecuencias. Ese hubiera sido un destino de grandeza, en el peor de los casos.¿DE LA CÁRCEL A LAS URNAS?Lo que sí no debe permitirse es que de la discusión judicial se pase, sin trámite alguno, a la conversión de Fujimori y su prisión en una causa electoral. Que lo haga Keiko, vaya y pase, pero la agenda nacional está, pues, muy por encima de esa circunstancia.Alejarse del fantasma de Fujimori y acercarse al centro son las monedas que más se van a apreciar conforme se acerque el 2011. Si no ocurre ello, el Perú verá pasar otro quinquenio atrapado en el discurso de los 90. Y la coexistencia de una economía pujante y creciente al ritmo de la modernidad del siglo XXI –a pesar de sus infinitas carencias– junto a un debate político propio de hace 20 años no es, precisamente, una distancia que nos augure estabilidad

Juan Carlos Tafur.


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09/04/09: Valle Riestra y Fujimori, por César Hildebrant (una inmensa verdad del fujimorista más aprista)

Diario La Primera

A mí no me extraña que Javier Valle Riestra, a quien le tengo estima traicionándome, esté hecho una furia por la condena merecidísima de quien fue, durante dos meses, su Presidente y superior.Y digo que no me extraña porque de don Javier es posible esperar hasta la sinceridad. Y en esto de Fujimori, don Javier se ha presentado en ropas menores para expresar su ira de ex primer ministro y su desprecio de jurisconsulto no consultado (“la condena es putrefacta”, ha dicho desde el aroma de jazmines que lo envuelve).

El mismo día de la condena, alabada por el Colegio de Abogados que don Javier integra casi patriarcalmente, el tribuno preferido de “La Razón” pretendió rectificar a la sala presidida por César San Martín con un punto de vista de lo más provocador y punzante.Ese punto de vista es el siguiente: si la pregunta básica de los criminalistas es “¿A quién beneficia el crimen?”, ¿cómo es posible pensar –argumenta Valle Riestra- que Alberto Fujimori se benefició de algún modo con “la ejecución de esos actos de barbarie inútiles?”Pero el crimen estrictamente utilitario está reservado a los mortales comunes y corrientes: el marido que se beneficiará con una póliza, el legatario que apura los funerales del testador, el hombre que mata a un testigo que lo sorprendió robando y así por el estilo.En los crímenes de índole política, esas ventajas mezquinas se consideran de otra manera.¿Era importante para el aparato exterminador creado por Fujimori sembrar el terror donde pudiera ser sembrado y dejarlo flotando como una respuesta de Estado frente al terror que desataron Sendero y el MRTA?Claro que lo era. Y en la concepción que de la autoridad tenía –y tiene- Fujimori, inspirar miedo era vital y demostrar que el Estado podía burlar el cerco de la ley y matar tan salvajemente como el terrorismo, era imprescindible.

De modo, que hasta en la lógica de Valle Riestra, hubo móvil y hubo provecho.Pero Valle Riestra se pregunta pertinentemente: “Si el objetivo era intimidar, ¿por qué se ocultó entonces los cuerpos?”.Precisamente, don Javier: para intimidar. Pregúnteles a las Madres de la Plaza de Mayo qué es más terrorífico: un hijo exterminado pero de cuerpo presente o un hijo desaparecido. Y, al fin y al cabo, como bien sabe el erudito doctor Valle Riestra, sin cadáver no hay crimen y sin crimen no hay investigación y sin cadáver ni crimen ni investigación tampoco hay culpables. Con lo que todo resulta más temible aún: un Estado plagado de criminales que puede borrar huellas, negar detenciones o quemar esqueletos que se entierran dos veces en distintos lugares. O, como en el caso de Barrios Altos, dejar los cadáveres como escarmentadora exhibición.¿Se benefició Stalin mandando matar a Trotsky después de matar a casi todo el politburó leninista de la Rusia soviética?

A la larga no, pero en el plazo breve de su biografía miserable, por supuesto que sí. La mano larga de su red demostró hasta dónde podía llegar el internacionalismo del sicariato comunista. Stalin sólo se concebía produciendo terror.¿Se benefició Pinochet dándole carta libre a las hienas que mataron a patadas y balazos al cantante Víctor Jara? Desde luego que sí. Pinochet necesitaba paralizar de miedo.Si la pregunta de Valle Riestra fuese la del siglo, el infame Adolfo Hitler podría haber dicho algo parecido en relación al holocausto de judíos, homosexuales, comunistas y gitanos. ¿Qué provecho podía obtener el Tercer Reich, que aspiraba conquistar a Europa y que tenía la simpatía de la plutocracia de medio continente, matando inocentes por miles y dándole la razón a Winston Churchill? Pues el provecho del terror. ¿Qué provecho podía obtener Videla permitiendo que en la Escuela Mecánica de la Armada las vaginas de las interrogadas fuesen escarbadas por ratas vivas rabiosas?

El de convertirse en la pesadilla maligna que llegó a ser.Y el recientemente condenado a cadena perpetua coronel Theoneste Bagosora, oficial ruandés que dio el primer paso hacia la masacre de tutsis en la Ruanda de 1994, ¿qué provecho sacó llamando al exterminio de “las cucarachas” y exigiendo a sus tropas que no respetaran colegios ni embajadas ni orfelinatos? Ahora que está condenado, da la impresión de que no obtuvo nada de esa matazón. Pero cuando la instigó, su poder se hizo indiscutible.Los crímenes de lesa humanidad no pueden medirse desde la criminalística vulgar. Son crímenes que parten de doctrinas degeneradas, de locuras que aspiran a ser ideológicas, de crueldades imbéciles e intolerancias sin sentido.Cuando Martin Rivas le disparó en la cabeza a un niño de ocho años en Barrios Altos, ¿actuaba por su cuenta o interpretaba aquel marco ideológico y doctrinario creado por Fujimori y su entorno?Y en la hipótesis de que hubiese actuado por su cuenta –dado que, según Valle Riestra, no hay órdenes escritas ni verbales en el expediente-, ¿entonces por qué Rivas fue después felicitado, ascendido, encubierto por Martha Chávez y el Congreso fujimorista y, más tarde, dos veces amnistiado por el mismo Fujimori?La solución para Valle Riestra es, ahora, la amnistía o el indulto. El derecho internacional prohíbe esas “salidas” para los crímenes por los que ha sido sentenciado Fujimori. Valle Riestra sostiene que hasta la amnistía para el grupo Colina “fue convalidada por sentencia del Tribunal Constitucional (1997)”. ¿Es que Valle Riestra quisiera ver a Rivas y a su banda caminando por el barrio?Todo es posible en un tribuno tan amplio y generoso como don Javier, quien justifica aun los secuestros de Gorriti y Dyer llamándolos “arrestos por horas” y diciendo “que se produjeron en estado de suspensión de garantías legítimo”.

Yo no puedo olvidar que el 11 de noviembre del 2008, en uno de sus flambeados escritos en defensa de Fujimori, Valle Riestra llegó a decir que fue timorata la actitud de quienes no incluyeron en la amnistía de 1945 a Carlos Steer Lafont.

Steer Lafont, según Valle Riestra, “fue protagonista de un asesinato cruel...pero político”.

Para mis lectores jóvenes, que deben de ser pocos pero son, habré de aclarar que Steer Lafont fue el fanático aprista que mató a balazos, en plena Plaza San Martín, a don Antonio Miró Quesada, director de “El Comercio”, y a su esposa María Laos de Miró Quesada.Era mayo de 1935 y la primera declaración de Steer Lafont ante la policía fue que “había decidido matar, desde hace muchos meses, al señor Miró Quesada porque con los editoriales de su periódico incitaba a matarse entre peruanos...” (Dictamen del agente fiscal de Lima, 22 de julio de 1935).Cuando le preguntaron por qué había matado también a María Laos de Miró Quesada dijo que la señora lo golpeó con su bolso de mano y que, luego de ver a su marido en el piso, la que sería su segunda víctima intentó abrir ese mismo bolso; que él (Steer Lafont) sospechó que María Laos podía estar tratando de sacar un arma y que, ante la sospecha, disparó a quemarropa y en el pecho.¿Un asesinato cruel...pero político? ¿Una amnistía que debió darse?¿A qué barbarie nos quieren regresar con tal de defender a Fujimori?¿Por qué Javier Valle Riestra ha decidido huir de la posteridad benévola que parecía estar esperándolo? ¿Por qué un hombre de su inteligencia parece ahora el segundo de a bordo del Estudio Nakazaki? ¿Qué provecho puede obtener de tan extravagante crimen?

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Los maniqueos

LIMA "¡Uff!" fue lo primero que soltamos en la Redacción cuando nos llegó el miércoles pasado la encuesta-flash sobre la sentencia a Fujimori ya pasadas las 8 p.m. No tanto porque había que preparar portada, nota e infografías contra el reloj, sino de imaginarnos la andanada que se nos venía a los simples mensajeros de un resultado final que ignorábamos. Primero iban a cuestionar el "timing", porque claro, a ellos no les parece mal que la PUCP saque uno adverso a Fujimori en vísperas del veredicto (seguramente con la intención de no influir... ¡Ja,ja,ja!) pero sí que aparezca un sondeo al día siguiente de la sentencia que no coincida con sus creencias. Luego, ¡faltaba más!, iban a tildar de fujimoristas, fascistas, autoritarios, etc... al pobre encuestador y a los mensajeros, porque así son estos caviares y rojos. Si algo no es "políticamente correcto", si no sintoniza con ellos, entonces es automáticamente una monstruosa conspiración. ¡Si el sondeo hubiera salido como deseaban, ya nos imaginamos los elogios! Son los primeros maniqueos en levantar alegremente cargos y en polarizar, pero cómo lloran cuando se les responde igual. No le tenemos la menor simpatía a Fujimori, al cual se le debe condenar -absolutamente- por promover la corrupción. Pero, ¡carajo!, tenemos todo el derecho, y eso no respetan estos caviares y rojos, de discrepar de esta ahora sacrosanta sentencia y no hacer una superestrella de rock del juez San Martín. Esa legítima duda -o que la encuesta no les guste- no nos vuelve fujimoristas, no sean tan estúpidos. Tenemos todo el derecho de no creer que se haya determinado que Fujimori se merece 25 años por asesinato y secuestro cuando el único delito con pruebas aquí era el encubrimiento. Tampoco creemos que venía a cuento declarar que los asesinados no eran senderistas, que eso fue pura demagogia para la platea caviar. No estamos de acuerdo -y reiteramos: tenemos todo el derecho de no estarlo- con esa teoría del "Dominio del Hecho", pues creemos en la vieja y sana práctica de condenar con pruebas, como se ha hecho correctamente en el caso del allanamiento ilegal y como seguramente ocurrirá con el cantado caso de la CTS. Creemos en la presunción de inocencia, aun en el peor sujeto, antes que en zamparle un cuarto de siglo sólo porque "era el jefe y tenía que saber". Coincidimos con el maestro Ghersi en que fue una sentencia ideológica para satisfacer a las ONG. Es que alguien quiso ser el "Garzón peruano". Solamente sacamos una encuesta-flash al toque que medía el primer impacto y "madrugaba" a la competencia con una primicia. ¡Gran pecado! Nos importaba un rábano si la gente aprobaba o no la sentencia. Y el resultado fue más o menos lo que uno percibía en la calle. ¡Me imagino que algunos deben estar quemándose las pestañas para ver cómo preguntan para voltear este resultado y descalificarnos! Ojalá que el resto de encuestadoras no se "chupen" y hagan también este tipo de preguntas interesantes, incómodas, polémicas y políticamente incorrectas. Y me dio risa leer las críticas solapadas -siempre es melifluo- el jueves pasado de Augusto Álvarez Rodrich, ex alto funcionario de confianza bajo el fujimorismo, al que La Cantuta y Barrios Altos parece que le importaban un pepino en los 90 mientras estuvo embolsicándose buenos miles de dólares por largos años en Osiptel e Indecopi y asesorando las privatizaciones desde Apoyo (yo mismo lo he escuchado hablar maravillas de Fujimori en sus caras charlas). Después puso de subeditor en su ahora ex caviarófilo P.21 nada menos que al Sr. Tumi, el último jefe de la agencia oficial Andina fujimorista. ¿Demasiado cinismo o no? Ahora quiere pasar piola haciéndole la patería a los caviares... ¡Fuiiiira! Como las aguas siempre encuentran su nivel, acabó de colaborador de un diario velasco-rojo-caviar-toledista. Es su sitio.

Aldo MAriategui.

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Al día siguiente

LIMA Un curtido abogado me comentaba: "Quien ha fregado a Fujimori es este Nakazaki. Lo primero que debió hacer es recusar a San Martín, dado que lo habían echado del Poder Judicial en 1992. Además, es medio 'caviar', pues trabajó con el perseguidor antifujimorista Ugaz. Es que Nakazaki se me cayó desde el modo en que lo golearon en Chile con la extradición.

Debió impedir como sea que le concedan este caso de sangre en particular. Allí Fujimori debió cambiarlo por el maestro de maestros Arsenio Oré, el mejor penalista. O Ghersi, que gana todas. O el sólido Roy padre. O Valle-Riestra, si querías verbo político con juridicidad y doctrina. Nakazaki me ha recordado a Carlos Enrique Melgar, otro penalista mediático que perdía todos los juicios y cobraba caro. Además de recusar a San Martín, Nakazaki debió torear al temible juez Prado, que para mí es el autor del 90% de esta sentencia y era su principal adversario intelectual. Debió concentrarse en desmoronar lógicamente a la teoría del dominio del hecho en la mente de Pradito, que es muy alemán, cartesiano y ajedrecista en su razonamiento jurídico, y eso fluye mucho en la redacción de la sentencia.

De Príncipe, el tercer juez, esperé un voto en discordancia. Me llamó la atención que se pliegue incondicionalmente a tantos años y a esta teoría nueva. Otro error de Nakazaki fue bajar tanto la cerviz con el tribunal, no quejarse ni meter dudas nunca sobre su imparcialidad. ¿No escuchas cómo ahora los caviares dicen que 'todo ha sido tan impecable que ni los fujimoristas ponen en duda la imparcialidad del tribunal'? ¡No pues, este juicio es político! Nakazaki debió meter dudas en su actuar para precisamente infundirles temores de que los vean como sesgados si daban una sentencia tan dura como ésta. Debió "pecharlos". Tampoco pidió una reconstrucción de los hechos para demostrarle a los jueces que Fujimori no era omnipresente. Y hay sesgos en la sentencia... Se nota cómo han querido taponar al indulto por todos lados, metiendo eso de 'lesa humanidad'. Los chilenos nunca pusieron 'lesa humanidad' al marcar la cancha de la extradición en este caso. Luego esto no es parte de éste. Decirlo es demagogia pura que siembra confusión. También ideologizan nuestra jurisprudencia introduciendo esa exótica doctrina del 'dominio del hecho'. ¡

Con eso ya se fregaron Alan y Giampietri después del 2011! Los caviares ya tienen cómo encarcelarlos por El Frontón y los penales. Allí no vale ese argumento de Alan de que éramos una democracia. Alan era el jefe y para adentro nomás. Aunque limpian a Alan, sin ser parte del tema, como en la CVR... Uhmm...Tampoco venía a cuento jurídicamente en el fallo que declaren que las víctimas no eran senderistas. Otra demagogia para las tribunas y la prensa. Por esos detalles, y la excesiva dureza, me da la impresión de que alguien quería entrar al circuito caviar legal internacional, ser héroe de las ONG, que le inviten a charlas internacionales muy bien pagadas, hacerse un nombrecito afuera, meterse al Tribunal Penal Internacional o la Corte Interamericana, ser en suma el Garzón peruano...

También me pareció cierto figuretismo que San Martín adelante que Fujimori era culpable antes de que la relatora lea el fallo. ¿Para qué?". Le pregunto por el indulto y me responde: "Esa es una prerrogativa presidencial absoluta, casi monárquica. Ford soltó al embarrado Nixon y De Gaulle al traidor Petain, colaborador de los nazis. Ningún juez puede detenerla. La jueza Elvia Barrios quiso impedir el indulto a Jalilie y un hábeas corpus lo puso en la calle. El Presidente perdona a quien quiere de lo que quiere y no hay tu tía

Aldo Mariategui.

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PENA MÁXIMA SIENTA PRECEDENTE HISTÓRICO
El autócrata es culpable

Por: Henry Pease
Mi convicción moral y política sobre la culpabilidad de Fujimori en los crímenes del grupo Colina data de 1993. El 30 de marzo de ese año debatíamos en el Congreso Constituyente una moción del FIM pidiendo una comisión investigadora del caso La Cantuta que, como todas las de la oposición, terminaría archivada.
Poco antes de la interrupción para almorzar, al regresar a mi escaño encontré un sobre cerrado con un documento que relataba con detalle cómo los habían matado, enterrado, desenterrado, quemado e indicaba los oficiales responsables y sus mandos directos, con grado y cargo.
Era prácticamente un anónimo, firmado con las siglas Comaca. Sabía que era mi deber verificar la verosimilitud de su contenido y averiguar su origen para lo cual busqué cuatro fuentes y consulté con mi bancada: Gloria Helfer, Julio Castro y Julio Díaz Palacios. Al reanudarse la sesión, pedí una cuestión de orden y lancé la bomba.
No leí sino los hechos, callé el nombre de la fuerza del orden y los nombres de los autores y sus jefes. Por supuesto, tampoco dije quién lo firmaba. Mi objetivo era lograr una comisión investigadora. El presidente Yoshiyama me pidió desde la mesa que le entregara el documento. Contesté que solo lo entregaría al presidente de la comisión investigadora.
Los familiares —a quienes conocía porque vi su calvario desde que comenzaron a peregrinar tocando todas las puertas— estaban en la galería. Llantos y gritos porque se confirmaba una muerte atroz. En el desorden, la mayoría fujimorista cedió. Me automarginé de la comisión por haber hecho la denuncia y allí entregué y se hicieron públicos todos los nombres de los implicados.
Pero aquí comienza la comprobación de la culpabilidad de Fujimori, su gobierno y su régimen. Solo se encubre así lo que es parte de uno mismo y es mentira cínica decir ahora que no conocía lo que tantos dijimos en todas las formas posibles.
Para impedir que actúe el Ministerio Público y el Poder Judicial —cuatro días después— el Consejo Supremo de Justicia Militar abrió instrucción. La información circulaba mucho antes pero no hizo nada hasta que Hermoza Ríos se lo “solicitó” a raíz de mi denuncia. Para esto mi familia recibía llamadas amenazadoras que me ponían en situación inmanejable. Hermoza Ríos, citado por la comisión, fue al Congreso y me calificó de estar “coludido con el terrorismo” mientras sus congresistas agraviaban a los muertos con similar calificación. Hermoza sacó los tanques desde Chorrillos hasta el Rímac para amedrentar y causó un escándalo internacional que hizo que la Comunidad Europea paralizara la renegociación de la deuda y el Gobierno de EE.UU. emitiera un enérgico comunicado. En esa coyuntura, Fujimori sostuvo: “No hay derecho que se melle la imagen de una institución que trabaja por el país” y salió a invocar armonía entre el Ejército y el Congreso, como si fueran dos poderes del Estado al mismo nivel.
Pero poco después un general que ocupaba la tercera posición en el Ejército, el valiente y respetado general Rodolfo Robles Espinoza, ratificó mi denuncia y pagó las consecuencias. Exiliado, lo llamaron hasta felón, lo humillaron y botaron de la peor manera personas que en ninguna democracia podrían levantar la cara hoy, pues fueron el coro que incriminaba a los que denunciaban estos crímenes.
La historia sigue. La Justicia Militar negó toda información a la comisión investigadora y el Congreso decidió algo inaudito constitucionalmente: las comisiones investigadoras no pueden citar a ningún miembro de las FF.AA. o del SIN, solo pueden citar al jefe de cada una, así hasta Montesinos quedaba protegido. Se limitó a la comisión investigadora. El informe final en minoría de la comisión encuentra responsabilidad penal en Hermoza Ríos y funcional en otros jefes, además de los ejecutores directos. Pero Roger Cáceres, Gloria Helfer y Carlos Cuaresma eran parte de la minoría. La mayoría fujimorista aprobó el informe de los fujimoristas Freundt y Siura que llegaba a sostener que se habían ¡autosecuestrado! El 2001 ese texto se encontró en la computadora de Rafael Merino, funcionario del SIN.
La prensa opositora y los familiares siguieron luchando y son conocidos los hechos: ubicaron los restos, aparecieron las llaves del estudiante Armando Amaro Cóndor y la propia fiscal Colán las miró para no verlas, pues dispuso que la investigación fiscal pase a la justicia militar. La justicia común llegó a ordenar la detención de once implicados pero la justicia militar se opuso. La famosa Ley Cantuta 26291, sorpresiva y de madrugada, varió en febrero de 1994 los procedimientos de la Corte Suprema para dirimir la contienda de competencia, de modo que tuvieran los votos para que la causa siguiera solo en manos de la justicia militar.
Todos recordamos el juicio militar: solo a los ejecutores y no a sus jefes y la condena levísima a no más de seis años. Pero ni eso, ni la prisión dorada que la prensa mostró en fotos, detuvieron el encubrimiento. Dieron la Ley de Amnistía frente a la cual solo pude gritar en el pleno de madrugada: “Señor presidente, esta ley es una infamia”. Quedaron así libres en junio de 1995.
Meses después descubrí que el general Rivero Lazo figuraba en la planilla como general en actividad y recordé al pleno que la Ley de Situación Militar obligaba a pasar al retiro —bastante antes de la amnistía— por medida disciplinaria (sin beneficios ni sueldo del grado superior) a todo oficial que hubiera recibido condena con pena privativa de la libertad. Denuncié el hecho y pedí la presencia del ministro de Defensa, la presidenta Martha Chávez no cursó el pedido en un mes, insistí y el Congreso pidió el informe. Cuando este llegó informaba que los habían invitado al retiro pero solo después de mi denuncia y no por medida disciplinaria. Asesinos jubilados con pensión del grado superior y reajustable. Hasta en esto Fujimori fue leal a sus secuaces, no a la ley ni a la sociedad.
Los tres poderes del Estado y las FF.AA. actuaron en una misma dirección: encubrimiento total, llenando de oprobio a las víctimas, a sus familiares sin un mínimo de piedad, también a los que denunciamos y a la oposición. Si el jefe de ese Estado, con resortes legales e ilegales de poder, defendió paso a paso a los ejecutores del asesinato e hizo encubrir el crimen, paso a paso, es porque él mismo era parte del crimen.
Hay una deuda moral y política con seres humanos sencillos, los familiares que son los héroes de esta lucha. Los personajes del fujimorismo usan hoy hasta el juicio para seguir engañando a los desinformados. Humanidad, compasión por el que sufre, rectitud, valores y principios democráticos y humanos fueron negados por el fujimorato. No permitamos que la historia regrese y la vivan nuestros hijos.




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Andrés Bedoya Ugarteche
LA ORTIGA




¡Me revienta cuando adivino!




LIMA - Hace algunos años, el día en que el ingeniero Alberto Fujimori fue hecho prisionero en Santiago de Chile, me dije a mí mismo: "¡Chino, sonaste! Estás hecho, tus días están contados". Y lo escribí en mis artículos varias veces, anunciando que la sentencia condenatoria ya estaba redactada, oleada y sacramentada. Eso fue más predecible que escupitajo de futbolista. ¡Me revienta cuando adivino!¿Por qué -me dije entonces- debe ser este el destino de Fujimori, si en las eras de Belaunde y del primer gobierno de Alan García hubo muchísimas más ejecuciones extrajudiciales que con el Chino? Recordemos al "comandante Camión" y a los fusilamientos de los penales, entre otros hechos de sangre. ¿Por qué Belaunde se fue a la tumba como un "patricio" de la democracia y Alan escapó por un pelo de ser enjuiciado? La respuesta es simple: porque ambos personajes fueron un par de tontos útiles que consiguieron poner a la población en contra del Ejército, y por lo tanto hacerles el favor del siglo a Sendero y al MRTA, que por entonces crecieron exponencialmente.Fujimori hizo todo lo contrario, y en su gobierno hubo muchísimos menos casos de abusos o muertes extrajudiciales.




Gracias a la Policía, a las Fuerzas Armadas y a las rondas campesinas, que supieron ganarse al pueblo, se logró derrotar al terrorismo... además de haber arreglado todo el desaguisado económico aprista de Alan en su primer "gobierno", y de ello ahora gozamos todos. Así, Fujimori se convierte en el enemigo número uno del excremento comunista, de la pus socialista y de esa excreta maloliente que se dice "progresista" y que no son más que terrucos disimulados (por simple falta de cojones).Opiniones sobre el juicio: - No bien habían avanzado un poco las audiencias y el proceso en general, que toda la prensa "caviar" y todo el antifujimorismo echaban loas y alabanzas a los tres vocales encargados del juzgamiento. Poco faltó para que pidieran sus canonizaciones al Vaticano.




Todos se copiaron los adjetivos unos de los otros: que si el juicio se está llevando a cabo en forma arreglada a ley, que el proceso es transparente, que se están respetando todos los derechos del reo, que el proceso es impecable, diáfano, límpio, nítido y puro, que patatín, que patatán... ¡es decir! Muy sospechoso. Pero vamos por partes y cucharadas.¿Cómo se atrevían los enemigos del reo a alabar así, durante semanas y hasta meses, un proceso cuya conclusión era incierta? ¿Y si el Chino salía absuelto? ¿No sería que ya conocían -más o menos- el resultado? ¿Acaso no han anunciado muchos medios de comunicación, y varias veces, que esos supositorios progres llamados ONGs se han introducido por el culo del gobierno y han infestado cientos de instituciones, entre ellas el Poder Judicial habida cuenta que en elecciones generales siempre hacen el ridículo? Esto yo no lo he inventado, lo ha dicho la prensa en multitud de oportunidades. La sentencia: - No estoy acusando de nada a los tres magistrados que han tenido a su cargo la redacción de la sentencia. La tengo aquí a mi lado en el escritorio y la he leído varias veces. Gústeles o no, el estilo es inconfundible. Es una sentencia con adjetivos, con pasión, con ira, y hasta con odio.




Pareciera más bien pensada por un dirigente de la CGTP. No lo entiendo. ¿Que no se supone que un juez debe ser más frío que un pescado muerto en el Mar del Norte? También he oído que uno de los magistrados del caso Fujimori fue echado a patadas del Poder Judicial cuando el ingeniero gobernaba el país y que posteriormente fue readmitido ¿Es cierto esto? Y de serlo, ¿no tendría este juez siquiera un poquititititititito de pica al reo, un infinitesimal deseo de joderlo?Y tiene un detallito muy grave. Los jueces mencionan varias veces que "está probado" que las "víctimas" de La Cantuta "no estaban relacionadas con el terrorismo". ¿Cómo es esto? Las pruebas negativas no existen.




Yo no puedo probar que Dios NO existe, como tampoco puedo probar que una taza de capuchino con crema NO está en órbita alrededor de Júpiter, o que soy soltero (puedo probar que soy casado, presentando mi partida de matrimonio). Además, ¿eso qué tiene que ver? ¿De haber sido terrucos habrían estado muy bien sus asesinatos? No, señores vocales. Esa afirmación es falsa y los reto a que la demuestren. Y si esa "prueba" es falsa... ¿cómo confiar en la veracidad de las demás? No cabe duda. El estilacho de la sentencia es caviarismo puro, mondo y lirondo. Además y gracias a declaraciones de terrucos arrepentidos y la inteligencia de las FF.AA., sabemos ahora que La Cantuta no sólo fue una de las principales fábricas de terrorismo, sino el más importante hospital de esos asesinos.




Otro detallito: - No bien había terminado Fujimori su alegato, que de inmediato se suspendió la audiencia -el viernes pasado- y el presidente de la Sala anunció que la sentencia sería leída el próximo martes a las nueve de la mañana.¡Vaya, vaya, vaya! ¿Sábado, domingo y lunes para cranear, discutir, hacer borradores y finalmente redactar y revisar un documento con 300 cuestiones de hecho más una sentencia de 700 páginas? ¿Así de fácil y rápido? ¿Cómo es? ¿Tienen una maquinita ultramoderna que concibe, redacta, imprime, compagina y numera las páginas de veinte sentencias por hora? ¿Pueden, por favor, explicarme esto?


Sorry, pero se me hace cuesta arriba pensar que esa sentencia no estuvo precocida.




Este artículo continuará..




Hasta más vernos.

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